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𝐞𝐠𝐨𝐢𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐮𝐧 𝐝𝐢𝐚

Toda la confianza que Stiles había tenido segundos atrás, pareció disolverse en el aire cuando abrió los ojos después de su confesión, haciéndole separar sus manos de las mejillas de Clara

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Toda la confianza que Stiles había tenido segundos atrás, pareció disolverse en el aire cuando abrió los ojos después de su confesión, haciéndole separar sus manos de las mejillas de Clara. Tenía el sentimiento de que había sido un error decir aquello, de siquiera plantearse la idea de hacer aquello. ¿Qué estaba pensando? Clara se estaba muriendo y lo primero que se le ocurre es besarla, así la espantaría en su lecho de muerte.

Perfecto.

Grandioso.

Maravilloso.

Stiles se sentía como un idiota, incapaz de mirar a Clara y ver la pequeña sonrisa que tenía en sus labios. Hablar con él le había hecho olvidar un poco el dolor que estaba sintiendo y pensó que aquello era una buena señal. No pretendía jugar con sus sentimientos, pero tenía que admitir que aquel beso le había gustado más de lo que esperaba.

Era como un pequeño placer que la hacía culpable. Muy culpable.

Quería repetir la acción que Stiles acababa de hacer, así que lo hizo. Su beso fue mucho menos inocente que el del humano, pero siguió siendo un pico; no quería asustarle ya que parecía estar al borde de una crisis existencial. Cuando ganó su atención, repitió el acto una segunda vez.

Y una tercera.

Y una cuarta.

Pero no se atrevió a darle un beso de verdad; asustada de que la sangre que había ingerido le pareciese repugnante y no quisiese acercarse a ella en lo poco que le quedaba de vida. Pero Stiles la besó, la besó como ella quería. Con una mano acariciando su mejilla y la otra en su cadera. Ella llevó su mano derecha a su hombro, acercándole todo lo que podía sin utilizar su brazo herido, ni usar mucha fuerza. Mientras sus labios se movían, Stiles bajó tímidamente su mano hasta que llegó a su trasero y le dio un apretón. La sorpresa se manifestó en Clara haciéndola abrir la boca, cosa que Stiles aprovechó para meter su lengua en su boca. La mano de Stiles bajó hasta su muslo y lo movió para que rodeara su cuerpo. Clara entendió el mensaje y se separó de él momentáneamente, los segundos justos para que recuperaran el aliento y ella se sentara a horcajadas sobre él.

Sobre su miembro, para ser exactos.

Stiles estaba contento y Clara lo notó perfectamente cuando eso chocó contra su ropa interior; pues ella solo llevaba una camiseta. Volvieron a unir sus labios cuando Clara apoyó su peso en su brazo sano y en el cuerpo de Stiles. Este llevó sus manos a sus caderas y levantó la camiseta lo suficiente para tener sus caderas expuestas. Las manos frías de Stiles en su cuerpo caliente causaron diferentes sensaciones en Clara, la más dominante siendo el deseo. El humano pegó sus dos cuerpos lo más que pudo, moviendo sus propias caderas para obtener el roce íntimo que ambos anhelaban. Separaron sus bocas para respirar, pero solo salieron leves gemidos cuando chocaron. Clara comenzó a repartir besos por el cuello de Stiles, cuando sintió sus colmillos aparecer y sus ojos cambiar. Escondió su rostro en su cuello, inhalando su esencia y tratando de evitar que la viese de esa forma. No quería asustarle, pero el humano parecía haberse dado cuenta. Con su mano en la barbilla de Clara, elevó su mirada y acarició su rostro.

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