Otra parte de ti

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El tercer amanecer de los visitantes en la residencia en el palacio Jiang daba paso al cuarto día y por ende se daría lugar a la cuarta prueba, que en esta ocasión la doncella Jiang Yanli se encargó de realizar, por otro lado, en el área de las habitaciones tanto Jiang FengMian como Nie MingJue se alistaban para la despedida.

- Es una pena que no puedas acompañarme para el desayuno. – Haciendo un gesto impidió que los guardias continuaran escoltándolos hasta el portal de entrada.

- Si, me ausente aun con asuntos pendientes.

- Me gustaría poder encontrarnos pronto para platicar nuevamente. – FengMian hubiese deseado prolongar más aquella reunión, pero las circunstancias no eran propicias.

- Y a mí. – MingJue evitaba imperceptiblemente el contacto visual, apenas había cerrado los ojos durante la noche y no quería delatarse a si mismo al mostrar su rostro al líder Jiang, sin embargo, debía mirarlo para la pregunta que deseaba hacerle antes de irse. – FengMian... me gustaría recibir tu visita en el palacio Nie, cuando tengas la oportunidad. -gracias a su personalidad se mantuvo seguro y firme pero ciertamente experimentó una inquietud ante la posible negativa del líder Jiang.

- Nunca antes me había hecho una invitación de carácter informal. – No estaba negándose, pero su primera reacción había sido responder ante la sorpresa que le provocaba la invitación.

- Bueno, en algún momento hay que hacer las cosas por primera vez. – como siempre MingJue tenía las palabras precisas, y como no, haba aprendido del mejor, su interlocutor.

- Tienes toda la razón – dándole una pequeña sonrisa asintió y luego respondió en palabras. - iré a Nie en cuanto culminen las actividades de por aquí y pueda dejar resueltos algunos asuntos políticos.

Mingjue no dijo una nueva palabra ni FengMian alargo más la despedida, una reverencia y un toque de hombro del líder Jiang al General que pareció mantener más contacto del estrictamente necesario, fue el gesto final antes de que MingJue subiera montara el caballo para marcharse.

Las horas de la mañana avanzaron velozmente, un resacoso Wei WuXian despertaba con la mayor falta de elegancia posible, desparramando los cobertores de su cama por doquier, con su túnica de dormir totalmente retorcida y desperdigada, se aseo y se alistó rápidamente, como nunca, se había despertado temprano y alistado antes que cualquiera, ¿razón? Una salida furtiva porque simplemente le había provocado salir a pescar.

En el tiempo que Wei WuXian se escabullía a la bodega por los utensilios de pesca, los representantes y sus invitados se encontraban todos reunidos desayunando en paz y silencio.

- ¿Dónde están los anzuelos? Debí hacerlos dejado donde pudiese encontrarlos – el omega lanzaba las cosas a diestra y siniestra, después de todo el podía tener tantas virtudes en su lista que era inaudito, pero la paciencia no estaba allí.

- En el anaquel de arce negro.

- ¡Desde luego! – de inmediato fue a revisar donde le habían indicado, fue entonces que se percató. - ¡¡ah ...!!

- Buenos días. – saludo FengMian desde la entrada. – que inusual verte tan temprano – lo miraba sonriendo dulcemente.

- ¡Tío Jiang! Si... yo...

- Dime si tengo la impresión equivocada, pero... ¿me estas evitando? - FengMian se acercó, solo entonces Wei WuXian pudo apreciar su gesto de preocupación.

- Tal vez... - el omega podía ser un embaucador con frecuencia, pero con él sus defensas estaban a ras de suelo.

- ¿cuál es la razón? – FengMian no le hablaba con severidad, aunque si con seriedad.

Wei WuXian, el omega más deseado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora