The Duties Of Royalty ©

Parte 30

—Tengo que salir—me susurró.

—Se te hará tarde.

Charles se alejó.

—Te veo en un rato.

Sonreí.

Cerré la puerta y quedé recargada en ella, no creía que esto estuviese pasando, era demasiado bueno para ser verdad.

Todo sería mejor si dejara mis inseguridades de un lado pero eso es imposible, no después de todo lo que ya pasó.

Me recosté en el chaise longue y tomé mi celular, hice lo primordial pero luego tuve duda de lo que podrían estar diciendo los medios, desde mi llegada–para mi buena suerte–no me había encontrado con comentarios abrumadores. "Los rumores de la boda real están creciendo con el silencio de la casa real" vaya que era distinto verlo desde adentro, explotarán en tres días.

¡Por mi madre, tres días!

Era injusto que todo lo que habrá ese día no serán elecciones mías, mi madre esta eligiendo por mi y por lo tanto ni siquiera se quienes serán los invitados, pero a decir verdad no me interesa tanto. Cuando dijo que yo era tan ordinaria como mi abuela por pedir rosas blancas supe que no podía esperar nada más de ella.

Me metí al cuarto de baño cuándo ví que se me había pasado el tiempo, realmente me quedaba muy poco por lo que de prisa hice lo que tenía que hacer, me coloqué un vestido verde, con unos tacones nude y solo recogí mi cabello en media coleta. Estaba por salir, me había retrasado diez minutos, cuándo ví el móvil.

Cambio de planes, nos vemos a las cinco.

De: Charles.

¿Pudo haberlo mandado antes? Ahora tenía cincuenta minutos de sobra.

Confundida, sin saber porqué, caminé a mi vestidor, al verme al espejo me entró la idea de que este no era el vestido que quería llevar puesto hoy, revisé lo que tenía disponible para estas fechas y un vestido turquesa fue el que me hizo desprenderme de este, no cambié los tacones, aunque probé unos en azul pero definitivamente no.

No podía recostarme porqué mi cabello es el más nefasto y seguro queda horrible, es mejor no meterse con él.

Eran las cuatro cuarenta y ocho, decidí bajar sin pensar que me encontraría con Zara y Marie de salida.

—¿Que haces aún aquí?—preguntó Zara. 

—He cambiado los planes—respondió Charles detrás mío.

—Nosotros nos vamos ya, que se nos ha hecho tarde. No creo llegar en doce minutos—dijo Marie.

—Suerte Nicholas––dije con una sonrisa.

—Vaya que la necesitaré, gracias Eleanor.

Colton y Zara rieron.

—Nos vemos en la noche—dijo ella.

—Seguro—respondí.

Ellos se salieron de mi vista y no me quedó más que ver a Charles.

—Nosotros también nos vamos—dijo él posando su mano en mi cintura.

Asentí y ambos caminamos hacía la salida, subimos al auto y estando ahí no pude evitar preguntar.

—¿Se puede saber a dónde iremos ahora?—pregunté divertida.