"Amar Significa Que Nadie Se Queda Atrás O Se Olvida"

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Después de desayunar y que los platos fueran levantados, Yang se dirige a su hermana.

— Hey Rubs, ¿Te acuerdas que iríamos de compras después de la carrera?  — la menor sonríe entusiasmada, la rubia saca la tarjeta de su bolsillo — Creo que ahora más que un gusto es una necesidad — Blake y Weiss se miran.

— Es una buena idea, sin embargo no pueden salir así, si lograron descubrir dónde vivían, no creo que se les haga difícil reconocer sus ropa  — las hermanas callan mecanizando una solución.

— Blake tiene razón, tal vez tengamos ropas que les puedan servir — Weiss se levanta de la mesa y seguida de las otras tres sube las escaleras al segundo piso — Tal vez algo mío le podría quedar a Ruby, pero contigo... — la peli blanca mira a la más alta de arriba a abajo — Blake se encargará — y tras decir eso abre la puerta que lleva a su cuarto y arrastra a la oji-plateada dentro

— Primero a tu casa y ahora a tu cuarto, me gustaría ir un poco más lento, todavía no te he invitado a comer — Yang le guiña un ojo a la fauno del gato, esta se bloquea durante unos segundos y sin decir nada pero con un creciente sonrojo en su rostro entra en la habitación, todas esas insinuaciones por parte de la más alta sin ningún filtro o algo de vergüenza son la causa de su incapacidad para responderle, además que cada vez que habla sonríe de una forma que le quita el aliento a cualquiera.

— Me empiezo a arrepentir por haberte traído — es lo que dice después de alejar todos sus pensamientos; abre su closet y mira dentro, la mayoría son prendas ajustadas, si quiere prestarle algo a su Invitada tiene que ser ancho o seguramente no le quedaría.

— No seas así gatita, es solo una broma — la rubia cierra la puerta después de entrar y mira la habitación, es enorme y pues no se espera nada menos de una mansión, tiene una cama doble en la que cabrían 4 personas, ventanas grandes, una puerta que seguramente llevaría al baño, un televisor led bastante grande, y un closet que ocupa casi toda una pared.

— Pruébate esto — la peli negra le tiende a la rubia un gancho con unos pantalones, una camisa y un abrigo negro largo y grande, la de ojos morados mira la prenda dudosa.

— Mmmm... Tal vez el abrigo me quede... Pero lo demás... — aún así decide intentarlo y sin ningún reparo comienza a quitarse la ropa, primero el chaleco y después la camisa.

— Hey... ¡Hey! — Blake se sonroja y se da la vuelta para evitar mirar, aún así los abdominales marcados de la rubia no han pasado desapercibidos, recibe una risa detrás de ella pero tras un momento se escucha un quejido.

— Blake... — la nombrada con sigilo mira hacia atrás y la escena le saca una sonrisa involuntaria, Yang se ha quedado atorada cuando ha intentado colocarse la camisa — Aiuda — pide con los brazos en las mangas y el cuello de la camisa en medio de su cara.

— Creo que tendremos que cambiar de enfoque — la de ojos color ámbar se acerca a su compañera y tras unos momentos de forcejeo la libera de esa trampa que según la rubia había sido mortal — No se si te incomode pero hay trajes de todas las tallas para los empleados, tal vez uno te quede bueno —sin darse cuenta, los ojos de la peli negra comienzan a bajar de la cara al cuerpo de la más alta, solo tiene el top y sus pantalones están desapuntados, su brazos al aire libre dejan ver sus bíceps trabajados, no tanto pero lo suficiente para saber que seguramente levanta pesas, posee un busto considerablemente grande y esos cuadros en su abdomen...

— Entonces... Donde están... — carraspea la más alta llamando la atención de la distraída fauno, rápidamente ésta última sale corriendo de la habitación y vuelve a los pocos minutos con varios trajes negros.

Rwby sobre ruedas Where stories live. Discover now