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Las chicas corrían arrastrando a Richard que estaba mal herido, debían llegar a su auto y salir de allí

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Las chicas corrían arrastrando a Richard que estaba mal herido, debían llegar a su auto y salir de allí. Johanna no dejaba de pensar en Josh y en Mario,  seguro ya estaban muertos y una sensación de culpa invadió por un momento, abrió la puerta del auto y lo encendió mientras que Susana acomodaba a Richard en la parte de atrás, no hubo vuelta atrás una vez que el auto estuvo encendido y así salieron de aquel peligroso lugar, se miró en el espejo del retrovisor sintiendo lastima por aquella chica que veía, lanzó un pequeño grito de rabia perdiéndose en la vía recordando quien era hace un mes atrás.

 Johanna no dejaba de pensar en Josh y en Mario,  seguro ya estaban muertos y una sensación de culpa invadió por un momento, abrió la puerta del auto y lo encendió mientras que Susana acomodaba a Richard en la parte de atrás, no hubo vuelta atrás ...

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Hace un mes atrás:

Los bombardeo y disparos se escuchaban en la calle, corría escapando de aquella gente loca que se lanzaba hacia las personas sin ninguna razón a morderlas, le faltaba el aire y sentía la presión de cansancio en el estómago, había discutido con su padre antes de salir de su casa, entendía bien el motivo por el cual su padre le había reclamado, y era que desde la muerte de su madre se había descarrilado de la vida, se había sumergido en un mundo el cual creía que no había salida. Llegó hasta su casa y abrió la puerta, miró hacia la cocina donde su padre le dejó una nota, había ido a trabajar, maldijo por lo bajo y salió de la casa nuevamente hacia el taller de su padre, corrió por la calle abarrotada de gente mientras aviones pasaban por encima de ella, llegó al lugar donde su papa se encontraba en el suelo estaba despierto lleno de sangre.

— ¡Papá! - gritó ella arrodillándose a su lado.

— Johanna — logró decir el hombre alzando su mano hasta su cara — hija, pensé que no te iba a ver de nuevo- suspiró el hombre.

— No, papá - las lágrimas salían de sus ojos sin cesar - lo siento mucho papá, no quería que esto pasara.

— No te lamentes hija... — su padre la miraba con ojos de amor — no te rindas nunca y se feliz, yo ya cumplí aqui contigo sobrevive a este caos — hizo un gesto de dolor y señalo hacia el hombre tirado en el suelo, era el que lo había atacado.

— Lo haré papá te lo prometo  — le dijo dandole un beso en la frente, el hombre lanzó una sonrisa para así cerrar sus ojos lentamente, atrás de ella un infectado apareció entrando hacia el taller, tomó una llave de herramienta y se levantó ocultándose tras un carro, caminó despacio hacia la salida dejando el lugar atrás.

Crónicas Z: La InfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora