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39.- Mi final.

TENESSI
Escapar. Era lo último que Dwigth y yo teníamos que hacer. Luego de salir de Alexandría, el auto se descompuso a media noche y no nos quedó más remedio que quedarnos dentro de él, mi compañero de travesías decía que era peligroso salir a esas horas y en plena oscuridad a buscar alguna casa o un lugar donde quedarnos por lo que no tuvimos más opciones.

Pero fue una pésima idea. No contaba con que Dwigth roncara tan fuerte, creo que mi amigo no estaba de nuestro lado porque a las pocas horas de haber salido el sol los caminantes nos rodearon queriendo entrar para comernos, pero los vidrios que estaban arriba impedían que nos alcanzarán.

Pero no nos podíamos confiar de ellos, el auto era una Chatarra con todas las letras en mayúscula y además no teníamos municiones. Yo con pocas balas y mi cuchillo y el con pocas balas y su machete oxidado no puede hacer nada bien a nadie.

Por eso Negan le quemó la cara con la plancha.

Es mejor pensar eso que decir eso.

-¿Algún plan?
-Esperar.
-¿Estas loco? Si esperamos demasiado los cristales se romperán y seremos comida para caminantes. No se tu pero yo idearé un plan.

Piensa Tess, piensa. Tu cerebro es una mente maestra y...
Y estúpida a veces, pero tienes que salir viva.  Y Dwigth también.

-¡Bingo!

Me pasé a la parte trasera donde los caminantes eran menos, comencé a patear el vidrio de la parte de atrás hasta que se rompió completo. Los caminantes se empezaron a acercar y a asomar sus manos. Era el momento perfecto.
-¿¡Estas loca!?
-No, sólo me falta un tornillo. Es hora de salir.

No todos los caminantes fueron atraídos por mi ventana pero la mayoría se fue dándome oportunidad de abrir la puerta y salir corriendo a la par de Dwigth que había copiado mis movimientos.

-Esa camioneta, se ve bien -dijo el mientras se desviaba. Lo seguí por detrás hasta que entramos.

-¿Y las llaves? -es la pregunta más estúpida que he hecho en mi vida.
-No lo sé, preguntáselo a su dueño -dijo con sarcasmo.

Un gruñido se escuchó demasiado cerca de nosotros por lo que gire mi cabeza lentamente como si un monstruo estuviese a punto de comerme, aunque era exactamente lo que ocurriría y me encontré con un caminante. Este se abalanzó a mi, en vez de al otro feo, dispuesto a morderme, justo en ese momento, mi arma cayó al suelo del auto.
-Dwigth, ¡que esperas!
-Lo siento.

Abrió su puerta y salió corriendo. Lo bueno hubiera sido que la puerta la dejara cerrada porque nada más lucharía contra esta cosa que huele a caño pero NO. El idiota dejó la puerta abierta dándole oportunidad a que más amigos podridos de este entraran.
-¿Que? ¿Es una fiesta y no fui invitada?

Empuje lo más que pude a este mientras más se unían a él, la puerta que estaba a mis espaldas tenía el seguro abierto, en un solo movimiento podría abrirlo pero me arriesgaría a que me mordieran o rasguñaran.
-Vamos Tess, tu puedes, sólo tienes que... ¡Que pensar en los exquisitos labios de Carl que besaras después!

Empuje una vez más a los caminantes y giré mi cuerpo unos 180° y abrí la puerta, el primer caminante se lanzó contra mi cuerpo, me fui hacia atrás cayendo de espaldas al suelo pero mi pie se atoró en el asiento por lo que mi huida no funcionaría del todo.

El caminante que me había empujado se hecho encima de mí pero logré detenerlo con mi antebrazo cuando estuvo a punto de clavar sus sucios dientes en mi cuello.

Mi polera quedó arriba ligeramente a la altura de donde estaba la cicatriz que me hizo el gordo de Joey dejando a la vista del caminante algo que morder o rasguñar.

-No te atrevas maldito.

Y lo inevitable ocurrió.

Sus uñas se clavaron en mi piel, rasgándola, y ahogue un grito de dolor porque sabía que atraería a más caminantes... Mi vista se nubló a causa de las lágrimas que se acumulaban en estos, el dolor era inmenso, era peor del que había experimentado en aquella pesadilla.

Solamente había visto una vez en la vida como alguien era despedazado del estómago por un caminante y yo no seguiría la segunda.

Si tenía que morir aquí al menos pelearía.

Tomé una roca pequeña cerca de donde estaba y y se la enterré en un ojo, esto no era suficiente para el.
Todas las fuerzas acumuladas en mí salieron cuando desprendí la cabeza del caminante de su cuerpo y safaba mi pie. Tomé mi navaja y a gatas me alejé de la camioneta, me puse de pie y corrí al interior del bosque.
Cuando estuve lo suficientemente lejos de la carretera me recargue en un árbol, mi polera estaba llena de sangre, no sabía si era la mía o de aquel que masacre.

Levante el borde de ésta y tres rasguños tatuaban mi estómago, eran muy profundos.

Ya no tenía salida de esto y lo peor de todo es que Carl no estaría para pegarme un tiro en la cabeza y acabar con mi sufrimiento.

[...]

Llevaba caminando sin rumbo por creo que más de una hora hasta que di de nuevo con la carretera. A lo lejos divise una cabellera clara y un cuerpo delgado. Frunci el ceño con mucha fuerza y camine hacia ella.

Cuando estuve cerca tome una roca y se la lance, al instante este voltio hacia donde estaba yo y su semblante cambio.

-¡Estas viva!

Me acerqué demasiado a Dwigth y lo golpie justo en la nariz, tan efectivo como para que la sangre comenzará a brotar de esta.

-Eso es por dejar la puerta abierta.

Camine hacia el lado contrario encontrándome con una pequeña tienda de servicio, al entrar note que había una maleta en el suelo, estaba toda desecha pero algo me serviría de ahí.

Encontré una playera negra y me la coloque luego de quitarme la sucia que tenía, deje tirada la que estaba cubierta de sangre y salí del lugar.

Volvería si o sí a Alexandría y si Rick tenía que matarme, tendría que hacerlo.

Últimos capítulos!!!

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Últimos capítulos!!!

LA HIJA DE NEGAN; CARL GRIMESWhere stories live. Discover now