22.- Libro

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Hajoon salió del departamento en la tarde, avisándole a Dojoon que se vería con Woosung, su novio lo había despedido en la entrada de la puerta, pues no quería olvidar el hábito que tenía cuando Hajoon se marchaba.

El castaño había limpiando las ventanas antes de subir, pues no le gustaba que las marcas de suciedad se quedaran en la ventana cuando se empañaba.

Encendió la calefacción y se puso el cinturón de seguridad, salió del estacionamiento camino a donde se vería con Woosung.

***

Dojoon se sentó en el sofá tallando sus ojos pensando que sería lo que haría, esas quizás no serían sus primeras vacaciones juntos, pero sí serían las primeras en las que los trabajos de ambos les permitieran tener dos semanas de vacaciones y una donde pudieran trabajar desde casa.

Quisiera o no, no podía ocultar su decepción al ver que los planes que tenía no iban como el hubiera querido desde un principio, habían ciertas complicaciones que evidentemente no esperaba y la ausencia de sus padres que implicaba a Danhi en su hogar, era una de ellas.

En cierta manera le era tranquilizante saber que estaba bien, con él, en lugar de que se hubiera quedado con la señora Lee, pero tenía una sensación extraña.

Como si supiera que algo no andaba bien, y no sabía exactamente a que se debía, ¿era por la mudanza?, quizás por el cambio de hábitos que habían adoptado en los últimos años y el movimiento repentino que eso requería, o era tal vez el hecho de que sentía diferente a Hajoon, algo inquieto y sensible.

Sabía que esa temporada era difícil para él, la pérdida de su padre había sido en aquellas fechas, un par de años atrás y le había dolído como nunca lo imaginó.
Dojoon aún recuerda aquellas noches en las que le tocó cuidar de su novio porque parecía que la partida de su padre se había llevado también sus ganas de seguir, sus ojos lagrimeaban cada vez que le miraba y su corazón dolía porque no quería verlo de esa manera.

Poco tiempo gracias a medicamentos y terapia (habían tenido que buscar ayuda profesional) pudo salir de aquel hoyo de luz obscura.

Debería hablar con él, eso lo sabía perfectamente, pero ahora necesitaba encontrar el momento perfecto, pues Danhi rondaba por allí y prefería evitarse otra situación incómoda que le evitara poner más carga sobre los hombros de su amado, porque a pesar de que ya no se mostrara tan dura con Hajoon, aún sentía la necesidad de que estuvieran separados o con su compañía para atestiguar y prevenir cualquier situación.

Dojoon caminó a su estudio y desvío la mirada al muro que estaba a un lado de su área de trabajo, allí estaba el estante de libros que usualmente Hajoon leía para él cuando se encontraba estresado, necesistaba inspiración o simplemente buscaba confort en él.

Le llamó la atención un libro de allí, era de Hajoon, lo reconoció por la pasta, y el bordado de la portada, eran dos rosas, una de color azul y la otra de un rojo vibrante, ambas enmedio de una guirnalda de flores más pequeñas y hojas verdes también bordadas a la tela.

La hojeó, lleno de curiosidad porque no se había dado cuenta de la presencia de aquel libro.

La primera hoja estaba un sello, dorado y con dos letras en él, la D y la H. Dojoon sonrió suavemente, porque siempre le gustaban los pequeños detalles que Hajoon ponía en cosas como esa.

La primer hoja era una pequeña introducción, como una guía de lo que se trataba, lo cual lo dejó intrigado y continuó con la hoja siguiente, riendo cuando encontró la foto de su viaje a Alaska, cuando recién llegaba al aeropuerto y la familia a la que le habían asignado le recibía gustosa y emocionada.

Fue cuando comenzaba con su último año de Universidad, había decidido que era una buena idea estudiar música fuera de su país y conocer los demás estilos y tener experiencia para cuando comenzara profesionalmente.

Aquél había sido un viaje emocionante porque su mejor amigo estaba allí, Jaehyeong le había acompañado en su aventura, pero él yendose a un área más de diseño.

Había sido al principio una aventura de la cual no sabían que iba a pasar, pero las vacaciones de ese invierno le dieron una sorpresa de la cual aún seguía agradecido.

Al ir de vacaciones lejos de su ciudad y la zona cálida, habían decidido ir a las montañas a esquiar y conocer el lado contrario de donde ellos se estaban quedando temporalmente.

Dojoon no sabía andar con los esquis, por lo que había perdido el control múltiples veces en la bajada, pero en una de ellas se había llevado a otra persona, estampandose y tirandola en el acto.

Obviamente se disculpó rápidamente, con su inglés poco fluido y le había preguntado si le había hecho daño, el acompañante de quien había sido derribado rápidamente se puso a la defensiva gritando <<Dylan, Dylan>>, mientras corría cuesta arriba, pues al venir desde abajo había presenciado todo desde una perspectiva diferente, y no era raro ver a personas como Dojoon buscando problemas y una que otra pelea diafrazada de accidente.

Jaehyeong también buscó aclarar las cosas, y ofreciéndoles que fueran a la estación para quitarse todas las chaquetas pesadas y revisar que nadie había salido herido, ellos accedieron, Woosung rápidamente cuidando de su mejor amigo lo llevó a donde habían acordado.

Cuando se deshicieron del equipo pesado y mostraron sus caras todos se mostraron sorprendidos, pues los cuatro tenían los ojos rasgados y no es que eso fuera matemáticamente posible o eso había mencionado Woosung alguna vez, sino que en su momento pensaron que era una extraña coincidencia que fueran Coreanos, o con ascendencia Coreana como lo era en el caso de Hajoon y Woosung.

Dojoon rió al recordarlo, pues las imágenes seguían, narrando la historia, algunas imágenes por parte de Hajoon y otras por él, que no recordaba haberselas dado en ningún momento, pero que al mismo tiempo le pareció adorable el hecho de que su novio se hubiera tomado el tiempo de hacerlo, pues contenía fechas exactas y algunas horas aproximadas de como fue su aventura.

Narrando desde su llegada a aquel país extranjero hasta la llegada de Hajoon a Corea y su manera de adaptación después de largos años fuera de allí, incluso alcanzó a ver que en las páginas finales había insertado la fiesta de su abuela, donde todos se habían presentado y se había rentado unas salas de Karaoke.

Dojoon lo cerró, evitando ver las demás fotografías y descripciónes porque seguramente sería su regalo de aniversario o de navidad (para lo cual no faltaba mucho) o inclusive pensó que podría ser para su boda o algo así.

Lo cerró con cuidado y lo devolvió a su lugar tratando de que no se notara que había sido tomado y con una idea más clara en mente abandonó su estudio.

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