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18.- Una soplona asesina y un grupo de locos golpea ancianos.

Finalmente llegué al Santuario.

Había sido el viaje más largo y emocionante he he tenido.
Como compensación para mi querido padre y mi querido Simon les he traído un presente de parte de una tienda de servicio fantasma en el medio de la nada que creí que estaba poseída por el espíritu de unos ancianitos.
No tenía planeado llegar tan temprano pero aquí estoy. Y como no había nadie despierto decidí cruzar la reja por la parte de atrás, en donde llegaban las camionetas de carga, ya se me hacia esto de cruzar desde que me pusieron a cruzar la valla en Alexandria.

Después de cruzar a la reja y entrar a la fábrica, fui a la habitación de Negan y abrí lentamente la puerta encontrando pura oscuridad.

Ojalá y no este desnudo.

Me acerqué poco a poco a su cama y cuando mis ojos se habían adaptado a la oscuridad noté que había dos cuerpos en la cama.
De seguro tuvo sexo con una de sus prostitutas.

Suspire y me dispuse a salir, pero escuché la palanca des retrete ser jalada, luego la llave del grifo y finalmente la puerta se abrió.
Negan estaba parado, con sus pantalones negros y su camiseta blanca puestos. Quizás acababa de bañarse o ponerse ropa.

Que asco, no se baño.

Y mientras yo estaba ahí parada observaba cada uno de sus movimientos.

Se sentó en la cama y comenzó a ponerse las botas. Una de las zorras, ya que había dos en la cama, se movió un poco y bostezo, después se sentó y abrazó a Negan por detrás mientras le decía lo mucho que había disfrutado la noche.

Más asco.

Me voy a y traumar de por vida.

Negan no dijo nada y se puso de pie, después caminó a la puerta, justo donde estaba yo.

Si aún no me ha visto significa que cuando abra la puerta me verá, creerá que soy un fantasma y me golpeará. Siento que será como esos videos que veía de niña de las bromas en el elevador de la niña fantasma.

Pero lo cierto es que no soy una fantasma.

Negan se detuvo y retrocedió, tomó a Lucille y de nuevo regresó a la puerta, pero para eso me dio chance de moverme a un lado del buro donde guarda sus armas.

Finalmente salio.

Suspire de alivio y casi me rio, pero me contuve.

Pareciera que me escondo de él,  pero no es así, simplemente trataba de asustarlo llegando a brincar en la cama o acostarme a su lado y hacer alguna mueca o algo así, pero la cama estaba muy ocupada y no pude hacerlo.

[...]

No pude asustar a Negan, pero sí a Simon. Y lo mejor es que lo hice enojar.

Resulta que el calvito aún dormía (y en calzones), así que fui a su habitación y llene de aceite el suelo para auto que encontré por ahí, llene algunos condones de agua (nunca más volveré a tocar un condón) y finalmente puse cinta en la puerta de salida para que quedara pegado como mosca.

LA HIJA DE NEGAN; CARL GRIMESWhere stories live. Discover now