El Tigre Que Se Comió Al Cisne *Yoonmin/KookV/Namjin/WenHope*

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-¿Por qué no me dijiste que hiciste que dos alfas se pelearan por ti?.-preguntó su hermana con una ceja alzada. 

-Yerin cállate.-bufó cerrando con fuerza la puertilla de su casillero. 

-Dicen que Yoongi estaba sangrando.-señaló con una sonrisa. 

-¿Y Hoseok?.-preguntó preocupada sin mirarle.

-No lo sé, pero dicen que se veía super caliente.-se encogió de hombros.-Dime hermanita ¿Qué hiciste?

-Métete en tus asuntos.-bufó dándose la vuelta. 

No era un buen día para ella, desde el día anterior estaba sintiendo una ansiedad inusual, ahora estaba segura de que sus sentimientos por Yoongi eran irreales e imposibles, ambos estaban prensados de otras personas, aún no estaba lista para plantarse frente a Hoseok, se sentía avergonzada, más aún que las miradas recaían sobre ellas, los chismes decían que era la causante de que los mejores amigos se peleraran.

Pero no pudo evitar buscarlo, como lo hacía siempre, Wendy tenía que seguir a Hoseok al menos dos veces al día, para poder percibir su aroma, en clases se sentaba cerca sólo para que el viento hiciera su trabajo, a veces le era difícil concentrarse porque en lo único que podía pensar era en él, durante años lo ocultó, sin embargo, poco a poco perdía la capacidad de control, lo necesitaba. 

Se sentía sumamente preocupada, más cuando en clases no se encontró con ninguno de los dos, Namjoon estaba en su lugar de siempre, se sentó cerca de él, a menudo miraba de reojo como movía sus dedos de forma nerviosa. 

-Deja de verme omega de Yoongi y Hoseok.-dijo con una mueca sin mirarla realmente.

-No soy omega de ninguno ¿Sabes dónde están?

Namjoon negó.-Yoongi debe de estar en la cancha de baloncesto, Hoseok en el salón de baile, siempre van ahí cuando necesitan pensar, ahora deja de verme.

Wendy asintió y se recostó en el pupitre, pensaba que hacer hasta que llego la hora de salir al almuerzo, salió en silencio, bajo la intensa mirada de los curiosos, estaba por ir a la cafetería cuando cambio de rumbo, sus piernas le dirigían a un lugar en específico, al llegar al salón de danza se detuvo, escuchó con atención las risas que provenían del interior, abrió la puerta con cuidado y espió. Hoseok estaba sentado en el escenario, frente a él estaba una chica que trataba de limpiarlo. 

Su omega despertó completamente furioso, empuño las manos y entrecerró los ojos, podía irse indignada, dejar todo atrás, pero en vez de eso entro, haciendo ruido al cerrar la puerta, dos pares de ojos se dirigieron a su persona. 

-Wendy.-dijo Hoseok entrecerrando los ojos. 

-¿Puedes dejarnos solos?.-preguntó a la chica quien le miró con molestia. 

-¿Hobi?.-preguntó esta.

-Si, Lia, ve, nos vemos después.-dijo nervioso. 

La chica se levantó a regañadientes, caminó a la salida no sin antes mirar a Wendy con suficiencia, ella le regresó la mirada, cuando se quedaron solos, nerviosa se acercó a él, bajo su intensa mirada, tomó su mochila y se acercó, se hinco frente a él, Hoseok la miró sin aliento.

-Cuando éramos niñas, mi madre hizo un remedio especial, porque siempre estábamos heridas, éramos inquietas, aún hoy en día lo usamos.-abrió la mochila y sacó un frasco azul, lo abrió y vertió un poco en el algodón limpio que estaba al lado de Hoseok.

Le miró al rostro, tenía una pequeña cortadura en su parpado superior y en el labio, además de un moratón en la mejilla, acercó la mano lentamente pero fue detenida por el alfa, quien la tomo de la muñeca, la energía eléctrica que compartieron en ese momento les dejo helados. 

-¿No deberías estar haciendo esto por Yoongi?.-preguntó como reproche, tratando de tranquilizar a su alfa que le arrañaba por dentro al estar cerca de su omega, su predestinada. 

-Yoongi sólo es mi amigo.-susurro.-¿Puedo?

Hoseok la soltó y dejo que limpiara sus heridas en silencio, ambos estaban nerviosos de tenerse tan cerca.-¿Lo sabías? Lo que somos ¿Lo tenías claro?

-No te conozco.-susurro con un sonrojo.-Hoseok ¿Cómo sabes que el destino no se equivoca?

-Porque estas aquí.-dijo con una sonrisa iluminada.-Nunca me acerqué por miedo, a tu rechazo, pensé que sólo me gustabas, pero mi alfa esta loco por ti. 

Wendy se sonrojó.-Ya no puedo contenerme, lo siento, te voy a lastimar. 

Hoseok no comprendió lo que ella estaba tratando de decir hasta que sintió sus labios sobre los suyos, suaves, con un sabor delicioso a dulce de fresa, Hoseok contuvo la espiración por unos segundos, hasta que se dio cuenta de que lo que estaba pasando no era un sueño, tomó su mejilla con cariño y le correspondió al beso, uno profundo y lleno de aquella energía que sus animales internos necesitaban, al separarse Hoseok puso su nariz en su cuello y olió el delicioso aroma a regaliz. 

-Lamento que hayas peleado con Yoongi.-susurro intranquila.

-Wendy ¿Quieres tener una verdadera cita conmigo?

Nerviosa asintió.-Si quiero. 

Hoseom sonrió, su alfa estaba dando vueltas en su interior completamente encantado de sentir su aroma cerca, mientras que el omega de Wendy ronroneaba como un gatito mimado, ellos no se conocían, pero el destino les había unido inexplicablemente y querían probar si realmente el destino no se equivocaba.