Destiny (The Witcher)

PROLOGO.

"No existe la casualidad, ni las coincidencias. Nosotros caminamos hacia lugares y personas que nos esperaban desde siempre."

Todo comenzó aquella tarde cuando el Destino desidio unirlos sin que ellos se conocieran siquiera.

Geralt de Rivia.  Un brujo mejor conocido como el lobo blanco, de cabello largo y blanco, ojos miel, alto y fornido; Es aclamado por matar monstruos y siempre ganar pero lo que nadie sabe es que la lucha interna con sus propios monstruos esa es la que no logra salir victorioso.

Ha construído una muralla al rededor de su corazón y tiene sentimientos, más de los que desearía admitir...

Hope. Una chica de cabello rojo como el fuego y ojos grises, amada y odiada a la vez por sus orígenes elficos. Es amable y ruda pues al crecer en la calle ha tenido que aprender a defenderse y sobrevivir.

__________________________________________________// 19 de Agosto//________________

—¿Cómo puedo pagarte lo que has hecho por mi familia?— Me Preguntó aquel hombre Delgado y asustadizo.

No sabía si tenía miedo al Kriepcar que acababa de matar o si a mí.

Kriepcar: Un ser Mitad araña de la parte inferior y del abdomen hacia arriba con forma de dragón. Caza por placer y sus víctimas preferidas son los humanos y elfos.

— Dame una Cerveza y estaremos en paz —Le conteste, mientras limpiaba la viscosa sangre verde del Kriepcar de mi cara.

— No, eso no puede ser pago suficiente me sentiría inconforme si solo te pagará así, — Se levantó y me ofreció las únicas monedas de oro que traía con él y yo negué con la cabeza.—, Se que es poco pero has salvado la vida de mi familia y podré tener la oportunidad  de reclamar mi derecho a la sorpresa com el Rey Alahmod por haberle servido fielmente.

¿Derecho a la sorpresa? Había escuchado de eso pero no creó en el.

—Vale, entonces ya se con que me pagarás...

—Habla brujo, habla.—Insistió.

— Me pagarás con el Derecho a la sorpresa, aquello que posees y que aún no conoces.

El hombre me miro asombrado y un tanto inquieto.
En ese instante su mujer apareció con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Qué  ocurre mujer?—Le Preguntó.

—Seremos padres— le respondió zollozando —, me acabo de enterar, creí que había sido el malestar por el susto de morir pero tengo días sintiéndome así y ahora se que lo estoy.

¡Mierda!, Seguramente sólo fue casualidad.

—Brujo, este bebé que yace en las entrañas de mi mujer te pertenecerá— Miró a su mujer y ella aceptó tristemente. — El derecho de la sorpresa ha sido invocado y el destino ha decidido.

— No, es tu hija yo...solo bromeaba—Le contesté.

La mujer se me acercó, tomó mi mano y la colocó sobre su vientre.

— No puedes negar lo que el destino ya ha escrito.—Murmuró.

Una luz se abrió paso en mi vista, pude ver un mechón rojo iluminado por los rayos del sol, una boca roja como la sangre y sentir el aroma a frutillas más delicioso que jamás hubiera sentido.

De pronto mi vista regresó a la normalidad, retire mi mano de su agarre  y camine en dirección opuesta sin decir nada.

A lo mejor escuché...