Enséñame //Mateo Palacios//Trueno

15

Había pasado una semana desde que tuvimos esa "pelea" con Mateo, después de eso nos volvimos a ver un día solo porque estuvo re ocupado organizando fechas y dando dos shows que les había quedado pendiente.

Mañana es su cumpleaños, el nene ya cumple sus 18 no lo puedo creer, pensar que ya hace 4 años que lo conozco y quien iba a pensar que se iba a convertir en una persona fundamental en mi vida.

Ahora estoy yendo a comprar para preparar su regalo, se que si le regalo algo que simbolice nuestra amistad le va a gustar muchísimo más que algo material.

(...)

Llegué a mi casa re cansada, había camino un montón, teniendo en cuenta que no suelo caminar ni tres cuadras.

Deje todas las cosas sobre la mesa y me puse a preparar el regalo que tenía pensado hacerle.

—Que onda??—apareció mi hermana por la escalera.

—Hola pensé que no había nadie—seguí con lo que estaba haciendo.

—papá y mamá trabajan y yo recién me despierto—asentí y ella se sentó al lado mío—¿es el regalo de Mateo?—pregunto agarrando una de las fotos para verla.

—Si.

—que linda esta foto—era del día que me llevo a conocer la Bombonera por primera vez, esa foto es mi favorita. Estamos los dos abrazados en el medio del césped con las tribunas de fondo.

—Sii es mi favorita, recuerdo ese día como si hubiera pasado ayer—sonreí como una tonta recordando ese momento.

—Baja de la nube—río y yo le dediqué una cara de culo—¿Te ayudó?—no me esperaba esa pregunta.

—Bueno dale—le indique que tenía que hacer.

(...)

Ya estaba todo listo, el regalo había quedado perfecto. Cada cosa que tenía representaba nuestra amistad.

Me di una ducha rápida, salí y me cambié. Me puse un jean azul oscuro con un top negro y unas zapatillas Adidas blancas.

Le había avisado a Pedro que a las 12 iba a caerle a Mateo para saludarlo y me quedaba a dormir. Este me dijo que no había ningún problema y que no le diría nada para que sea sorpresa.

Todos los años con mi familia vamos a comer a su casa por su cumpleaños y nos quedamos todos juntos esperando a que se hagan las 12 pero esta vez como Pedro estaba enfermo tuvieron que cancelar todo así que Mateo no se espera para nada que vaya.

Las 11:45 y yo ya estaba saliendo de mi casa, vivimos cerca pero no me quería arriesgar a llegar tarde.

Baje del auto, salude a mi viejo y le mande un mensaje a Pedro avisándole para que me habrá ya que si tocaba timbre se iba a dar cuenta.

—Hola hermosa—dijo el mayor dándome una beso en la mejilla.

—Hola Pepe—lo salude y entre a la casa.

—Está en el fondo—asentí y me dirigí con cuidado de no hacer ruido.

Mateo estaba sentado en el pasto de espaldas fumando un porro mientras miraba el cielo.

Miré la hora.

11:59

Me acerqué despacio hasta donde estaba y cuando mi celular marcó las 00:00 me tire encima de él provocando que se asuste.

—FELICES 18–grite mientras lo abrazaba por la espalda.

—Mica viniste—se dio vuelta y pude ver la hermosa sonrisa que tenía que dejaba ver sus dientes perfectos.