cap 45

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Ja! Vaya su madre queriendo estrechar lazos con la familia de Lauren? Eso sonaba a que le parecía un buen partido. Aunque tuvo que reconocer que la primera opción para su madre seguía siendo David. Menudo gusano! Si su madre supiera la clase de patán que era David Cresswel.

- Si, mamá. Te doy toda la razón. Quizás dentro de poco ya seamos familia con ellos.

- Con el paso que llevan en su relación, Lauren y tú, creo que esperaremos mucho.

- Danos tiempo, mamá. Las cosas apuradas nunca salen bien –Dios, qué le diré cuando le diga que nos casaremos en dos semanas? , pensó.

- Los jóvenes de ahora suelen apresurarse en estas cosas. Me alegra ver que Lauren y tu lo están tomando con calma.

- Es que a veces hay otros factores que los llevan a apresurarse. Jajaj Lauren y yo no tenemos ese problema.

Sinu arqueo una ceja en señal de sorpresa pues era la primera vez que oía a su hija hablar o insinuar un acercamiento a ese tema.

- Jajaj vaya hija, es la primera vez que te oigo hablar así.

- Oh, vamos mamá! Tú sabes que eso suele suceder mucho ahora.

- En mis tiempos...

- Jajaj no seas cínica! Estoy segura que papá y tu ya se conocían muy bien en ese aspecto antes de casarse –y estalló en risas, pues el comentario puso el rostro de su madre.

- Camila Cabello, que manera de hablarle a su madre es esa?

- Jajaj lo siento mamá, pero no pude evitarlo.

- Esta bien –riéndose un poco.

Camila termino de arreglarse y se puso de pie dando la cara a su mamá.

- Que tal me veo?

- Estas hermosa, como siempre. El color negro te sienta muy bien.

- Si, verdad? –mirándose en el espejo.

Si, en realidad ese vestido color negro ceñido al cuerpo con esas sandalias tan caladas y de tacón alto hacía un conjunto perfecto. Justo en ese momento sonó el timbre.

- Debe ser David. Iré a recibirlo, mientras tú termina de alistarte.

- Dile que en unos minutos voy.

- Esta bien.

Y su madre salía de la habitación. Luego de verificar que su madre se había ido, salió al balcón de su habitación y vio debajo de él a quien esperaba encontrar.

- Fabricio –en voz baja.

El gran hombre dirigió su mirada hacia el balcón de Camila.

- Señorita Camila, aquí estoy como me lo pidió.

- Gracias. Tienes la dirección, el pase que te conseguí, el celular bien cargado y registrado mi numero verdad?

- Si, todo está como usted me lo pidió.

- Toma –y soltó la llaves de su auto.

- Las tengo –tomándolas al vuelo-. No se preocupe, en cuanto pase el tiempo que usted me dijo estaré ahí.

- No te demores mucho por favor. Puedo salir antes o después de lo que te dije.

Amarte asíWhere stories live. Discover now