Carta Secreta (segunda parte)

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Zira no tenía ganas de salir ese día, por lo que pensó vagamente en comprar una comida congelada y pasar la tarde mirando televisión. Sus manuscritos estaban sin tocar desde hacia días, pero, ¿qué más daba? No eran buenos después de todo, y no podía forzar al mundo a que aceptara su visión del amor.


Sin embargo, cambió de idea en cuanto abrió la puerta de su departamento y encontró una carta caída en el suelo junto con una rosa lavanda. Levantó ambos, volvió a entrar y se sentó mientras el corazón le latía muy fuerte. La carta no tenía nombre ni nada, pero conocía el lenguaje de las flores y la rosa lavanda significaba flechazo de amor.


"¿Quién... quién me ha dejado esto?" pensó con timidez mientras abría y leía la carta adjunta.


No te desanimes nunca, Zira. Fluffy Angel es una obra tan hermosa como tú. Disfruté particularmente cuando su protagonista, Michael, despierta decidido a olvidar los malos tiempos y a buscar de nuevo el amor. ¿Acaso no es lo que todos hacemos? Buscar el amor, el verdadero, el sincero. Aprecio mucho que quieras escribir sobre eso. Mientras tú quieras escribir, yo querré leer lo que escribas. Tu admirador secreto, Serpiente Negra.


"¿Admirador secreto?" repitió mientras se ponía rojo como un tomate y empezaba a sonreír sin darse cuenta. ¿Cómo podía un hombre de su edad y apariencia tener un admirador secreto? ¿Se trataría de una broma?


(...)


A juzgar por las cartas que siguieron llegándole con el correr de las semanas, no, no era una broma.


Serpiente Negra parecía conocerlo mejor de lo que él mismo se conocía. Lo alababa, lo llenaba de ternura y lo hacía sentirse tan cálido como los personajes de su libro. Desde la segunda carta le pedía que fuera al restaurante de siempre y le dejara algunas páginas de su trabajo, y él lo hacía. No sabía como se las arreglaba para pasar por ahí sin que lo viera, pero lo hacía y siempre le devolvía la hoja por intermedio de un camarero, Crowley, que sin preguntar nada le servía de correo.


-Señor Crowley... ¿no puede decirme de verdad quién es este hombre, Serpiente Negra?- rogó una tarde al atractivo pelirrojo. Si hubiera mirado mejor, habría visto su sonrojo y un detalle por demás revelador de su persona.-No, señor Fell, lo siento. Usted debe descubrirlo solo.

Buenos Momentos (GO Drabbles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora