En un pueblo pequeño con familias amorosas y alegres, siete pequeños crecieron juntos siendo amigos a pesar de sus diferencias, sin embargo el tiempo pasa y ellos deben convertirse en fuertes alfas y dulces omegas.....
-¡¿Te gusta el gato rayado?!
...
No era normal encontrar a un zorro corriendo detrás de un pequeño castor, pero ese fue el inicio de la historia de amor de Jung Heechul y Hirai Momo.
Estuvieron juntos desde el preescolar, incluso en la universidad, se conocían a la perfección y se odiaban a muerte. Ambos eran tan competitivos que se encontraban en la mayoría de los clubs y deportes, siempre oponentes y nunca cobardes.
Hirai Momo era una Omega de castor que le gustaba ser conocida como la mejor, al venir de una camada pequeña todos menospreciaban su trabajo, ella quería convertirse en una gran arquitecta pero las personas alrededor le decían que era mejor seguir en el negocio de la madera como sus padres, un ser pequeño no puede soñar en grande. Por eso buscaba ser siempre la mejor y lo lograba de no ser por Jung Heechul un alfa zorro que se creía lo suficientemente astuto como para estropear sus planes.
Estaban en una contienda interminable hasta que un día algo extraño paso, Momo ya no veía a Heechul como un odioso zorro ladrón, sino como un chico apuesto y lindo, con un olor a frambuesa que le encantaba a su omega.
Heechul era popular entre las chicas y chicos, todos querían estar a su lado por su brillante personalidad. Él era aclamado por las personas, les gustaba su astucia y perspicaz boca.
-Chicos el torneo de tenis es la próxima semana y dos de nuestros estudiantes están concursando. Hirai Momo y Jung Heechul
Momo no iba a permitir que su compañero le ganará, su equipo debía ser vencedor, por lo que práctico sin descanso, no dormía o comía bien. En su mente sólo estaba ganar.
El día del torneo llegó y ella se sentía fatal. Heechul se acercó preocupado
-¿Estas bien? Pareces cansada
-Lo estoy -respondió tajante -Te voy a ganar
-Pues no lo creo, parece que estás a punto de desmayarte ¿Seguro que no quieres un doctor?
Ella hizo una mueca y se alejó dejándolo perplejo. El torneo inicio, ambos dieron todo de si, pero Momo no pudo más y después de un poderoso saque cayó a suelo inconsciente. Heechul fue a su auxilio y la llevo a la enfermería.
Cuando Momo despertó lo vio a su lado -¿Que pasó?
-Te desmayaste-se encogió de hombros -Eres torpe, sabes que un atleta no debe de descuidar su salud, hay cosas más importantes que ganar
-Yo debo de ser la mejor -bajo la mirada
Heechul sonrió ladino -Para mí ya lo eres.
Años después
El pequeño Hoseok de seis años y su hermanita Sana de dos miraban la televisión. Heechul llegó de la oficina, era uno de los mejores abogados y su esposa Momo una de las mejores arquitectas de la ciudad, tenían un enorme peso en los hombros pero estaba feliz
-¡Zorro no te lo lleves!-gritaron los niños
Hizo una mueca -¡Momo ¿Por qué los niños están viendo esa caricatura ofensiva para mí gente?!
La pelinegra bajo las escaleras corriendo y se lanzó a sus brazos -¡Amor volviste!
-Lo hice -sonrió embobado -Oye responde
-Vamos pequeño zorrito no te pongas sentimental -bufó caminando a la sala donde estaban los niños -Sólo son niños
Heechul la tomó en brazos haciendo que está gritara por la sorpresa. Los dos pequeños miraron a su padre con enojo y se acercaron, con la manita extendida corearon
-¡Zorro no te la lleves, zorro no te la lleves!
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Jung Heechul Alfa zorro
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Jung Momo Omega castor
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Jung Hoseok Alfa zorro
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