Iba a ser la boda del año, quizás del siglo, todo el mundo de la cultivación la esperaba.
No así Jiang Cheng.
No le interesaba asistir a la boda de Lan XiChen y Jin GuangYao.
Tenía otros asuntos más importantes que resolver que asistir a una estúp...
¡Feliz cumpleaños a mí! xDDDD Como pueden leer, hoy cambio de folio ¡Yeah! Abandono los veintisiempre para unirme a los treinta-y-nunca.... Voy a llorar, me comencé a sentir vieja ... u.u
Y si se lo preguntan: Si, soy de aquellas patéticas personas que se celebra el cumpleaños sola porque no tiene con quien :''v y que le encanta regalar sus regalos(?). Así que por mi cumpleaños preparé una actualización masiva de todos mis fic para ustedes, los cuales durante el transcurso del día 21 (mi cumple xD) iré subiendo. ¡Espero que lo disfruten por mí!
Ahora sin más preámbulos, ¡que comience la lectura!
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Cuando por fin se encontraron en estado de continuar su huida habían pasado aproximadamente solo una hora. Ambos sin decirse nada, sin siquiera mirarse, se levantaron y arreglaron. La bolsa qiankun de Jiang Cheng contenía ropa más adecuada para huir, dejando un cambio de vestimenta para el alfa, ya no dependerían del traje que la raní le dio a Lan XiChen ni el traje de bailarín de Jiang Cheng.
Después, el omega salió de la habitación sin mirar al otro, casi como huyendo, prácticamente sin ni siquiera vestirse adecuadamente solo cubriendo su cuerpo con una bata de tela delgada que encontró. Era ridículo ocultar su cuerpo ahora de los ojos del alfa, quien lo había visto completamente desnudo y como nadie jamás antes lo había hecho.
Aun así, quiso mantener un poco la cara y vestirse sin sentir aquellos ojos que le quemaban.
Estaba avergonzado, sí que lo estaba. Se dejó llevar por las circunstancias, casi por su instinto. Cuando el plan original solo era darle un poco de placer al alfa para que aliviara su calor y nada más, pero fue más que eso, se dejó controlar totalmente por su omega que feliz aceptaba a Lan XiChen y ronroneaba con sus caricias, hasta que finalmente el alfa se había atrevido a morderle... y para su descontento lo había disfrutado y bastante.
Mientras se limpiaba con una toalla en alguna de las habitaciones de los aposentos de la mujer que los ocultó, buscó entre su bolsa qiankun las túnicas que vestiría y se las colocó lo más veloz posible. Fue en ese momento cuando se percató que en aquella habitación había un espejo grande, con un poco de aprensión se acercó a este para ver su figura, o más bien las consecuencias del acto de hace unas horas atrás en su cuerpo.
Se quedó mudo ante lo que vio, sintiendo como su corazón palpitaba con fuerza en su pecho, ¿por qué? no lo tenía claro. Solo que su reflejo en el espejo mostraba como sus labios estaban rojos e hinchados, casi parecían brillar. Inconscientemente los saboreó solo para sentir aun el sabor de Lan XiChen en ellos. Volvió a avergonzarse limpiando con la manga de su túnica sus labios con esmero, tratando de sacar el sabor de ellos.
Quiso recoger su cabello como siempre, pero el espejo le avisó que hacer eso sería una mala idea. Su cuello estaba lleno de marcas de besos y chupetones, y en la parte posterior, justo por encima de la glándula de un omega, una marca le adornaba. Pasó su mano por la marca temporal que Lan XiChen le dejó en su cuello sintiendo con alivio que esta ya no dolía como antes. Si bien, y si era sincero, nunca lo hizo ya que Lan XiChen después de morderle le curó con sumo cuidado.
