El Tigre Que Se Comió Al Cisne *Yoonmin/KookV/Namjin/WenHope*

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Wendy miraba fijamente los ojos de Hoseok quien trataba de mantener la seriedad de la situación, cosa que le estaba costando demasiado, porque la cara de su novia era sumamente divertida, ambos estaban a escasos centímetros de distancia, con los codos apoyados en la mesa de cafetería que sostenía sus mentones.

—¿Qué estoy pensando? —dijo ella al cabo de unos segundos.

Hoseok se mordió el labio inferior, últimamente ambos habían estado jugando con aquello, porque habían descubierto algunas ventajas de ser destinados, algo que nadie les dijo, ya que una pareja destinada al cien por ciento en esos tiempos era escasa, juntos se enfrascaron en una investigación minuciosa acerca de las almas enlazadas por el destino, descubriendo algunas cosas fascinantes y otras a las que por fin pudieron darle un nombre.

—¿Me quieres dar un beso? —levantó una ceja cosnternado, si bien, aún no podían escuchar las voces del otro, si podían sentir lo que el otro estaba sintiendo en cualquier momento, era fuerte, tanto que les era sencillo descubrir qué es lo que quería el otro, suponían que cuano tuvieran una marca las cosas se intensificarían.

—¡O por dios siiii! —gritó la rubia emocionada, dando saltitos en la silla y aplaudiendo, haciendo que algunos estudiantes le miraran como si fuese un animal de circo.

Jimin y Yoongi quienes eran lo únicos consicentes les miraron con una ceja levantada, Hoseok se daba cuenta de la gran sincronía que tenían, hacían los mismos gestos al mismo tiempo, era increíble.

—¿Qué hacen? —preguntó Jimin mientras Yoongi le cortaba en cubitos un mango.

—Son cosas secretas de destinados—dijo Wendy con una sonrisa ladina.

—Vaya, eso es exclusión-bufó el tigre al momento que le pasaba el plato a Jimin, ver comer a su cisne era tierno.

Hoseok se encogió de hombros. —Ni modo, ¿Por qué Jungkook y Tae están dormidos?

—Los osos invernan cuando hace frío—dijo Yoongi con simpleza, todos en la mesa le miraron confusos, ya que estaban en pleno agosto—. La verdad no sé la razón.

—Se la pasaron jugando en línea—explicó Jimin rodando los ojos—. Papá Baek se levantó dos veces para callarlo antes de optar por apagar el internet, lloró como bebé.

—Bueno, ellos no deberían de estar jugando en medio de la semana—dijo una voz ajena, todos miraron la aparición de SeokJin con asombro, desde que este estaba con pareja, no lo veían mucho en los descansos, ya que se la pasaban juntos—. Pero deben comer-negó antes de darles un zape a ambos en la nuca.

Tanto Tae como Jungkook se despertaron asustados, brincando en sus asientos, miraron alrededor recordando en dónde estaban. —!!¿Qué?!! —susurró Tae con un sólo ojo abierto.

—Coman algo—dijo Jin mirando su reloj de muñeca—. Ya casi es hora de entrar.

—Vaya, mira lo que trajo el lobo—bufó Jungkook, molesto por haber sido despertado de repente—. ¿El lobo libero a caperucita?

—¿Qué no el lobo se come a caperucita? —preguntó Tae con una ceja alzada.

SeokJin miró alrededor, algo creció en la boca de su estómago, nuevamente Namjoon no estaba ahí. Suspiró con discreción, al principio pensó que si no estaba cerca sería lo mejor para él mismo, no quería ver constantemente a Namjoon reavivando su amor unilateral, pensó que él estaría bien con los chicos, pero no lo veía con ellos, de hecho, en los descansos Namjoon desaparecía, todos estaban preocupados, le hablaban, incluso le buscaban por doquier, pero este no daba señales.

Todos menos Jin comprendían la razón, Namjoon necesitaba estar a solas para sanar su corazón, por eso no le molestaban, aunque sentían la ausencia, no sólo de él sino también de Jin, para el que fue más difícil dejarlo estar solo, fue para Jungkook quien quería ver a su mejor amigo sentado frente a él, respondiendo a sus comentarios sarcásticos con lógica.