capitulo 8

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Hermione y Draco hablaban sobre libros y bebés, de libros sobre bebés y sobre embarazos. Gracias a estos fue que la castaña pudo acercarse un poco al ojigris.
Y ya que el chico la estaba dejando acercarse y ella era muy observadora pudo notar algo que seguramente nadie había notado.
A Draco le gustaba Harry y Harry estaba celoso de que Draco hablara con ella.

—¿Sabes que le está pasando a Potter? — Pregunto una tarde el rubio, ambos se encontraban en la biblioteca y aunque la castaña sabía que le pasaba a su amigo (era tan obvio que hasta Ron parecía notarlo) no tenía claro si decirle o no al chico, no sabía cómo iba a reaccionar y no quería perder los avances que ya tenía, así que solo alzó una ceja de forma interrogativa fingiendo ignorancia. — La mitad del tiempo parece como si quisiera reclamarme algo y la otra mitad solo me observa, es incómodo.

—Creo que solo no sabe cómo tratarte.

El rubio se quedó en silencio rumiando lo que le dijo, su rostro no reflejaba más que la fatiga que le acompañaba desde hacía un par de días, pero sus ojos reflejaban confusión y otra emoción que Hermione se atrevía a denominar como atracción hacia Harry, pero no estaba segura. Prefería no interferir, no ahora, si los dos seguían igual de obtusos y tercos ya vería que hacer, mientras tanto había quedado con Ron para unas clases de piano.

*****

Draco se veía un poco más cansado de lo habitual, en opinión de Harry era porque este se la pasaba horas en la biblioteca cuando debía de estar cerca de él al llegar al tercer mes de embarazo porque (según la sanadora que atendió al rubio la primera vez) necesitaba de su magia más que nunca si no quería estar fatigado todo el día. Pero claro que el rubio prefería otras compañías.

Interrumpió su línea de pensamiento tan pronto como se trunco para ese camino, no sabia cuanto tiempo más podría suprimir los celos que lo embargaban de repente varias veces al día. Ni siquiera entendía muy bien porque los sentía, no le gustaba. Pero menos aun le gustaba la tensión e incomodidad que se creaba cuando estaban los dos a solas, ya no podía soportarlo.

—¿Por qué no tratamos de ser amigos? Ese bebé es nuestro al fin y al cabo, y no creo poder continuar con la tensión que nos rodea. —Ofreció Harry extendiendo su mano para que fuera estrechada.

Draco analizo las palabras del pelinegro durante lo que pareció una eternidad, parecía francamente sorprendido con el ofrecimiento tan repentino, el moreno se sentía al borde de un colapso hasta que estrecho su mano asintiendo con la cabeza.

— Si ya somos amigos... ¿Podemos dormir abrazados? Le haría bien a tu engendro.

Harry se recostó bastante aliviado con el resultado de su impulsiva decisión, dejando un espacio para que el rubio se acomodara entre sus brazos, en cuanto lo hizo puso su brazo izquierdo sobre el abdomen ligeramente abultado del chico.

A pesar de que sintieron un revoloteo emocionado al estar así, ambos fingieron que solo lo hacían por el bebé con más o menos éxito.

*****

Eran las tres de la mañana y Draco tenía antojo de una gran manzana verde, por lo general tenía antojos a horas más prudentes del día, aunque fueran cosas extrañas, Granger decía que era normal pero eso no le iba a quitar el antojo a esas horas.
Dio otra vuelta en la cama y observo el perfil de Potter, sintió un revoloteo en su estómago al ver su rostro tan cerca y con esa expresión tan serena; vio su silueta en la oscuridad, pensando en lo atractivo que le parecía, sintió su mano sobre la cintura, antes de que esos pensamientos lo consumieran y no pudiera seguir ignorandolo llegó a la conclusión de que él debería ir por su manzana, total, había estado toda la semana corriendo de un lado a otro para cumplir sus antojos, además ya eran amigo ¿No? Era su deber.

—Potter... hey despierta— Hablo en voz baja, no pareció funcionar. Se acercó un poco al rostro del chico para taparle la nariz, tanteo un poco con sus dedos, sintió la forma de su barbilla un poco de sus pómulos y delineó los labios, tal vez si...

—¿Draco?— susurro adormilado el pelinegro, sobresaltando al otro chico (quien ya estaba bastante afectado con sus anteriores intensiones).

—Tengo antojo de una manzana verde, ve a traermela— dijo en voz baja y un poco a la defensiva.

—¿Tan tarde?

El rubio solo alzó una ceja y aunque el otro no podía verlo en la oscuridad tomo su silencio como respuesta porque suspiro y se levantó de la cama. Una vez solo y sentado en la cama, el ojigris reflexionó sobre lo que casi ocurría, por un momento la idea de besar a Potter no le desagrado, por el contrario le atrajo.

Estuvo apunto de besar a Harry Potter.

El embarazo y el encierro lo estaban volviendo loco eso es, debía ser eso, no estaba dispuesto a aceptar sospesar otras opciones. Cuando el moreno volvió con su manzana había controlado el casi ataque de histeria que iba a sufrir pero ya no tenia apetito, más bien sentía un nudo en la garganta que no le permitiría tragar nada, aun así mordió la fruta para aparentar tranquilidad. No funciono.

—¿Estas bien? 

No, no estaba nada bien.

—Por supuesto que si, ¿Por qué la pregunta? 

—Pareces nervioso, ¿No querías eso? o ¿Es que te esta molestando el bebé?— Parecía genuinamente preocupado, el rubio no sabia como sentirse, lo trataba así desde que se habían vuelto amigos y lo confundía porque provocaba muchas sensaciones en las que no quería ahondar.

 —No es solo... es todo, el embarazo, la guerra, estar encerrados aquí...—Dijo una parte de la verdad el rubio. 

Potter se quedó callado tanto tiempo que creyó que no contestaría, pero lo que hizo fue buscar su mano en la oscuridad y darle un apretón de forma reconfortante.

—A mi también me pasa a veces, pero te prometo, Draco, que no les pasará nada a ti o al niño que llevas dentro. Haré todo lo que esté en mi para evitarlo.

Había tanta seguridad y convicción en su voz que el rubio estuvo seguro de que si, cumpliría su promesa. Quería creer fervientemente en él.

Pero Draco aprendió que hay promesas, que a veces, son imposibles de cumplir.

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No me resistí y lo publicó ahora aunque no sea lunes xd

Gracias por leer y perdón los errores ortográficos.

Su punto débil Harco (m-preg)Where stories live. Discover now