LA HIJA DE NEGAN; CARL GRIMES

||26||

26.- Liberación de la bestia del Santuario.

Las cosas en el santuario no iban muy bien.
Mi relación con Negan cada vez estaba cayendo por la borda poco a poco y temia que las cosas en el Santuario fueran a cambiar por culpa nuestra.

Casi todo empeoró desde la desaparición de Cheryl, el como casi engañó a Negan diciendo que trataba de ayudarlo a escapar y la golpiza que me dio Arat, desde ahí todo a ido en picada.
Pero no había sido tan grave como hasta ahora.
Resulta que Negan se enteró de cierta alianza entre Hilltop y Alexandria y ha subido de nivel las reglas y la cantidad de recursos que pide. Hace poco me enteré que murió un chico del Reino solamente porque les faltó un melón.

No puedo creer que por un melón se hayan puesto rabiosos y hayan acabado con ese pobre chico. No lo conocía pero estaba segura que tenía un futuro por delante.

Por otra parte, la relación mano derecha-jefe de Negan y Simon estaba empeorando. La confianza entre esos dos iba cayendo y a causa de eso me he mantenido distante con Simon no por que no quiera, sino porque estoy obligada.

Si seguimos así, la muerte no tardará en llegar al Santuario y nos barrera a todos como partículas de polvo.

-Hey mocosa -llegó Simon muy agitado. Por lo que pienso, creo que algo malo está pasando.
-Que pasa Simon
-Te quedas a cargo.
-¿Que?

Y no dijo nada más, simplemente se fue. Corriendo por donde vino. Como no comprendí bien lo que ocurría, me acerqué a la ventana y pude ver que 6 camionetas se iban cargadas de hombres y armas. ¿Que pasa? Ya estamos en el apocalipsis, no que vayan a defender  a la raza humana.

Aunque creo que ya no hay raza humana.

Salí de mi habitación hacia la oficina de papá pero en el camino alguien me golpeó provocando que cayera al suelo.

Que manía de caer de trasero al suelo.

-¿Otra vez tu? -una voz algo rasposa me dijo.
-¿Que haces afuera Daryl?
-Dejaron la puerta abierta.
-¿Quien? -si Negan se entera de eso, matará al estúpido lo hizo.
-Fue un tipo que me llevo comida. No cerro bien y de un empujón la abrí -parecía estar alerta en todo momento. Me ayudó a ponerme de pie y entonces tuve una idea. Quizás me maten pero al menos habré echo algo bueno.

-Ven. Sigueme.

Lo tome de la mano y corrimos sigilosamente hacia la salida donde estaban todas las motos. Cuando le dije donde estaba está, me desvié un poco y tome una camisa de cuadros y una gorra, quien sea el dueño vaya a reclamarla en Objetos Perdidos Para Siempre. Volví hacia donde él y le dije que esperara un segundo.

-Hola princesita -porque siempre tiene que aparecer ese maldito.
-¿Joey? ¿Qué no se fueron todos?
-No, tu papi rey me dijo que me quedara para cuidarte.
-Que asco, no gracias.
-Oh, vamos, ¿no quieres repetir lo de la otra noche?

¿De que otra noche está hablando?

-¿De qué hablas panzón?
-De nuestra noche, cariño.

La forma en como lo decía y lo que decía me daba asco. Joey me da asco.

-No se de que hablas.
-Eso no decías cuando... -de inmediato el semblante a Joey le cambió- tranquilo viejo, mira toma mi arma y vete, no diré nada, sólo...
-Callate -la voz de Daryl se escuchó a mis espaldas.

Joey lo hizo.

-Daryl, espera -lo detuve cuando estaba a punto de golpear a Joey- dime ¿qué pasó en esa noche de la que no sé nada?
Joey suspiró con miedo por el castaño a mi lado -Yo... Tu habías matado a Nataly y ella era la única que... que me daba lo que quería. Quería cobrar venganza y entré a tu habitación y cuando llegaste la idea de cogerte me vino a la mente, pero el enojo me cegó y disfrute golpearte, y luego mi cuchillo te atravesó y vi la sangre y huí.

Quizás los recuerdo no lleguen pero con esto que el gordo Joey me acaba de decir tendré razones para que Negan le reviente el cráneo.

Pero antes de que pudiera hablar Daryl se me adelantó.

-¿Qué hiciste? -le dije cuando acabó de destrozar el cráneo a Joey.
-Se lo tenía bien merecido -se encongio de hombros viéndolo con desprecio.

Recogi el arma de Daryl y se la entregué, cuando íbamos a continuar aparecio un tipo, le quite el arma de la mano al gruñón y le apunte al tipo que tenía cubierta media cara.

-¿Daryl? -se quitó el pañuelo con que cubría su boca.
-¿Jesús?
-¿Entonces eres real? -pregunte- iba a la iglesia cada domingo y siempre oraba por ti. ¿Vienes a salvarnos?
-¿De que habla?
-Dejala, se les cayó de pequeña... Que haces aquí Jesús.
-Vine a sacarte. El hijo de Rick me contó que estabas aquí.
-¿Tu fuiste el causante del alboroto por el cual salieron como corriendo?
-No me lo agradezca señorita.

Que arrogante.

Me cae bien.

-¿Lo conoces? -le pregunté a Daryl y el asintió.
-Vamos Daryl.
-Yo... Me... -comenzo diciendo Daryl, pero las palabras no salían.
-A mi tampoco me gustan las despedidas -lo interrumpí- me agradas Daryl.
-A mi también mocosa.

-No es un adiós, es un hasta pronto.
-Asi es -siguió a su amigo pero regresó y me abrazó, ¡me abrazó! Le correspondí el abrazo ynque puedo inventar algo así como una novela o una película de drama.