Me enamore de mi mejor amigo pero que crees ¿que esta es como cualquier otra historia? ¿Que es como en los cuentos de hadas que siempre es correspondido? Pues no, está es la realidad y tengo que afrontarla aunque duela.
No lo tenía tan complicado co...
Acabábamos de llegar al boliche, como nosotros éramos "famosos" por así decirlo nos hicieron pasar por otra puerta que iba directo a la parte VIP.
Llegamos y con Mica fuimos directo a sentarnos a los sillones ya que estaba bastante pasada de alcohol y se tambaleaba.
—Matu bebesito saquemosno una foto para subir—empezó a decir mientras me dejaba besos por toda la cara.
Asentí y rápidamente sacó su celular para tomar la foto.
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—Mica estás en pedo boluda—dije al ver cómo tambaleaba y se reía de cualquier cosa.
—No me tire un pedo, vos te tiraste un pedo—dijo y soltó una carcajada que me contagió enseguida.
—Voy a buscarte agua quédate acá—ella asintió y yo me paré para dirigirme a la barra a pedir un poco de agua para tratar de bajarle un poco el alcohol.
—Hola lindo—escuche una voz atrás mío y me giré para ver de quien se trataba.
—Hola Nicky—dije cuando la vi.
Se me quedo mirando unos segundos sin decir nada con la mirada clavada en mi. Al ver que no tenía intensiones de hablar me dispuse a seguir caminando hacia la barra pero me freno agarrándome del brazo y dándome vuelta. No llegué a reaccionar cuando ya tenía su boca pegada a la mía, ni bien sus labios impactaron con los míos no reaccioné pero a los segundos ya tenía mi boca abierta dándole paso a su lengua.
Se sentía bien, para ser sincero se sentía como cualquier otro beso que ya haya dado, nada nuevo.
Después de unos minutos besándonos y jugando con nuestras bocas me separé.
—tengo que ir que deje a Mica sola—le dije en un tono bastante elevado debido a lo fuerte que estaba la música.
—Dale después nos vemos—me contesto para luego girarse e irse.
Me encamine a la barra a buscar lo que realmente había venido a hacer: el agua.
Una vez que tenía está en mis manos volví a los sillones en busca de mi amiga.
—Toma Mica—dije esquivando a las personas que pasaban por ahí.
No obtuve respuesta de su parte y una vez que pude pasar entre toda la gente me encontré con los sillones vacíos.
LA PUTA MADRE.
Empecé a mirar desesperado para todos lados pero no la veía por ningún sitio, le pregunté a los chicos si sabían algo y todos me dijeron que no la habían visto irse.
Ya empezaba a transpirar y los nervios se apoderaban de mi, le llegaba a pasar algo y no me lo iba a perdonar nunca, si no me hubiera quedado chapando seguramente ahora no estaría en esta situación.
