capitulo 12

14.5K 1.4K 252
                                    


Fue la semana y media más larga y rápida de su vida. Trato de pasar el mayor tiempo posible cerca de su mejor amigo, atesorando todos sus momentos juntos; Draco estuvo un poco molesto por ser ignorado, pero en el fondo entendía lo que sentía el moreno así que lo dejo pasar.

Aunque era complicado, ya que sus amigos acababan de empezar su noviazgo y buscaban tiempo a solas. Se alegraba por ambos, pero era incómodo estar en frente de ellos cuando empezaban con sus arrumacos, eran más empalagosos que él y Draco. Pero al final había llegado el momento en que Ron se iría.

—Me iré con Ron.

Si Harry no conociera lo leal que podía llegar a ser su amiga le habría sorprendido esa declaración en el almuerzo del día de la partida del pelirrojo. Pero lo único que sintió fue culpa, por no ofrecerse a ir con ellos, por tener que quedarse.

Al anochecer los cuatro fueron a la puerta principal (se aparecerían afuera) para despedirse, y por mucho que separarse fuera necesario, el trío de oro se despidió de una forma amarga.

—Mione irá conmigo, tú te quedarás aquí con tu enamorado hasta que dé a luz —El pelirrojo hizo una mueca por lo raro que sonaba eso— y nos volveremos a ver más pronto de lo que crees.

Se dieron un gran abrazo y el pelirrojo fue a despedirse del Slytherin, a Harry le habría gustado prestar atención a la incómoda despedida, pero estaba más ocupado despidiéndose de su mejor amiga

—Estaremos bien— dijo la castaña cuando lo abrazo, se separaron sin soltarse del todo. —Está bien, no te sientas culpable por no venir, Draco te necesita más, nadie te lo tendría en cuenta si no vienes; además, tu magia está siendo bastante gastada por tu bebé, sería peligroso para ti venir en ese estado.

Lo sabía, demonios que lo sabía, su amiga podía leerlo como a uno de sus libros. se sentía más cansado con forme avanzaba el embarazo; pero eso no quitaba el dolor que le causaba tener que separarse de sus amigos, quedarse a salvo en esa casa cuando sus amigos iban a arriesgar sus vidas por alguien que consideraba de su familia. Era devastador, pero tendría que vivir con ello y rogar a cualquier deidad para que sus amigos volvieran sanos y salvos. Y trataría de no sentirse culpable, como le pidió su amiga.

Al final deseándose lo mejor, pidiendo volverse a ver con la mirada, los dos Gryffindor se fueron del número 12 de Grimmauld place. Harry se quedó junto a la puerta cerrada, viendo el lugar que sus amigos acababan de abandonar.

Sintió más que vio al rubio a su lado, no lo abrazo, lo cual Harry agradeció (sabía que se pondría a llorar si lo abrazaba) solo alzó su mano y acaricio de forma reconfortante los cabellos de su nuca. Después de un rato así, El moreno hablo.

—Es solo...nunca nos hemos separado.

Draco solo estuvo ahí, en silencio, haciendo figuras aleatorias con su cabello. Y Harry se sintió afortunado de tenerlo a su lado.

*****

Cuando Draco era un niño, después de mucho rogar, su madre le permitió cuidar de un rosal, él solo lo hizo germinar, ni su madre o algún elfo intervino, el rubio no lo permitió. Este rosal creció hasta que después de un tiempo florecieron hermosas rosas; pero un día la planta simplemente murió.

Lloro como nunca, su madre lo consoló diciendo que tal vez la dejo mucho tiempo al sol o a la sombra, le puso mucha agua o muy poca.

Ese fue el día que Draco Malfoy aprendió que a veces, aunque todo parezca ir bien, siempre se puede arruinar sin previo aviso; como su rosal o lo suyo con Potter.

Su punto débil Harco (m-preg)Where stories live. Discover now