30. Baile de amor

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Jordan

Esa chica me vuelve cada día más loco, no pasa ni cinco segundos cuando ya estoy pensando en ella, no sale de mi cabeza y es la primera vez que me pasa esto, jamás imagine que me enamoraría tanto de una chica. Pero ella es especial, todo en ella para mi es especial.

Cuando la escuché hablando con su terapeuta una alarma se encendió en mi cabeza y supe que debía que estar con ella en este proceso, no sé qué vaya a pasar, pero quiero estar con ella para tomar su mano y decirle "todo estará bien".

Mientras viajábamos se me ocurrió algo para hacerla sentir mejor, sé que ama el arroz con pollo y mientras dormía en el avión, mire varios tutoriales de cocina para poder crear su platillo favorito, además tengo otras cosas entre mano.

Al llegar a la casa de sus abuelos quede fascinado, es pequeña, muy bien decorada. Estoy seguro que cuando tenga mi propia casa, quiero que sea así. Aparte que cuando entras sientes una paz muy acogedora y familiar.

Tengo que admitir que cuando pregunte en donde dormiría, pensé que ella y yo compartiríamos cuarto, no me mal interpreten no tengo pensado hacer algo que ella no quiera, pero si me imagine acurrucándola en mi pecho, mientras toco con delicadeza su cabello, soy un romántico de lo peor y es porque ella me hace ser así. He tenido varias novias, pero Morena es distinta, con las otras solo pensaba en sexo y nada más. Nunca llegue a tener un buen gesto con ellas, tal vez les llegue a regalar chocolates en sus cumpleaños, pero era tan simple que siempre terminaban conmigo.

Llegue a cerrarme a las relaciones estables y alguna vez tome una pose de chico malo que desde que conozco a Morena desapareció, esa chica hace que tu mundo se ponga de cabeza y te hagas cuestionarte ¿dónde estuvo todos estos años?, esos años en los que me sentía vacío y sin amor.

Verla sonreír se convierte en mi prioridad a diario, y aunque sea muy pronto, ya la imagine vestida de blanco caminando hacia mí en nuestra boda, de hecho, cada que pienso en eso mis manos sudan y mi corazón se acelera mucho.

Deje mis cosas en su antiguo cuarto que aún conservaba ese olor que la caracteriza. Sé que se toma su tiempo en la ducha así que solo me dedique a ir a la cocina y poner en marcha mi plan.

Mientras cocinaba pasaron muchas cosas como: me queme los dedos, tire muchas cosas y quebré un plato de la abuela, también me costó mucho entender cómo se usaba el estéreo de sus abuelos. Mientras buscaba una canción para poner observe al techo y mire un hermoso candelabro colgando del techo, apague las luces de la sala y se veía perfectamente adecuado para lo que tenía en mente.

Después de muchas quemadas y algunos fracasos, el arroz con pollo ya estaba más que listo y para ser mi primera vez cocinando no me quedo tan mal, serví en dos platos la comida y busqué algún vino para acompañarlo, pero no encontraba nada.

Busque en los cajones de abajo, pero fue en vano no encontré absolutamente nada, mientras me ponía de pie observe unas pantuflas negras y unas piernas completamente tonificadas, eso señores es el beneficio del futbol, seguí levantándome y cuando mis ojos llegaron a sus muslos un vestido floreado iniciaba a cubrir su cuerpo.

Se veía tan bien que pensamientos pecaminosos cubrían mi cabeza, imagine las mil formas con las que podía arrancárselo de encima, pero ahuyenté esos pensamientos y me concentre en admirar su cuerpo y rostro.

Ella me observaba algo curiosa y amo cuando pone esos ojos, trata de descubrir lo que sea que tengas en mente, es tan hermosa que a veces me siento insuficiente para ella.

—¿Qué haces, Jordi? —mierda, amo su voz y la manera en como dice ese apodo que tanto odio.

Como un idiota me quede sin nada que decirle, diablos, Jordan es tu novia y no es la primera vez que la vez o que la escuchar llamarte así. Reacciona —estaba buscando algo para tomar ¿tienen vino?

Las Promesas © ✔Where stories live. Discover now