Los pasos aún seguían retumbando por el largo túnel, las venas seguían observándose y cada vez se hacían más gruesas. Fue cuando llegaron al andén y notaron lo obvio, habían grandes bolsas encuvadoradoras con lo que parecía ser extrañas criaturas dentro, los chicos caminaban despacio entre el andén pars buscar una pronta salida.
- El virus está mutando - comenta Williams un tono de asombro.
- ¿Esas criaturas dentro son personas? - Pregunta Aarón observando la extraña bolsa que palpitaba.
- Es complicado... Podrían ser personas o animales dentro de ellas, es mejor salir de aquí rápido... No sabemos que podrían haber dentro de ellas.
Todos miraban las grandes bolsas, a su alrededor. Era extraño y complicado. ¿Acaso Monarca tenía que ver?. Aarón estuvo por preguntar a Williams, pero el hombre se adelantó.
- En Monarca habían encuvadoradoras especiales, con experimentos, pero no creo que estén enterados de esto..
- O capaz si... - Comenta Julio - No son tan tontos Williams. Salgamos de aquí, no quiero que despierte alguna de esas cosas.
Comenzaron a continuar el camino, debían tratar de llegar al otro andén cuando comenzaron a sentir pequeños susurros, las luces se apagaban con más frecuencia, y una fuerte brisa invadió el lugar. Era un tren que se aproximaba. Llegaron a un desvío de las vías quedando oculto, un gran tren de color negro se aproximaba, y en efecto. Las letras de Monarca se lograron distinguir, Verónica tenía que ver en esto.
Maria caminaba cada vez con un poco de dificultad, el virus comenzaba a atacar. Aunque aún no se convertiría.
- ¿Te encuentras bien? - Pregunta el moreno.
- Si, es solo que duele. Escucha Tomás, si llega a ocurrir algo continua sin mí.
- No, basta de decir tonterías. Hay que conseguir un auto. - La voz de Tomás se encontraba un poco nerviosa.
Llegaron a una calle donde una fuerte horda estaba a los alrededores, se ocultaron en un auto que estaba en el paso. Pudo observar qué no se dieron cuenta de su presencia. Tomó una granada y al momento de ir a lanzarla una fuerte ráfaga de tiros comenzó a sonar desde el cielo. Para su fortuna eran helicópteros de Arcadia. Tomás salió con su arma en mano y comenzó a disparar hacia loa infectados que caían desplomados en el suelo, María lo apoyaba atrás de el mientras se acercaban al helicóptero que descendía hacia ellos.
YOU ARE READING
Crónicas Z: La Infección
HorrorEn el año 2017 un virus se propagó por todo el continente latinoamericano, dejando así a la humanidad casi extinta, sólo unos pocos sobrevivientes se verán forzados a luchar con estas criaturas.