The Duties Of Royalty ©

Parte 48

Charles me vió y sonrió, odiaba ser tan expresiva porqué ahora estaba segura de mis malas facciones, sonreí un poco y bueno, no podía, no podía hablarle ahora, entonces tenía que salir de acá para no traerlo a mi, ni yo ir a él.

El corazón me latía tan fuerte y no quería encontrarme a nadie ahora porqué estaba segura que preguntarían que me pasaba, y no sabría que responder.

Yo no besé a Trevor, yo no debía temer porqué Charles volviese a ser él idiota de antes, yo no hice nada, pero toda esta familia sí está haciendo algo, está tratando de hacer que ellos dejen a un lado cualquier cosa que los haga disgustarse uno con otro.

No se trataba solo de mí, ¡Empezaba a tratarse de todos! 

Entré a mi habitación, el cuarto era pequeño para la cantidad de veces que caminé de un lado a otro preguntándome cual sería la manera para que no fuese un golpe bajo decir esto, porqué de ninguna manera estaría toda una vida asechada por Henry.

Quería salir de la habitación, pero sentía que de alguna manera me encontraría a Henry por ahí.

Estar aquí me confundía, siempre que veía esa puerta me preguntaba quien era esa mujer que intentó adentrarse a esta habitación, ¿Que quería obtener? Pero al mismo tiempo trataba de buscar que hacer con esta nueva y desafortunada situación.

Trataba de buscar una salida para que Henry no se saliera con la suya, después de eso sabría como el supo lo que al menos yo creí que nadie había visto.

Trevor tenía razón cuándo dijo que era demasiado inocente.

Pronto los preparativos masivos para la boda de Zara empezarían y lo que menos necesitaba era tener a su familia en discusiones que claramente serían innecesarias. Ella no merecía esto, no podía hacerle esto.

Recordé la pequeña biblioteca que había en este piso, me sentiría mejor teniendo en cuenta que me concentraría en Henry y olvidaría quién sea que tiene ganas de visitarme a media noche. Ahí Henry no se acercaría, ni siquiera Hadley.

Había pensado en todo, creía que hablar con Charles libraría la mayor parte, le diría todo; Henry quiere amenazarme porqué sabe que Trevor me besó, pero Trevor me besó porqué estaba ebrio, y aunque estar ebrio no es una excusa creía que podía minorar el actuar de Charles, y aún así, preguntarían el porqué de ese estado cuándo él debió estar en el desayuno de La Casa Windsor.

Debía decirlo, debía hablarlo y convenía más que fuese Charles quién lo supiese primero, todo se agravaría cuándo Henry lo dijese, porqué lo diría, él no es nadie para confiar aún haciendo lo que te pida.

No quería, pero debía.

Ahora que ya sabía que hacer, debía saber como hacerlo, ahora necesitaba palabras para no hacerlo ver tan malo.

En esta biblioteca había un ventanal con vista al jardín, una parte de este que poco visitaba por lo poco alejada que estaba la segunda puerta. Me acerqué al cristal, y cuándo creía que tenía las palabras correctas todo volvía a marcharse.

Empezaba a estresarme, pero sabía que me estresaría más saber que no tengo ningún plan.

Quería tratar de dejar de pensar en esto unos segundos, cuándo menos lo piensas las ideas te vienen a la cabeza. Los jardineros a lo lejos llamaron mi atención, la paciencia y delicadeza con la que tocaban las flores empezaban a estresarme, era porqué no podía sacar el maldito tema de mi cabeza. Nada estaba a mi favor, lo supe cuándo ví algo que me hizo olvidarme incluso de mi existencia.

Charles apareció, conversaba con ella, ambos estaban en un lugar y una posición dónde yo podía verlos pero difícilmente ellos a mí, estaban un poco alejados pero podría reconocerlos fácilmente. Ella casi estaba de espaldas, pero ese cabello castaño me haría reconocer a Tiana Ferguson en cualquier lugar.