23

11.7K 594 554
                                    


Me levante apurada, no había escuchado el despertador y ya se me estaba haciendo tarde para ir al colegio.

Me puse el informe, me peine y baje rápido las escaleras. Me hice una chocolatada y la tomé con galletitas oreo.

—Vamos vamos que es tarde—grito mi viejo que para nuestra suerte hoy no trabajaba asi que nos podía llevar.

Agarre la mochila con todas las cosas y salí para subirme al auto.

(...)

Ultima clase y ya nos íbamos.

Me senté toda la mañana con Agustín ya que con Mateo seguía peleada todavía, después de clases habíamos quedado en ir para su casa para hablar.

—¿Estas ocupada hoy?—habló Agus sacándome de mi trance.

—Eh?—pregunte desconcertada.

—Si estás libre hoy a la tarde—dijo guardando las cosas en su mochila.

—Ah no perdón, quede con Mateo—su sonrisa se fue borrando—pero que te parece mañana?

Agustín me caía muy bien y me daba cosa que siempre que me invitaba yo no podía por hacer algo con Mateo.

—Dale si—dijo con una hermosa sonrisa—nos vemos Mica—me saludo y salió del aula porque ya había tocado el timbre.

Empecé a caminar hasta la puerta del salón hasta que una voz me detuvo.

—Para Mica espérame—hablo el morocho que todavía estaba guardando las cosas.

No contesté nada y me quede parada en la puerta esperando que termine ya que nos vamos juntos.

—Gracias—dijo caminando al lado mío.

No respondí nada, no tenía muchas ganas de hablarle, no hasta que aclaremos las cosas.

Salimos del colegio y nos subimos en silencio al auto de Mateo quien rápidamente arrancó para dirigirnos a su casa.

Llegamos y por el silencio que reinaba supuse que no había nadie.

—¿No está tu viejo?—le hable por primera vez en todo el día.

—Nono estamos solos—asentí.

Fuimos hasta la cocina y Mateo saco de la heladera una gaseosa y unas milanesas que había dejado hechas Pedro, por lo menos no me iba a hacer cocinar.

Comimos en silencio, cada uno en su mundo y con su celular, realmente era muy incomodo, nunca había estado en una situación así con Mateo al contrario, siempre son risas, charlas y boludeces.

Terminamos de comer y mientras yo juntaba la mesa él iba lavando lo que habíamos usado.
Una vez que terminamos subimos a su habitación.

—arreglemos las cosas Mica, me esta matando que no me hables—suspiro dejándose caer en la cama.

—Vos tenes que arreglar las cosas, yo a vos no te hice nada—me quede parada enfrentada a la cama.

—Tenes razón, perdón—dijo agachando la cabeza—soy un idiota no se porque te trate así.

—Siempre haces lo mismo, te mandas la cagada y después pedis perdón y listo se soluciona todo fácil no?—realmente estaba enojada, lo del sábado me dolió muchísimo.

—No se porque actúe así Mica, me jodio—estaba arrepentido enserio—me jodio verte con ese pibe—un sentimiento raro apareció en mi, una mezcla felicidad y enojo.

¿Se había puesto celoso?

Seguramente solo son imaginaciones mías para volverme a ilusionar y a crear esperanza de que verdaderamente sienta algo por mi.

Enséñame //Mateo Palacios//Trueno Where stories live. Discover now