27.- Preparativos

33 8 1
                                    

— ¿De verdad tenemos que ir?

— Si, la otra vez querías salir y ahora vamos a tener que ir.

— Me refería a ir al centro más seguido o al cine oppa, no a la montaña con las vecinas.

— Pues yo si quiero ir y no te puedo dejar sola, por lo que por consecuente deberás seguirme.

— ¿Y Hajoon?— preguntó ella.

— Hajoon querrá ir seguro.

Danhi resopló.

— Aigo, oppa no puedes tomarte tan literal las cosas que digo.

Dojoon le ignoró, y prefirió enfocarse en que llevar, estaba seguro de que Hajoon aceptaría, por lo que con la idea que tenía que realizar sí o sí ahí, buscó el lugar indicado donde poder hacerlo.

— De todas maneras algún día teníamos que ir, estamos bien con la familia Min y sería bueno que las invitáramos a salir con nosotros esta navidad para que mamá sepa que tienes una amiga aquí y pueda darte permiso salir cuando quieras venir y yo pueda llevarte de regreso.

— ¿Prefieres que esté con la vecina que con Oppa? Se supone que soy yo antes que los demás. Cuando venga solo debo estar contigo, no con nadie más.

Dojoon rodó los ojos, no recordaba desde cuando Danhi obtuvo ese comportamiento tan extraño, aquel donde quería ser el centro de atención de todo su universo y que se hicieran las cosas a su modo. Desde que recuerda Danhi siempre fue una niña dulce, quizás un poco tímida, pero nunca caprichosa.

— Quiero que tengas amigos, mamá me ha dicho que no tienes muchos y Seungeun es una buena niña también, no veo el problema de que sea tu amiga.

— Pero Seungeun es...

— Es solo tu miedo de hacer amigos. Deberías intentarlo, todos los necesitamos.

— Pero tú tampoco tienes.— Contratacó, arrepintiéndose cuando vio que Dojoon suspiró perdido en sus recuerdos, y de repente el ambiente se notó decaído.

— Tengo amigos en el trabajo.— Dijo finalmente, aunque su expresión era extraña, él estaba mintiendo.— Solo que no tenemos tiempo para salir.

Dojoon se levantó de su asiento, dándole la espalda caminó a su habitación,— Espero si hagas tu maleta o te dejamos.

Y Danhi no supo si en ese momento bromeaba o decía la verdad.

**********

Esa noche Dojoon no podía dormir, todo había sucedido tan de repente que las manos le temblaban descontroladas, estaba nervioso como no lo había estado tiempo atrás.

En unas horas debían partir a Phoenix Park que estaba a un par de horas de distancia contando con el tráfico, y unos minutos más a la recepción, eran las cinco, quizás las seis de la mañana, el cielo seguía obscuro pero ya había escuchado al vecino de arriba marcharse, lo que le indicaba que faltaba unas horas para despertarse, aunque no pudiera conciliar su sueño esa noche.

Dojoon odiaba esos momentos, donde el insomnio jugaba con su mente y no dejaba de pensar, o poder escuchar esos sonidos en los que nunca ponía atención, como cuando tragaba saliva (por nervios), el sonido de las manecillas del reloj, su estómago, algún coche pasar.

Con el tiempo descubrió que la respiración de Hajoon le arrullaba, y caía dormido cuando sentía los latidos de su corazón dar contra su brazo, y se apegaba a su cuerpo. Porque el sentimiento de calidez crecía cuando ponía atención a como su novio actuaba cuando dormía, y sentía reconfortante saber que tenía la confianza suficiente dormir con él sin pena.

Y esos eran los momentos donde la inspiración llegaba en medio de una noche caótica, pero esa noche no fue así, porque ese día sería diferente, más especial, el que cambiaría sus vidas.

— Me tienes tan enamorado Lee Hajoon.

Murmuró, sin miedo a que le escuchara o no lo hiciera, porque estaba consiente que Hajoon sabía de sus sentimientos tanto como él conocía los de su novio.

**********

— ¿Dojoon no vas a despertar?

— ¿Mhhh?

— Rápido o te voy a dejar y me iré con la señora Min.

— ¿Cuándo despertaste?— preguntó adormilado.

— Hace una hora, ¿estás cansado?— preguntó.

— No tanto.

— ¿Pudiste dormir?

— Hmmm, recuerdo verte dormir al amanecer.

Hajoon miró el reloj, eso había sido cuatro horas atrás, se acercó y peinó su cabello cuando se recostó sobre su pierna— Date un baño, hoy manejo.

— Okay— dijo intentando no caer de nuevo en los brazos de Morfeo, pero sintió los labios de Hajoon pegarse a los suyos y como se alejó con un suave chasquido.

— Iré preparando el desayuno, despertaré a Danhi en diez minutos.

— Yo ya estoy despierto.

— Ya lo noté mi bello durmiente— se burló.

Dojoon resopló aunque sonrió divertido.

— ¿Quisieras besarme más para despertarme otra vez?

Hajoon se inclinó para hacerlo nuevamente, sonriendo porque su novio era hermoso al despertar tenía el cabello un poco largo y rizado y en ese momento desordenado, lo cual amaba.

— Cuantos mi príncipe quiera.

— Aigooo que ascoooo.

Hajoon se incorporó rápidamente, Dojoon se alejó de su lugar tan rápido que se mareó, y aunque no hubieran hecho algo inapropiado el comentario les había tomado por sorpresa.

— Debes de tocar la puerta antes de entrar.

— Pero eres mi hermano.

— Si, y estoy con mi novio, pudiste ver algo inapropi-¡ah!

Hajoon le miraba ceñudo y Dojoon solo se sobó donde le había pellizcado.

— Ugh, ojalá nunca pase eso— fingió tener escalofríos y dio una arcada.

— Por eso debes tocar.

La menor solo rodó los ojos.

— Ya párate o te iré a golpear Park Dojoon.

— Aigooo mis costillas.— se quejó, pues Danhi había saltado sobre la cama.

Hajoon se retiró de la habitación teniendo una pregunta en su mente.

¿Algún día podría integrarse con Danhi?

¿Algún día podría integrarse con Danhi?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
⚫JUST2⚫Where stories live. Discover now