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Me desperté por los gritos de mi vieja, eran las 6:30 y tenía que estar en el aeropuerto de Ezeiza a las 8:30, descontando que tenía como una hora de viaje me quedaba muy poco tiempo para arreglarme.
Rápidamente me levante de la cama y me dirigí al baño a hacer mis necesidades y empezar a arreglarme. Me planche el pelo y me hice un rodetito en la parte de arriba de la cabeza, me puse un poco de base, corrector y rímel y ya estaba lista.
Volví a mi habitación y saqué del placar una remera blanca junto con una calza negra para estar más cómoda y las air for en los pies.

—¿no te olvidas nada?—pregunto mi vieja por décima vez.

—No ma, ya revise veinte veces—dije suspirando, esta señora estaba más nerviosa que yo.

Desayunamos todos juntos hablando del viaje y escuchando a mi viejo dándome sermones de como tengo que cuidarme, de que no vaya sola a ningún lado y que cualquier cosa les avise a los padres coordinadores. Y para los que no saben, como padres coordinadores de mi curso van Macarena (mamá de Agustín) y nada más ni nada menos que Pedro Palacios.

—Bueno vamos que se hace tarde—dijo mi viejo levantándose de la mesa y yendo hasta el garage donde guardaba el auto.

—vamos vamos ¿no te olvidas nada no?—volvió a preguntar mi vieja.

—Noooo—rodee los ojos.

—Bueno che estoy nerviosa—dijo dejando un beso en mi mejilla y saliendo de la casa.

Con la ayuda de mi hermana agarramos la valija y la subimos al auto. Una vez que ya estábamos todos con los cinturones mi viejo arranco el coche y se dirigió rumbo a Ezeiza.

El transcurso fue bastante largo, y más teniendo el cuenta la cantidad de tráfico que había a esta hora, tardamos más de lo que imaginábamos pero finalmente llegamos.

Bastó que cruzara la puerta para ya ver a todos mis compañeros sentados en el piso charlando y tomando mates.
Estaba por ir a sentarme con ellos pero me detuve al ver a Pedro con Emilio y Juliana. Con un poco de vergüenza me fui acercando a saludarlos, por más que yo haya perdido relación con Mateo ellos no tienen nada que ver y siempre fueron como unos segundos papás para mi.

—Princesa tanto tiempo—me abrazo Pedro cuando me vio haciendo que pierda toda la vergüenza que tenia hacía unos segundos.

—Pepe—lo abrace—¿como andan?—me separé para saludar a Julia y levantar en mis brazos al menor—Enano te extrañe.

—Yo también Mica ¿por que no viniste más a casa?—pregunto haciendo puchero.

—Estuve muy ocupada—mentí.

—¿como andas Mica?—me pregunto Pedro con una sonrisa.

—Bien, todo tranquilo por suerte. ¿Ustedes?

—también, te extrañamos mucho por casa—pasó su mano por mis hombros y me atrajo hacia él—yo se que te peleaste con el trueno pero a nosotros nos podes venir a visitar igual.

—Tenes razón, un día voy a tomar unos mates con vos—le devolví la sonrisa y me separé—bueno me voy yendo con los demás, por allá—señalé cerca de la entrada—están mis viejos.

—Ah dale ahora vamos a saludarlos—contesto con una sonrisa y me aleje.

Fui hacia donde estaban todos mis compañeros y me senté con ellos entre medio de Agustín y Marcos.

—¿que ondaa?—dije dejando un beso en la mejilla de Agus.

—estoy re feliz boluda, no lo puedo creer—dijo atrayéndome hacia él bajo la atenta mirada de todos.

Enséñame //Mateo Palacios//Trueno Where stories live. Discover now