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27.- Invasión a territorios Salvador.

Las cosas en casa estaban más o menos bien. Tras la disputa entre papá y mamá Simon, ellos habían arreglado sus diferencias y de nuevo habían vuelto a ser la feliz pareja de antes.

Claramente ellos no eran pareja, pero muy en el fondo ambos saben que se aman. Y obviamente yo quiero que estén juntos.

Todo iba marchando de acuerdo que a como debió haber sido hace años, en armonía.
No ha habido matanzas ni cabezas destrozadas en un buen tiempo, tampoco ha habido disputas entre Rick y Negan, que suelen ser de miradas asesinas y sumisión.
Y tampoco han sabido nada de Daryl.

Por lo que tienen entendido, y es que los convencí, el hombre que le llevó la comida a Daryl no cerró bien la puerta por lo que él escapó y asesinó a Joey que se me interpuso en su camino. Cuando me preguntaron dónde estaba yo, tuve que mentir diciendo que algunos de los caminantes del juego de cubetas habían escapado y habían intentado meterse a la fábrica para comernos, por lo que, como toda guerrera patea traseros los acabe y devolví los cuerpos al terreno.

Y en parte había sido verdad, luego de que ayude a Daryl a irse vi a algunos cadáveres andantes fuera del lugar y simplemente los devolví con una bala en la cabeza.

Negan y todos los demás que fueron a detener el alboroto que había causado aquel hombre llamado Jesús, me creyeron todo lo que dije y dieron por sentado que Daryl había escapado por su cuenta.

Y ahora, cada que pueden, un grupo sale del Santuario a buscarlo en las distintas comunidades que están bajo nuestro cuidado.
Simon ha regresado de varias de ellas sin éxito, y Negan ha llegado a la conclusión de que quizás huyó para siempre de este puablucho o que ya es un caminante.
Aunque, ¡vamos¡ Es Daryl Chingón Dixon. Este tipo es una especie de Rambo combinado con Terminator.

Creo que si hubiera un conteo de cuántos muertos han matado él sería el ganador.
Vaya, aquello sonó sumamente estúpido. Es obvio que se matan a los muertos. Aunque también se matan a los vivos.

Pero el punto es que ese wey es el más perron de todos.
Si fuera unos 20 años mayor de seguro me lo tiraría.

[...]

La noche había caído y el Santuario estaba en silencio, excepto la habitación de algunos de los puercos que se follan a las prostitutas, pero ese área está muy lejos de mi habitación.

Estaba sentada en mi mesa, que da vista hacia afuera, mientras escribía las patoaventuras de mi día, fue uno de esos días en los que te la pasas aburrido y totalmente encerrado (como ahorita en la cuarentena xD) y lo más interesante que haces es ir al baño, pero eso no lo pondré en mi cuaderno porque siento que en unos 50 años, si toda esta masacre de muertos vivientes acaba, alguien encontrará esto y se reira de como describí que iba al baño.

Estaba por apagar la lámpara de mi mesa para acostarme, cuando de pronto escuché un ruido algo cercano a la reja que da en mi ventana.

No creo que sea un mapache. Los mapaches no usan pinzas para cortar el alambrado.

Apagué mi lámpara y me incline hacia la ventana recargandome en mi mesa, a través de la oscuridad trataba de ver algo, cualquier cosa que me dijera que no era un desgraciado mapache de nuevo, porque esos malditos se cuelgan por mi ventana para quitarme las barras de chocolate que Negan me consigue o los botes de crema de maní.

Me iba a rendir, porque la verdad no escuchaba nada, cuando de pronto una ramita crugio bajo el árbol.

-No creo que sea un mapache- me subí en la mesa y me coloque en la ventana, la que da a un árbol, y me acerque a este para bajar por una de las enormes ramas.
Antes de llegar al suelo vi dos figuras femeninas corriendo hacia la reja que daba paso a la entrada del Santuario.
Corrí detrás de ellas en silencio y cuando una de ellas colocó las enormes pinzas en el candado, hablé:

-Te recomiendo no hacer eso -ambas de giraron hacia donde estaba yo apuntándome con sus armas, levanté las manos en señal de que no haría nada y ellas se quedaron ahí, sin disparar pero sin apartar las armas.
-¿Que haces aquí?
-Aquí vivo, dah.
-¿Me refiero a que haces afuera?
-Oigan, yo debería hacer el interrogatorio. Están invadiendo mi casa.
-Es la hija de Negan -susurro una de ellas a la otra, aunque alcancé a escuchar.
-¿Que hacen aquí? -les pregunté.
-No es de tu incumbencia.
-Oh claro que lo es, vienen a estas horas de la noche a invadir mis territorios. Díganme que hacen aquí o gritaré.

Una de ellas apretó el arma en su mano.

-Andale, grita y verás como te lleno de plomo.
-Llena o no de plomo, ellos sabrán que están aquí y hoy será la última vez que vean la Luna.

Ambas se quedaron en silencio.

-No estoy de su lado, pero tampoco estoy de lado de Negan, no las pienso ayudar porque supongo que vienen a hacer algo que está en contra de él, así que les sugiero que vuelvan por dónde vinieron y se desaparezcan.
-¿No estás de lado de Negan? Pero, si eres su hija.
-Cualquiera puede revelarse. Es mejor que se vayan, o no detendré a cualquiera que quiera hacerles daño.
-¿Por qué nos ayudas?
-Solo les doy una segunda oportunidad.

Comencé a caminar de vuelta al árbol, había sido un enorme error no traer puesto suéter ahora que empieza a hacer frío en más noches.

-Piensen si valoran su vida.

Escale de vuelta al árbol y entre por la ventana a mi habitación, cerré está y me senté en la cama mientras me quitaba mis tenis.

Y entonces estornude.

-Me lleva.

-Me lleva

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Esaaaaa

LA HIJA DE NEGAN; CARL GRIMESWhere stories live. Discover now