Epílogo

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Algún tiempo después.

Me senté por un segundo a descansar después de estar toda la mañana limpiando mi cuarto a pesar de estar cansada por los dos últimos días de locos que he tenido.

Hace dos días se disputo la final de la temporada de futbol, los chicos llegaron a la final y todo fue un caos. Primero no podían disputarla sin un director técnico, asignaron un tonto que ni siquiera sabía lo que hacía, yo desde la gradería estaba súper nerviosa, no quería verlos perder o mucho menos quería que corrieran desnudos por la escuela.

El primer tiempo fue un asco por completo, el supuesto técnico había dejado a los mejores en banca, incluyendo a Jordan.

Para la segunda parte la ira se apodero de mi al ver como estaban arruinando mi trabajo, me moví de mi lugar y caminé hasta estar fuera de las graderías. Literal, me tira la valla que separaba al público del campo y le grite muchas cosas al chico que estaba fingiendo ser el técnico, detuvieron el partido y todos se concentraron en mí.

Fue tan gracioso ver como todos estaban expectante, al final cuando estaban por sacarme todo el equipo pidió que me quedase y revelaron que yo era su entrenadora, todos, incluyendo a mi familia no podían creerlo. Me defendí con el reglamento y una técnica que vi en la película de Amanda bynes, donde ella fingía ser su hermano para jugar futbol.

Les mostré el reglamento y no había ninguna parte donde dijera que una mujer no podía ser director técnico, accedieron y lo demás es historia. Los tontos ganaron y respiraron en paz. La celebración fue lo mejor, aunque casi termino con gripe, aventaron un contenedor lleno de energizante en mi cuerpo, les quería matar, pero estaba feliz y no hice nada.

Más tarde fue el baile de graduación por fin pude ir a uno, acompañe a Jordan y tengo que admitir que fue el mejor baile al que he ido, ya estoy acostumbrada a bailar con él y que cada vez que lo hacemos siento que estamos solo. Es un momento tan mágico entre ambos.

Y use un vestido, el que las chicas me regalaron el año pasado, según ellas, mis hermanos y Jordan yo era la más bonita de todas. Admito que me lo creí.

La graduación de mis hermanos y Jordan fue ayer, y como siempre llegue tarde. Ya había terminado la ceremonia. Pero todo tiene una explicación lógica, me quede dormida.

Mi madre alcanzó a contarme de que Jordan, Summer y un chico llamado Matt fueron los mejores de su generación.

Los trillizos recibieron un reconocimiento por unas cosas que hicieron a final de año, no entendí muy bien era algo científico creo y que las palabras de despedida las dio Summer, según mama ella la invito a la cena de celebración que organizo para los trillizos, pero ella no llego. Aun me deja flipando el hecho de que ella y mi hermano se dejaran de hablar de un momento a otro.

Y técnicamente eso fue lo que hice estos últimos días, porque antes de todo eso, solo me dediqué a cosas sin la mayor relevancia.

Mientras levantaba un cuaderno que estaba en el suelo una hoja cayó. Me incliné a recogerla y sonreí al ver de qué se trataba.

La bendita carta de Jasson, estaba arrugada y con una parte rota.

La volví a leer, pero esta vez con otro objetivo. Me concentré en sus peticiones y taché las que cumplí. —aburrida ya no soy. Cumplida —dije antes de tacharla. —conseguir amigos, tengo a las mejores. Cumplida —Reí fuertemente con la siguiente —conquistar al amor de mi vida, eso fue estúpido, incumplida, pero con un buen objetivo. Perro, listo. Flores los viernes, lo cumplí. No regrese al campo, pero logre hacer que el equipo de mi novio ganara una final así que, más que cumplida. Mis hermanos, listo

Las Promesas © ✔Where stories live. Discover now