capitulo 14

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Harry siente que el último mes de su vida a pasado como un borrón de sucesos desastrosos que observa como si fuera una película y él fuera un simple espectador en lugar del protagonista.
Empezó cuando Ron y Hermione se fueron de Grimmauld place y él decidió sucumbir al llamado del guardapelo, cansado de estar decaído. El collar lo hacia sentir bien, poderoso; no se lo quito porque lo hacia sentir bien y fuera de Draco y el bebé, últimamente muy pocas cosas lo hacían sentir así.

Pero el rubio comenzó a ponerse evasivo con él, no entendía porque, lo sentía tenso entre sus brazos, que no correspondía bien a sus besos. Una voz llena de malicia le susurraba que el rubio había estado fingiendo que lo quería todo el tiempo, no lo creía por supuesto, pero una noche el rubio le dijo que ya no podían dormir juntos y estaba más distante que nunca y ya no supo en que creer. Estuvo trastornado ahora lo veía, patéticamente manipulado por una joya y Draco había salido herido por su debilidad.

Comenzó a atacarlo con palabras hirientes, creía en las estupideces que esa voz maliciosa le decía, que habría estado mejor con sus amigos, por qué no había ido con ellos en primer lugar, y en un punto olvido el objetivo de todo.

Salió de la casa hecho una furia, en el fondo sabía que estaba haciendo mal que debía volver y pedirle perdón de rodillas al rubio; pero tan solo siguió caminando, busco un lugar para aparecerse y llego a la madriguera. Lo recibieron un Remus Lupin y una Molly Wesley muy recelosos, luego de un interrogatorio bajo veritaserum (aunque teóricamente solo el ministerio debería contar con esta poción), fue recibido con gran alegría y cuestionado sobre el paradero del rubio. Harry solo dijo que seguía en Grimmauld place a salvo y que había quedado para reunirse con los chicos, Remus no parecía muy convencido con eso último, pero aun así le entregaron el traslador que estos dejaron para encontrarlos.

Llego a un bosque que no reconoció y camino un largo rato hasta que se topo con unas protecciones, sus amigos casi lo matan por creerlo un intruso, luego lo interrogaron y después de alegrarse de verse de nuevo le preguntaron que hacia ahí y donde estaba Draco.

—Harry James Potter, como demonios se te ocurre dejarlo solo en un momento tan crucial del embarazo, ¡y después de una pelea! ¡Dios, podría haber muerto!— Decir que Hermione estaba molesta era un eufemismo. Pero Harry aún no se quitaba el collar y saco el veneno que este le estaba inyectando en el cerebro.

Furioso salió de ahí, camino sin rumbo hasta que un resplandor casi fantasmal lo distrajo, un patronus. Una cierva para ser exactos, él la siguió con la varita bien sujeta. Llegó a un lago, donde otro resplandor diferente llamo su atención, ahí al fondo de ese lago estaba la espada de Gryffindor.

Los sucesos después de eso son un borrón para Harry, lanzarse de forma impulsiva al lago, casi morir ahogado por culpa del guardapelo, ser salvado por su mejor amigo (quien lo había ido a buscar después de su discusión con Hermione), destruir el Horrocrux y darse cuenta de que fue un maldito con sus amigos, y peor aún, con Draco. Se disculpo con la castaña en cuanto volvieron al campamento, ella aun un poco herida acepto sus disculpas y lo dejaron integrarse al grupo.

—Bill y George han ido a buscar no muy lejos de aquí hace menos de una hora, me sorprende que no te los hayas topado.

Cuando ambos volvieron y después de saludar a Harry dijeron que no habían hallado a Fred pero creían ir por buen camino. Aun así tardaron otros dos días en encontrarlo, en una cabaña abandonada, inconsciente y casi muerto por deshidratación, Bill y George se apresuraron a tratar de regresar a la madriguera de una forma segura para su moribundo hermano.

El trío de oro decidió que era momento de separarse y continuar con su otra misión. Después de meses y con solo dos Horrocrux restantes era momento de seguir con su búsqueda. Lamentablemente no pudieron seguir mucho antes de ser emboscados por carroñeros. Hermione le alcanzo con un hechizo que lo hizo sentirse un poco atontado, pero nadie parecía reconocerlo así que se hizo una idea rápida de cual era la intención del hechizo.

Estaba nervioso y ligeramente asustado de lo que les pasaría, pero lo que sintió cuando vio al rubio en la mansión no tuvo punto de comparación, estaba sumamente delgado y apenas se sostenía en pie, su cabello estaba sucio y había perdido brillo, sus ojos se veían opacos y sin vida, solo un reflejo de angustia, miedo y asombro parecieron traerlos a la vida y esto fue solo un momento antes de volver a cerrar su mirada.

No podía creer que Draco estuviera ahí, una ola de culpa lo invadió de inmediato, no debió dejarlo solo. Bellatrix exigió que el rubio los reconociera y Harry se convenció de que, con suerte, ya habría tiempo después para dejarse ahogar por la culpa.

—Velo bien, Draco ¿Es él?

—No lo sé, de todas formas ¿Qué le paso en la cara?

—Si, ¿Qué le paso en la cara?— Cuestionó el patriarca Malfoy.

—Un hechizo punzante, ¿Quién lo hizo?— los carroñeros negaron intimidados al siseo de Bellatrix— ¿Fuiste tú querida?

La mortífaga tomo la cara de Hermione con bastante fuerza, desvió la vista solo un poco y sus ojos se toparon con la espada de Gryffindor. Su rostro perdió color, presiono con más fuerza el rostro de la castaña.

—Lleven a estos dos a las mazmorras, tendré una conversación con ella, de chica a chica… ¡y tú! Asquerosa escoria entrégame esa espada.

El carroñero que la tenía se iba a negar, pero bastó un movimiento de varita por parte de Leastrange, para que el hombre sangrara de nariz, ojos, boca y oídos; cayó  muerto a los pocos segundos, sus compañeros se retiraron con bastante rapidez llevándose el cuerpo, dejando la espada en el suelo, no parecía ser la primera vez que hacía algo parecido.

Colagusano (quien sabía que no debía irse si había prisioneros), los hizo levantarse y caminar hacia unas escaleras que Harry recorrió una vez hace varios meses, cuando rescató a Draco de esas mismas mazmorras donde sería encerrado.

Estuvieron unos instantes en silencio, digiriendo la situación y pensando que hacer ahora, hasta que escucharon los gritos, gritos desgarradores de un tono de voz terriblemente familiar.
Ron en frente suyo perdió color, corrió a la puerta de hierro y forcejeo con ella, grito furioso cuando no pudo ni moverla.

—Tenemos que salir de aquí.

—Lo sé Ron, solo no sé cómo…
El pelirrojo iba a replicar, con los ojos desorbitados, parecía que se encogía del dolor con cada grito que daba Hermione.
—¿Harry?—Una voz femenina le llamo, la chica se fue acercando y el moreno la reconoció de inmediato.

—Luna, ¿Qué haces aquí?

—Oh, llegaron a mi casa hace unos días, estoy aquí desde entonces. El señor Ollivander tiene una conversación interesante.—Era reconfortante ver (lo poco que podía aún con el efecto del hechizo punzante) que la rubia seguía con su tono soñador, como si no estuviera prisionera.

Estuvieron caminando como leones enjaulados, con cada nuevo grito el pelirrojo se ponía un poco más furioso y ansioso. Harry no sabía que hacer, no había otra salida que la de las escaleras y no tenían varitas.

—Si tan solo tuviéramos forma de aparecernos…

—Oh creo que solo los elfos pueden.

Harry había olvidado que su rubia amiga estaba ahí, la desesperación lo estaba consumiendo, pero ella no era una Ravenclaw por nada, con aparencia serena apresar de los gritos, le estaba otorgando la salida que necesitaban.

—¿Cómo dices Luna?

—Los elfos, a veces nos traen la comida, aunque no pasan mucho por aquí…

El moreno le dio una mirada llena de esperanza a su mejor amigo, este se la devolvió con un brillo casi maníaco. Llamo a Dobby, una, dos veces a la tercera su chillona voz le respondió a sus espaldas.  Volteo tan rápido que se mareo.

—¿El señor Harry Potter me necesita?

—Si Dobby, necesito que nos saques a todos de aquí.

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Se me hizo tarde xd

Pero fue por una buena causa, técnicamente el fic está terminando. Por lo que estaré actualizando diariamente, no lo pongo todo de uno porque aún me falta el epílogo.

Gracias por leer, hasta mañana :3

Su punto débil Harco (m-preg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora