26.- Disculpa

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Al llegar Hajoon se dirigió a su habitación, dejando los regalos en su ropero, escondiéndolo entre su ropa para después decorarlo y ponerlo debajo del árbol.

Dojoon entró, dejando también algunas cosas de las que habían comprado y habló.

– Disfruté de esta salida.

– Yo también, siento que hacía mucho que no lo hacíamos así, como cuando teníamos citas.

Dojoon asintió de acuerdo. Tenía un par de meses que no salían de esa forma.

– Estaba pensado– se dejó caer en el colchón– estamos a una semana de Navidad, ¿deberíamos comprar los regalos para Danhi? No creo que mis padres puedan encargarse de los regalos por ahora.

– Sería una buena idea, podríamos comprarles algo a ellos también.

– Tendríamos que ir un día de estos y que Danhi se quede en casa, le deberíamos también que decirle que haga su carta para saber que debemos comprar.

– Sip.

– Se lo diré, además llamaré a mis padres para que no se preocupen por eso.

– Es una buena idea.

– Claro que lo es, viene de mí, Duh.

– Por esto nunca admito que tienes buenas ideas, tienes el ego de sombrero.

– Y me queda bien, ¿no?

Hajoon le golpeó el brazo con una sonrisa juguetona, sus ojos brillantes tintineando cuando lo miró fijamente.

**************

Los tres se sentaron en sus lugares, todos en silencio comenzaron a comer, era un ambiente tranquilo, pero para dos de ellos incómodo.

– Entonces Danhi– habló su hermano– ¿no quisieras hablar con Seungeun?– quizás ya pensó bien las cosas y se dio cuenta de que tu idea no es mala.

La menor de los Park, levantó la mirada de su plato– hum no– Hajoon y Dojoon le vieron hacer un puchero, su hermano sabiendo que eso lo hacía para ganarse a las personas o convencerlas, por lo que cuando continuó hablando, supo que no hablaba con la verdad– hoy no voy a disculparme con nadie, y si alguien lo tuviera que hacer debería ser ella, porque no pensó en mis sentimientos.

Ambos adultos se miraron, y en silencio supieron que lo que sus miradas decían era cierto.

Danhi era impulsiva, desde pequeña, y muchas veces no medía sus palabras, por lo que al decir lo que ella creía las verdades de los demás, no tenía cuidado y solía herir a las personas. Era una de las diferencias de los hijos del matrimonio Park, pues Dojoon por su parte analizaba la situación y buscaba la forma de aclarar las cosas, -cosa que le encantaba a Hajoon- pues en lo que llevaban de relación jamás habían tenido alguna discusión que pusiera en la mesa la opción de terminar, cosa que ambos agradecían, pues por la edad de ellos, ambos a mediados de sus veinte, preferían buscar algo más serio, sus años de Preparatoria y Universidad se habían acabado años atrás, por lo cual en sus planes la tranquilidad y estabilidad en una pareja era parte importante, y aunque tuvieran aún a buena edad de seguir experimentando, ellos creían que su tiempo había pasado, y la manera en la que se habían encontrado se debía a que su destino o lo que fuera que les hubiera puesto en el mismo lugar en ese día y hora, era lo que su futuro les tenía planeado a los dos.

– ...entonces si viene le dicen que no voy a escuchar sus disculpas, mi tiempo vale mucho como para desperdiciarlo con personas que no valen la pena.

Hajoon tragó saliva, un poco temeroso por hablar, golpeó mejor la pierna de su novio, pues prefería que no le mirara para evitar que se fuera contra él, y señaló a la menor.

Dojoon decidió hablar,– Deberías hacerlo, Danhi si tú no das el primer paso, nadie más lo va a hacer, algunas veces es bueno perder el orgullo, además es una buena niña, no creo que tengas amigos como ella tan fácilmente.

– Lo voy a pensar. –gruñó.

La menor yéndose directamente a la que era su habitación, algo enfurruñada.

– Bueno, es mejor que nada.

**********

Danhi amaba a su hermano, de eso estaba completamente segura, pero en ese momento lo odiaba, ¿Cómo se le había ocurrido esa idea absurda? Dos días atrás se había enojado con Sungeun y por entrometido debía ahora disculparse con ella, pues había ido de chismoso con la señora Min diciéndole que ella estaba realmente apenada por haberse enojado de esa manera con su hija y que quería pedirle disculpas, pero no sabía cómo hacerlo, por esa horrorosa situación estaba parada frente a la puerta de la vecina, con unos panqueques que había hecho para cenar, que obvia y tristemente ahora no iba a comérselos.

Si no fuera porque haría todo por él, lo habría mandado muy a la mierda, pero ni modo.

Por un momento deseó que quien lo hubiera hecho fuera Hajoon para poder enojarse con él y no ser protegido por su hermano, pero no, lástima, parecía un tipo inoportuno y chismoso, pero no, al menos tenía una cualidad insignificante de su lado.

Una pena, porque lo sigue odiando, pero ni modo.

Dojoon estaba detrás de ella, supervisando que se disculpara de manera correcta, gracias a Dios el odioso del tipo ese (estaba segura que nunca le llamaría cuñado, el no merecía un título como ese) había tenido que salir ese por un problema en su agencia del que no le importaba saber, porque era información inútil.

— Danhi, hola cielo. En un momento llamo a Seungeun. Pasen, pasen.

— Si, muchas gracias— respondió de forma robótica, sonriendo como pudo.

— No te olvides de nada— su hermano habló, — se cordial y que se note que estés apenada, se que no lo sientes, pero lo va a entender.

— Aish. — rodó los ojos pero cuando escuchó pasos cerca, intentó estar lo más neutral posible.

— Seungeun— le llamó, un poco sobreactuada— quiero que me disculpes por lo que dije el otro día, sé que no todos pensamos lo mismo, pero no me quiero enojar contigo por eso. ¿Quieres aceptar mi disculpa?— la niña la miró seria, sus ojos dirigidos al envase de panqueques que cargaba, supo que mentía, pues había hecho aegio, para convencerla, no era tonta.

Ella suspiró y asintió, no tanto porque realmente las aceptara, sino porque su madre estaba presente y no quería ser reprendida frente a su vecino.

— Muchas gracias Seungeunnie, estoy segura de que nunca va a volver a pasar. — comentó emocionada.

— Eso espero. — murmuró tan bajo que nadie la escuchó.

— ¿Quieren una rebanada de pastel? Esta vez hicimos de nuez.

— Hum, una rebanada pequeña estaría bien,—dijo Dojoon— ¿tiene canela?

— Un poco, sí. ¿Por?

— Hajoonie es alérgico a la canela.

Clik, Danhi tuvo una idea asombrosa.

Clik, Danhi tuvo una idea asombrosa

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