capitulo 7

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Draco siente confusión nada más abrir los ojos la mañana siguiente al incidente de la biblioteca, contrario a lo normal es la primera mañana sin nauseas en semanas. También es la primera mañana que tiene bajar a comedor porque el elfo no le llevó su desayuno a la cama como siempre.

Al llegar y encontrar a los adolescentes que cohabitan con él, solo siente la confusión crecer y ganas de volver a la cama.

—Buenos días, Malfoy, ¿Tuviste náuseas? Lamento no esperar a ver si seguían los vómitos pero me tocaba preparar el desayuno.

Aunque no era raro despertar a veces sin Potter al lado si era la primera vez que se disculpaba por ello, los otros dos en la habitación también le saludaron amablemente, el rubio frunció el entrecejo y se puso tenso, en guardia. Aquella actitud era extraña.

Sin más respuesta que un movimiento de cabeza, el ojigris se adentro a la habitación como quien entra a una cueva llena de depredadores que no desea alterar, esto por supuesto incomodo a los otros chicos que, aunque esperaban una actitud parecida, no sabían bien como actuar. 

Desayunaron en ese tenso ambiente hasta que Draco se levanto, pues ya había terminado, agradeció la comida en un murmullo apenas audible y se retiro tan rápido como pudo. Los chicos continuaron unos momentos en silencio hasta que el moreno dejo caer dramáticamente su cabeza sobre la mesa. 

—Dios, eso fue terriblemente incomodo. 

—Esto es lo que pasa cuando tratas de ser amable con el hurón. —Respondió un poco desdeñoso el pelirrojo, entre bocado y bocado.

—Hay que ir poco a poco, no podemos contrarrestar seis años de odio y semanas de indiferencia con un gesto amable en el desayuno. —Trato de levantar los ánimos Hermione— Además estamos hablando de una serpiente, son desconfiados por naturaleza.

Harry se permitió no perder la esperanza tan rápido porque si en algo podía creer en esta vida era en que Hermione siempre tenia la razón.

*****

Claro que cuando Hermione dijo poco a poco, el moreno no creyó que en verdad todo fuera tan poco a poco.

Después de que Draco huyera en la mañana, no lo vio hasta la cena, donde todos trataron de sacarle tema de conversación, incluso Ron quien era el que menos fe tenia en toda esa empresa de incluir al rubio. Pero cada intento era fallido, no hablaba a menos de que le preguntaran directamente y eran respuestas cortas y concisas. Los siguientes días no fueron muy diferentes.

A la hora de ir a dormir una semana después del incidente en la biblioteca, el rubio se acostó dándole la espalda lo mas pegado a la orilla de su  lado de la cama y apenas respondió al buenas noches del moreno.  Apago las velas que iluminaban la habitación acostándose también, se mantuvo un extraño silencio hasta que Harry ya no pudo más con el y opto poner las cartas sobre la mesa, al más puro estilo Gryffindor. 

—¿Sabes? Podrías intentar aceptar nuestros acercamientos, solo estamos tratando de que las aguas estén tranquilas, pasaremos aquí al menos otros siete meses, ¿No es mejor tener una buena convivencia?

Draco se quedo callado durante tanto rato que Harry pensó que ya se había dormido 

—¿Esto es por lo de la biblioteca?—El moreno se quedo en silencio, lo que era ya una respuesta —No tienen que hacer nada, tu engendro esta bien, no importa lo que me pase a mi, así que ahórrense su lastima y terminen este teatrito de querer ser mis amigos. 

El silencio volvió a envolverlos un largo rato hasta que Harry volvió a hablar.

—No es nada de lastima, lo que paso en la biblioteca solo nos hizo darnos cuenta de que estábamos cometiendo un error al tratarte así y queremos remediarlo... yo quiero remediarlo, quiero hacer las cosas bien. Y nunca me permití conocerte y me gustaría cambiar eso... 

El rubio ya no respondió. 

*****

Harry y sus amigos estaban dispuestos a seguir intentando acercarse al rubio los días siguientes sin muchos resultados. Aunque poco a poco el chico dejo de verlos como si fueran animales extraños de los cuales cuidarse, lo que ya era algo, pero seguía con la guardia tan en alto que era imposible acercarse. 

Un día mientras buscaba a Hermione para hablar sobre los horrocruxes y sobre cambiar su estrategia para acercarse al rubio, encontró a este último en un sillón posicionado de tal forma que los rayos del sol daban de lleno al chico que leía ajeno a su entorno. La luz solar hacia brillar el cabello platinado de tal forma que parecía tener mil tonos diferentes de amarillo y a la vez lo hacia ver blanco. Todo él parecía más pálido expuesto a esa luz pero a su vez más brillante, como si algo cálido irradiase de su ser y lo incita a ver más, y mientras más veía, más detalles que antes no había notado lo llamaban. Nunca se había parado a ver realmente a Draco Malfoy y bajo esa luz, en esa pose, con esa expresión de paz en su rostro, Harry pensó por primera vez, en lo atractivo que era. 

Esa resolución, perturbo al moreno ¿Qué rayos estaba pensando? Se alejo de ahí aun conmocionado, tratando de no llamar la atención del rubio.

*****

La primera en poder acercarse al Slytherin fue Hermione. 

Harry no se explicaba porque aunque se imaginaba cual fue la causa, ellos dos pasaban mucho tiempo en la biblioteca, solos, algo tendría que haber pasado en alguna de esas tardes. Ese último pensamiento hizo que un extraño peso se asentara en su estómago que no se supo explicar. 

Desde que llego a la conclusión de que Draco Malfoy era atractivo no pudo dejar de notarlo, como una venda que había caído de sus ojos y no sabía que hacer con esa verdad que ahora se le revelaba, él solo sabía que le intrigaba saber más, ver más. 

Y Draco solo hablaba con Hermione. 

Su amiga hablaba tranquilamente con el rubio con cada vez más confianza, y no podía entender porque le molestaba tanto, ese había sido el plan desde el principio: que alguno de los tres se acercara al rubio para que no se sintiera tan solo. Pero aun con eso lo único que su mente procesaba era una pregunta que se repetía en diferentes variaciones, ¿Por qué con ella si y conmigo no? ¿Acaso no tenían más cosas que compartir ya que iban a ser padres? ¿Era por que se odiaban? Harry no sentía mucho odio hacia Malfoy últimamente, ¿sería que él si? en cierto sentido era lógico, esa conclusión hizo que el peso en su estómago fuera más. 

¿Por qué ella si y yo no? Verlos hablar con tanta confianza, intercambiando libros lo estaba molestando, porque en realidad tenían muchas más cosas en común de las que el moreno quería admitir y mientras más lo pensaba, más cosas encontraba. Sintiendo ya totalmente insoportable el peso en su estómago y sumamente molesto con su mejor amiga por una razón que no lograba entender salió de la habitación donde estaban todos en ese momento. Solo tenía ganas de ir a otra parte totalmente lejos o de regresar y apartar a la castaña del chico a como diera lugar. 

Totalmente abrumado por sus emociones llego a su habitación y se tumbo boca abajo ahogando un grito de frustración en la primera almohada que encontró (que era la de Draco), abrazado a esta, se pregunto porqué le había molestado tanto la escena, se supone que ese era el plan,  ¿O no? Le había molestado que fuera Hermione la primera en acercarse al rubio ¿Por qué? 

Avergonzado consigo mismo enterró nuevamente la cabeza en la almohada, inhaló profundo y suspiro, tratando de ignorar lo bien que olía la almohada, se dio cuenta de lo ridículo que estaba siendo y agradeció que ninguno de los habitantes de la casa se diera cuenta. si no me conociera, se dijo con humor, pensaría que por un instante estuve celoso de Hermione. 

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Pobre Harry, no sabe ni que quiere. 

Por un momento el vato estuvo shipeando el Dramione D:

Gracias por leer y perdón por los errores ortográficos 

Su punto débil Harco (m-preg)Where stories live. Discover now