capitulo 3

20.7K 2.2K 1.1K
                                    

En cuanto la medimaga se recuperó del shock salió de inmediato dejando confundido al muchacho de cabello oscuro y al rubio con ganas de que se lo tragara la tierra. Cuando regresó venia acompañada de un muy silencioso Snape, lo que descolocó a ambos jóvenes.

Si Draco no hubiera conocido a su padrino habría creído que ese silencio era normal en él, pero había algo que le daba la sensación de que Snape lo sabía todo y no estaba nada contento con ello.

— ¿Cómo pudiste prestarte a esto, Draco? — dijo su padrino, en cuanto capto su mirada (por más que le rehuyó a esta). Que preguntara directamente era malo por sí mismo, que estuviera más pálido de lo normal y con la quijada apretada solo dejaba ver que estaba más molesto de lo que el rubio pudiera haberlo visto nunca, se encogió sobre sí mismo temiendo lo peor.

— No tuve elección...— dijo en un hilo de voz tan baja, rota y rasposa que de no haber visto que su expresión se relajaba habría creído que el mayor no lo había escuchado.

— No, claro que nunca la tienes. Pero Draco comprende que esto es grave...

— ¿Alguien puede decirme que sucede aquí? — De no haber interrumpido, no hubiera recordado que Harry Potter se encontraba aun ahí.

La medimaga lo volteo a ver con incomodidad, ella solo quería ayudar a la Orden (por algo estaba en esa casa de seguridad atendiendo al rubio), Snape por otro lado lo miraba con fastidio mal disimulado, Draco solo volteo a verlo para pedirle con la mirada que se callara. Cuando la medimaga iba a correrlo Severus se opuso. "esto le concierne tanto como a Draco" dijo, entonces Draco pensó que nada podía ir peor porque su padrino ya sabía de quien era el engendro que cargaba en su interior.

Pero se equivocó, claro que podía ir peor.

— Bien, joven Malfoy, tiene alrededor de seis semanas de embarazo— Todos ignoraron el jadeo de sorpresa que soltó Potter— Claros signos de desnutrición, que por suerte no afectaron a su hijo de forma irreversible, se protegía consumiendo su magia, razón por la cual su núcleo de magia está casi agotado. La recomendación profesional para salvarlo a usted y a su bebé es tomar las pociones que se le recetaran y pasar mucho tiempo con el otro padre para que este comparta su magia con usted y su hijo. Así se estabilizará su núcleo de magia y el bebé no sufrirá ningún desperfecto de salud. ¿Cómo podemos contactarlo? Por cierto, felicidades, joven Malfoy.

Cuando la medimaga termino de dar su reporte médico con una sonrisa llena de júbilo, Draco cerró los ojos unos instantes para poder procesar toda la información que la acababan de dar, además, esa sonrisa solo logró irritarlo aún más.

—¿Qué si no quiero salvar al bebé? —Menciono la última palabra con desagrado —¿Qué si no quiero conservarlo?

—Draco...—dijo su padrino como advertencia.

Fue consiente de la tensión que podía sentirse en el ambiente después de lo que dijo, supo entonces que se había pasado, solo un poco, la muerte de la sonrisa de la mujer le hizo recordar lo difícil que era para las brujas tener descendencia y sintió un ligero pinchazo de culpa al pensar que tal vez esta castaña de baja estatura deseaba mucho estar en su lugar. Muy poco profesional u objetivo de su parte, pero Draco no podía culparla. 

El aire era realmente pesado y sofocante para Draco, a pesar de solo encontrarse cuatro personas en la relativamente amplia habitación. Entonces comprendió que la medimaga no fue la única afectada por sus palabras, el padre del engendro en su interior, se levantó con una furia gélida para tomarlo con fuerza, a la altura del cuello, de la bata que traía puesta.

—Eres un cabrón Malfoy ¿Cómo se te ocurre si quiera querer deshacerte del bebé? Sabes lo difícil que es para todas las brujas de Inglaterra poder tener hijos y aun así desprecias tal oportunidad de traer vida a este mundo.

Aquella acusación dicha en ese tono de reproche, molesto demasiado al rubio, lo hizo ver rojo y desconectar su cerebro de su boca. Vete a la mierda, pensó iracundo 

—Claro júzgame como siempre, Potter. Hazle un favor al mundo y baja del pedestal en el que siempre te tuvo Dumbledore. No todos nos sentimos realizados cuando formamos una familia, ¿Sabes por lo que tuve que pasar para tener esta cosa dentro de mí? Yo no quería por nada del mundo tener esto, pero si el perfecto Harry Potter cree que pude venir aquí a joderme con que me haga cargo de esta... esta abominación estas muy equivocado, imbécil.

—¿Cómo puedes siquiera referirte así hacia tu propio hijo? —Respondió incrédulo el moreno, ignorando todo lo demás que el embarazado dijo, al parecer, haciendo enojar aún más a este último.

—Me estas jodiendo ¿no? Cuando te hayan abierto el vientre para meterte un montón de mierdas que queman todo en tu interior, cuando hayas llegado a sentir que todo en ti se derrite y vuelve a construirse sin que te permitan desmayarte por el dolor, cuando no puedas comer nada sin vomitar y por eso dejen de darte comida, cuando no puedas dormir con tranquilidad porque recuerdas una y otra vez el jodido ritual con el que te premiaron, entonces vienes y me juzgas, jodido imbécil. —No supo en qué momento de todo su vomito verbal comenzó a llorar, pudo darse cuenta del silencio en la habitación y los sorprendidos ojos verdes que no le quitaban la vista de encima y quiso echarle toda la culpa al engendro dentro de él, el hecho de que se mostrará débil ante el enemigo.

— ¿No debería discutirlo con el padre primero? —Pregunto en un susurro la medibruja. Tenía los ojos llorosos, pero trataba de mostrarse profesional.

—Yo no soy nada para el padre, además hasta hace poco él no sabía nada, así que, si debo de escoger entre salvar a esta cosa dentro de mi o salvarme a mí, me escojo. —Replico el rubio dirigiéndose a la medimaga pero observando con tal intensidad al chico que aún no soltaba su agarre (aunque era más flojo desde que había comenzó a hablar) que se removió incómodo.

—Me temo Draco, que eso será imposible. Si el bebé muere, el señor tenebroso tratara de venir por ti, y la orden no dudara en dejarte en bandeja de plata para él. Eso sin contar que en este punto y en tu estado de salud es muy peligroso interrumpir tu embarazo —La intervención de su padrino lo dejo pálido del miedo.

Eso quería decir que no podía deshacerse del engendro si quería seguir viviendo. Lo que era peor, tendría que convivir constantemente con el otro padre para poder sobrevivir eso quería decir que...

—No, padrino dime que no. Debe haber otra manera, al menos una en la que no tenga que convivir con el idiota del padre...

—Me temo joven Malfoy que es primordial que conviva con el padre para poder llevar a término el embarazo sin peligro ni contratiempo.

—No entiendo, ¿Quién demonios es el padre que no quieres verlo ni en pintura?

La pregunta hecha por un confundido Potter tuvo diferentes reacciones, una de acuerdo por parte de la única mujer de la habitación que también quería saber, pero el profesionalismo no la dejaba preguntar. Exasperación por parte del rubio que estaba en la cama al que Harry ya había soltado y una cara llena fastidio por parte del pocionista, como si hubiera hecho la pregunta más estúpida del mundo.

—Su nombre es Harry Potter. —dijo de forma directa el actual director de Hogwarts. El moreno casi se echa a reír de no ser por las caras serias de los dos hombres. El jadeo de la medibruja al comprender la seriedad del asunto fue el pie para que se desmayara.

Draco solo podía pensar en lo mal que estuvo al creer que nada podía empeorar.

Su punto débil Harco (m-preg)Where stories live. Discover now