Parte 15

5.7K 467 6
                                    

Eran las ocho de la noche, pronto llamarían para cenar y no había nada novedoso más que mis padres estaban aquí pues fueron invitados para la fiesta de mañana. Tenía poco más de un mes que no los veía, pero esto no era nuevo para mi y mucho menos después de la decisión que tomaron. Charles no había estado todo el día y lo cierto era que me sentía un poco sola, Zara había salido hace varias horas y Marie con su madre tenían tareas encima.

—Has estado sola un par de minutos—la voz de Henry— varios minutos.

No lo ví, y seguí con la mirada plasmada en la gente que estaba a fueras del castillo.

—¿No es malo? ¿O sí?

—Claro que no, pero ¿para que estar sola si puedes estar conmigo?—me susurro al oído, tocándome la cintura.

Me moví un poco para que el se alejara, y lo conseguí pero no tanto como quise. Henry podría ser igual de insoportable que su hermana.

—No te erices Eleanor, yo entiendo que mi primo no te haya tocado ni una vez, lo que no entiendo es porqué sigues con él.

Ni siquiera yo lo entiendo.

—¡Claro! La maldita corona.

¿QUÉ?

—Te importa una mierda que Charles te vea con asco, pero quieres ser La reina de Inglaterra. Cuento tan común.

—Agradecería que cerraras la boca—pedí.

La rabia en mi nació después que Henry soltara una risa tan descarada, como si mi petición no le importara, como si mi palabra no contase. ¿Que iba a hacer acá? Él ya me había fastidiado y lo mejor era alejarme y no hablar de centímetros, sino de metros, puertas y paredes.

No seguí su provocación, me di la media vuelta intentando salir pero fue acto fallido después que sentí cómo tomo con grosería mi brazo y me jaló hasta él. Quedé pegada a su pecho con la mirada en su barbilla, no iba a verlo, solamente iba a pedirle que me soltara.

—Sabes que solamente agravarás más tu estadía aquí si intentas hacer algo, cariño.

Su agarre ya dolía pero todo fue peor cuando su mano subió mi mentón para verlo, y eso fue lo que nadie soporta.

—Suéltame.

—Que ingenua.

Le dí un golpe bajo, me importaba una mierda si luego tendría a la hermana con la voz alta frente a mi, o a su padre o incluso a la reina por haber golpeado a su nieto. Algo había escuchado de Henry, no estaba tan abrumada por lo que había echo.

Dijo algo que no alcancé a escuchar pues salí de ahí lo más rápido que pude.

Entré a mi habitación, y puse seguro a la puerta, revise si no tenía ningún mensaje de Charles, mentiría si dijera que no espero ese mensaje cuando si lo hago, pero no, no había absolutamente nada, ni siquiera mi hermana, solo las notificaciones de las redes pero era de menos. Mis padres estaban acá, en alguna parte del castillo pero no me apetecía estar con ellos.

—No creo que seas tan débil para correr a Charles—gritó Henry al otro lado de mi puerta— ¿O sí?

Su ironía, su sarcasmo, su burla era lo que más me fastidiaba. No respondí, no seguí su juego.

—¡Eleanor!—gritó mientras tocó la puerta.

Me acerqué, pensé en abrirla pero solo me quedé ahí pegada a ella, maldecía en un tono muy bajo pero podía escucharlo.

¿Que diablos le sucedía?

—Más te vale no decir nada—gritó— recuerda Eleanor, recuerda que aquí solo eres una a...

Henry se calló, su palabra quedó pausada...

Me alejé un poco al momento que intento forcejarla, no iba a responder, tenía que cansarse o iba a correr el riesgo de que alguien lo escuchara. Era realmente estúpido que ahora estuviese haciendo esto, parecía un imbecil.

Me alejé de ahí y sé que el también lo hizo, trataba de buscar algo que hacer, pero solamente tenía la opción de quedarme sentada en la habitación o salir a encontrarme con la única gente que estaba en el palacio, y no me apetecía salir a hablar con nadie, prefería pensar, ya que eso era lo último que estaba haciendo estos días, no tenía uso de razón cada vez que estaba con Charles, sonreía con él, estaba con él y hacía todo con él, éramos una especie de amigos que se conocen de toda la vida, lo peor era que desde hace un tiempo empezaba a verlo como algo más. Y no estaba siendo fácil los últimos tres días que estuvo un poco distante, diciendo que tenía que preparar el viaje que lo ausentaría todo este día. Lo mucho y poco que cambiaron las cosas, sentía rabia al estar con Charles, me sentía menos pues fui traída como un objeto.

No sabía si el tiempo o él habían echo que todo pintara mejor.

Por la ventana divisé que Zara había llegado, cenaría con ella así que no límite en ponerme de pie y bajar, rogándole al cielo para no encontrarme a Henry y llegar hasta el salón principal dónde ella estaba sentada en el sofa.

—Estaba por mandarte a llamar—dijo.

Sonreí y me senté frente a ella.

—¿Cómo te fue?—pregunté.

—Creo que bien, estoy tan nerviosa que no sé que sucede a mi alrededor. ¿Charles no ha llegado?

Negué.

—¿Me estás tratando de mentir o no sabes que Charles llegó pocos minutos antes que yo?

Levanté la mirada y sonreí, tratando de disimular un poco que eso lo había sentido. Charles estaba acá, y siempre acostumbraba a llamarme o buscarme el mismo recién entraba por la puerta del palacio. No había hablado bien con el en estos días, supongo que después de hoy sus prisas habían terminado.

—No lo... no sabía.

—Supongo que viene a buscarte.

En ese mismo instante Zara le sonrió, Charles entró al salón sonriéndole también pero cuando me vió su gesto cambió por completo, la forma tan fría en la que dijo mi nombre... y las pocas palabras que me dirigió apenas queriendo cruzar mirada conmigo.

—¿Tus padres están acá?—preguntó.

––Sí—respondí— supongo que están con tu abuela.

Hoy habíamos quedado para cenar, y era obvio que eso ni siquiera pasaba por su mente. Ni siquiera quería hablarme...

—Iré con ellos.

Zara arrugó el ceño por la forma en que él me habló.

—¿Vas?—me preguntó, pero su tono pedía a gritos que mi respuesta fuese no.

—No, estoy cansada... iré a dormir.

Él no se despidió ni regaló ningún gesto, solo se acomodó el saco y salió de ahí como si nada.

—¿Pasa algo?—preguntó Zara apenas su primo  desapareció.

Mi corazón se hizo chiquillo cuando preguntó eso; preguntó "¿Pasa algo?" Cuando nunca, nunca ha existido "algo".

—Nada, créeme que no pasa nada—sonreí y me salí de ahí.

The Duties Of Royalty ©Where stories live. Discover now