LA HIJA DE NEGAN; CARL GRIMES

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9.- Visitas mañaneras que ponen de mal humor.

Primera recolección de Alexandria.

Me emociona un poco conocer el lugar, pero lo único que me molesta es que como el viaje es largo tuvieron que levantarme temprano y odio levantarme temprano.

¡Apenas de asomaba el sol!

Nos dirigimos hacia allá y me encontraba entre y estos dos hombres que se han vuelto mis viejos favoritos.

-Veo, veo –comencé, así molestaba a Simon ya que cuando se levantaba temprano no me tenía mucha paciencia.

-No puede ser –murmuro Simon y Negan sonrió.

-Es café y verde, tiene un...

-Es un árbol.

-Diablos Simon, eres un genio. Te toca.

-Oh no, yo no voy a...

-Simon –lo interrumpió Negan- vamos, no dejes jugando sola a Tess.

-Te odio –pronunció Simon con sus labios sin emitir un sonido y yo me burle de el- veo, veo algo pequeño y gris.

-Es... ¡una roca!

-Si –mi buen amigo Simon rodó los ojos. Como disfruto hacerlo enojar.

-Soy tan lista. Mi turno... Veo, veo algo azul, con verde y negro.

-¿Azul verde y negro? No lo sé.

-El caminante de allá atrás –dijo Negan con media sonrisa.

-Así es papá, bien hecho –el me guiño un ojo.

Y... Ya me aburrí.

-¿Cuánto falta?

-Mucho, ya no hables –dijo Simon.

-Aguafiestas.

El camino del Santuario a Alexandria debe ser largo, supongo que es más lejos que Hilltop. De aquí a Hilltop son de 4 a 6 horas viajando en auto, nunca he ido a Alexandria, pero debe ser un viaje largo.

Me recargue en el asiento y me crucé de brazos, cerré los ojos un momento y me deje llevar por el tiempo.

[...]

-Llegamos –alguien anuncio y el auto se detuvo.

Abrí un ojo y note que se estaban bajando. Me estire en mi lugar y abrí por completo mis ojos, me baje de la camioneta y me estire aún mas, algunos de mis queridos huesitos crujieron en mi cuerpecito.

-¿Aquí es Alexandria?

-Si

Negan se acercó y tocó el portón tres veces seguidas con Lucille y chiflo esa cancioncita macabra. Un día surgió de la nada en mi cabecita y comencé a chiflar, y ahora me a quito.

Que se busque el suyo.

El portón corredizo se abrió y vimos a un Rick serio. Lo entiendo. A nadie le gustaría una visita inesperada matutina. ¿Verdad? Quizás estaba en su quinto sueño y lo venimos a despertar.

-Hola Rick -saludo alegremente papá.
-Que hacen acá
-Solo venimos a visitar a mis amigos. Y por mi mercancía, recuerda que tenemos un trato.

Escuche como Rick gruño y nos dejo pasar.
A decir verdad Alexandria si es bonita.

Hileras de casas muy coloridas, bellos jardines, calles limpias, paz y tranquilidad.

Hasta que llegamos nosotros.

Probablemente es el tipo de comunidad en el que me gustaría vivir.

-Ni lo intentes. Tenemos órdenes.
-Ni li intintis. Tinimis irdinis -lo arremede y rodee los ojos. Negan había dicho claramente "que no vaya a ningún lado", pero como nunca obedezco, por eso me voy. Comencé a caminar pues me importaba poco lo que me dijeran y observé cada detalle del lugar.