3. Mañana.

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Hajoon despertó cuando sintió su estómago rugir y una corriente fría dio directamente a su espalda.

Talló sus ojos y buscó los brazos que usualmente se enredaban alrededor de él al despertar.

Al no encontrarlo se le hizo extraño, ya que usualmente Dojoon era más dormilón y a él le tocaba despertarlo con algunos besos dulces, caricias y peinando su cabello para finalmente escucharlo con la voz ronca pedirle cinco minutos más.

El reloj en el suelo le anunció que no pasaban de las ocho y buscando sus pantunflas de molang buscó a su novio.

Iba caminando para la cocina hasta que escuchó unos suaves ronquidos en la que se suponía debía ser la sala de estar, al acercarse notó que Dojoon se encontraba en el suelo, con un pie sobre lo que debía ser una cama de cobijas y sobre ellas estaba la hermana menor de él, quien tenía el cabello revuelto y estaba destapada.

Hajoon suspiró notando un paquete de papas vacía y la laptop de Dojoon frente a ellos, por lo que supuso que se habían quedado dormidos al verla y terminó en el suelo.

— Mi amor— le llamó suavemente moviendo su hombro para destaparlo.

— Cariño— le dijo nuevamente.

Dojoon levantó la cara del piso de la madera algo desconcertado.

—¿Qué paso bebé?— preguntó preocupado.

—Dormiste mal, deja te llevo para que descanses allá ¿está bien?

El pelinegro asintió y se sostuvo de su novio mientras lo levantaba para llevarlo a la habitación.

— Pero Danhi— recordó.

— Yo la acomodo, no te preocupes cariño.

Y asintió siendo arropado por Hajoon quien besó su frente y salió nuevamente, al acercarse a Danhi notó que sus rizos caían sobre su frente y los acomodó con cariño, porque aunque no fuera amable con él, no quería decir que ella fuera mala, sino tal vez la niña estaba en la edad en la que sentía que sabía todo cuando no lo es, no la podía culpar, al fin de cuentas ella quería lo mejor para su hermano. Cuidadosamente tiró de las cobijas para taparla y acomodó también su almohada, cuando lo hubo hecho recogió las bolsas de las frituras y cerró la cortina para que no molestase su sueño y se dirigió a la cocina para comenzar con su día.

Danhi se sorprendió cuando recibió aquel trato amable por parte del novio de su hermano, pero no quiso enfrentarlo como cuando él estaba presente, era una cobarde además de una egoísta por hacerlo, pero alguna vez había escuchado que el egoísmo es aceptable cuando lo haces por un bien, y ella sabía que aquel muchacho de mejillas gorditas no era el indicado para su hermano.

Y aunque todos dijeran que estaba mal, ella sabía que no lo era.

• • •

Hajoon supuso que ambos Park dormirían hasta tarde por lo que decidió ir a las cajas donde las cosas aún se mantenían guardadas, puso en su lugar los libros en el estante que se encontraba en es que sería su estudio, acomodó también las macetas donde las plantas que habían sido obsequiadas por la Señora Park a ambos lados de donde se suponía iría un pequeño sofá, o área designada para sus lecturas, quitó las envolturas de las cortinas que su mamá le hizo al enterarse que se iría a vivir con Dojoon, las acomodó en los palos que las sostendrían y también guardó las cosas que su novio ocupaba como la impresora y las bocinas.

Las pocas cosas que sobraban eran los libros de ambos así que decidió acomodar su propio espacio donde usualmente él hacía sus proyectos para la revista a la que trabajaba donde hacía reseñas de entretenimiento, tanto como de libros, como de series y películas.

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