Parte 4

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—Supongo que no fui capas de desafiar a mis padres, a mi familia incluso.

No podía ni quería contradecir a Marie cuando era inequívoco, no ví eso como una amenaza pues no creía que Marie usase eso como una fechoría.

—Quisiera tener las palabras para poder decir algo al respecto pero no puedo, solamente deseo que esto no se salga de tus manos.

—No sé que podría ser peor después de todo esto.

—Que el mundo se enterase. ¿Sabes por qué hicieron ese acuerdo? Realmente yo no entiendo, no había necesidad profunda de llegar a esto.

—Me lo he preguntado todo este tiempo, se lo he preguntado a mi padre y no obtengo respuesta alguna.

¿Que había hecho antes la familia real británica por mis padres? Pequeñas estrofas había escuchado a lo largo de mis veintiún años que de no ser por ellos nada estaría bien ahora, aunque mi abuela siempre repetía que el favor lo habían hecho ellos mismos y que ellos deberían estar agradecidos con nosotros. Nunca creí que el acto fue tan grande para que hablando literalmente obsequiaran a su propia hija.

—Cuidar cualquier gesto al andar con Charles en público será de gran ayuda, sabes que los medios viven de polémica, como también sabes que ustedes son el centro de todo este movimiento.

—Quisiese no salir del palacio.

—No lo harás si no quieres, es necesario decirte que tendrás más críticas dentro, que fuera de él.

Una de las cosas que siempre me repetía Helena era que el sol, la luna y la realidad no se pueden ocultar, Marie estaba siendo demasiada realista al decir que no sería nada tranquilo estar ahí y le agradecía.

—Trevor está aquí—la voz de Zara hizo que repentinamente mis pensamientos fuesen mandados por tubo.

—¿No era tu novio?—preguntó.

—Viene con él.

Me mantuve sentada observando nada más que la pantalla de mi celular con la mínima ilusión de ver si Dexter al menos había leído estos, pero absolutamente nada. Marie observaba como su hermano se acercaba sin expresión de felicidad alguna.

—¿Que tal el viaje?—preguntó Marie por fin sonriendo y abrazando al que sería su hermano y hermano de Charles también.

Zara me presentó amablemente a su novio, era la personalidad de Zara copiada exageradamente, era agradable sentir comodidad al conocer a alguien que posiblemente hará el menor intento en juzgarte. Me sentía insegura del saber que ahora estaría calificada por gente de todo el mundo.

—Eleanor—Marie me habló— Él es Trevor, mi hermano.

Quise sonreír un poco más, lo cierto es que solamente pude extender mi mano y estrecharla con el que es hermano de Charles. Para mi sorpresa el no dijo absolutamente nada y pensaría que le disgusté en su totalidad de no ser que me dió una sonrisa pequeña antes de soltar mi mano.

—La prometida de Charles.

El asintió y no dijo más que;

—¿Él no está aquí? Debería hacerlo—dijo serio— nunca cambiará.

Zara rodó lo ojos, una buena relación entre los hermanos no existía o al menos eso demostraba Trevor con esas palabras.

No tardó ni cinco minutos para que el se retirase y no con una impresión buena, esto de querer saber que piensa las personas de mi ahora me inquieta, ni siquiera sé si llegaré con Charles hasta él día que él se convierta en rey pero todos ya me ven con ojos de futura reina, aunque termine siendo otra quién los gobierne a lado de Charles.

Leves sonidos se escuchaban de afuera, la tranquilidad de salir por las calles y estar seguro que nadie captará tus movimientos es algo que desde niña aprendí jamás tener. En las últimas semanas el cielo se había estado tornando en un tono gris que hacía pensar a todos que la tormenta se aproximaba, pero solo los hacía creer y es eso que tiene a Londres con menos gente en sus calles. Colton, el novio se Zara se había quedado a su lado después de negar la invitación de Trevor. Como rayo me cayo saber que ellos se comprometían pocos días después que yo «Eso se escuchó nefasto» su abuela ya sabía de eso, pero nada se comentaba en el palacio, según Zara su abuela no quiere robar protagonismo a mi compromiso.

Colton pareció decir algo que llamó inmediatamente la atención de Marie y Zara, no me importó más después de ver a una mujer entrar por las puertas de este lugar, que era inevitable ver. Pero llamó más mi atención ver que después de ella entró Charles, con George si bien recuerdo.

Tal como lo pensé lo primero que hizo fue saludar a su hermana, no esperé saludo y mucho menos afecto de él hacia mí pues ya llevaba unos minutos hablando con Marie y ni siquiera se había molestado en verme, no me molestaba y si lo pensé fue porque George, Zara y Colton tienen en mente que si existe cariño entre él y yo. Mientras todos se concentraban en una conversación yo no mostré interés pues captó más mi atención ver forma en que la misma mujer que entró segundos antes que Charles lo observaba de manera descarada pero luego esa misma bajaba la mirada.

Sentí como alguien acarició mi cabello de buena manera, quise pensar que era Charles y mierda sí, si era él.

—¿Estás bien?—preguntó en tono bajo.

—Sí—dije sin entender.

Percatándome que todos se ponían de pie para salir de aquí yo también lo hice, Charles iba a mi lado, metros antes de salir por esas puertas y quedar expuestos a personas que andaban por las calles, él tomó mi mano.

Una corriente de emociones se apoderó de mí, no sabía si era por no estar acostumbrada a ese trato o porqué no vi venir nada de eso por su parte, correspondí a su agarre pero luego subió este mismo para después verme.

—Tienes la mano muy pequeña—dijo sonriendo.

No pude evitar hacerlo después de ver que la forma en que eso se veía. Era algo diminuto estando a lado de la suya. 

El auto que estaba frente a nosotros era de él, solté su agarré antes para abrir la puerta de esta pero Charles me ganó abriéndola por mi y esperando a que estuviese acomodada para cerrarla. Independientemente que me sentí un tanto inútil después de eso, he de decir que no esperé eso de él. Arrancó sin decir absolutamente nada y el silencio se hacía incómodo, alce mi mano para ver que tan diminuta estaba y no parecía estarlo tanto. Charles soltó una risa sin quitar sus ojos del camino, una imagen del reciente momento cuando el cogió mi mano me llegó a la mente, su tacto hacía mi, y su simple forma de acariciarme me ubicó en otro lugar, y como nunca pensé decirlo; lo sentí bien.

The Duties Of Royalty ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora