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—Manu—hablé con la respiración cortada—Manu te necesito.

—Mica ¿que pasó? ¿Estas bien boluda? ¿Donde estas?—habló preocupado al escucharme llorar.

—en mi casa, se acaba de ir Mateo, le conté todo Manu, le dije todo—volví a romper en llantos, no había manera de calmar este dolor.

—ya salgo para allá, aguántame diez minutos—asentí aunque no pudiera verme y colgué.

Me deje caer sobre la cama con ambas manos cubriendo mi cara, no podía creer todo lo que acababa de pasar, en unas horas eché a perder una relación de años, todo por no quedarme con la puta boca cerrada. ¿Por que mierda tuve que decirle lo que siento? ¿Por que simplemente no me quede callada sufriendo en silencio pero con él a mi lado? ¿Por qué? ¿Por que tuve que joder todo? Miles de preguntas que aparecían en mi cabeza y no tenían respuestas. Pensaba en todo lo que podía haber evitado si no decía nada pero ahora ya estaba hecho y no había nada que pudiera volver el tiempo atrás y arreglarlo. Acababa de perder a mi mejor amigo y al amor de mi vida.

Me llego un mensaje de Manu avisándome que estaba en la puerta, eran las 4 de la madrugada, no podía creer que se había levantado a esta hora por mi.
Baje a abrirle haciendo el menos ruido posible, por suerte al otro día no teníamos clases si no no se con que cara iba a mirar a Mateo y como iba a hacer para no quebrarme al verlo.

—Bebaa—dijo Manuel cuando abrí la puerta.

Apenas llegamos a entrar cuando me aferre a sus brazos con toda la fuerza que podía, con todo el dolor que sentía y con todo el miedo de perderlo a él también. Lo abrace como si no existiera un mañana, queriendo de alguna forma mostrarle todo mi amor en un simple abrazo.
Subimos en silencio a mi habitación y una vez que cerré la puerta volví a largar todo el llanto que me estaba conteniendo para no hacer ruido.

—Mica ¿queres contarme qué pasó?—pregunto sentándose en la cama. Me conocía perfectamente por lo que sabía que quizás no quería hablar del tema.

—si—dije en un susurro, con todo lo que acababa de pasar necesitaba desahogarme y Manu era la persona correcta para estos momentos—le dije todo lo que sentía y...—volví a explotar en llantos, la respiración me estaba jugando en contra por lo que se me hacía difícil hablar—lo perdí Manu, se fue para siempre.

—Beba—me abrazo y pude ver que tenía los ojos brillosos, se estaba haciendo el fuerte para contenerme pero se que por dentro le partía el alma verme así y quería llorar conmigo.—Mica hiciste lo correcto, yo se que duele, y mucho, ni siquiera me puedo llegar a imaginar por lo que estás pasando, pero se que si te pierdo a vos no podría volver a ser el mismo, no podría estar ni un momento del día sin arrepentirme y queriendo volver el tiempo atrás, pero...—me agarro de las mejillas para conectar nuestras ojos—no podías seguir al lado de él sufriendo, hiciste bien Beba, pensaste primero en vos y aunque ahora este dolor te esté matando se que lo vas a superar, lo vamos a superar juntos, porque no te pienso soltar la mano en ningún momento.—lo volví a abrazar aferrándome a él con más fuerza.

—No me dejes nunca Manu, vos no—dije llorando en su hombro.

—Jamás te dejaría beba—dejo un tierno beso en mi frente.—veni vamos a acostarnos que ya es tarde y tenes que descansar.

Asentí y abrí la cama metiéndome adentro y tapándome con todas las colchas que había.

—Voy a buscarte un vaso de agua si?—asentí y Manu salió de la habitación.

Estaba sola en la oscuridad con mi cabeza a mil, no había forma de desconectarla un rato de todo lo que pasaba, quería simplemente dejar de pensar, aunque sea por unos minutos, necesitaba estar en paz.

—Toma Mica—me alcanzó el vaso junto con un ibuprofeno para aliviar el dolor de cabeza que me estaba matando, siempre que lloraba sentía que me iba a explotar la cabeza.

Tomé la pastilla y el agua de un sorbo y me acomode para dormir. Manu se acosto al lado mío y rápidamente apoye mi cabeza sobre su pecho y con mis manos rodee su torso desnudo. Se sentía bien dormir con alguien después de la noche de mierda que había pasado, no se como voy a hacer los demás días para dormir sin tener a nadie que me distraiga o me contenga pero ahora prefiero no pensar en eso o voy a volver a derrumbarme.

(...)

Las dos del mediodía, abrí lentamente los ojos y me di cuenta que la cama estaba vacía. Empecé a desvelarme hasta que vi a Manu entrar por la puerta con una bandeja de café con leche y chocolinas.

—¿Como te sentis beba?—pregunto con una media sonrisa mientras apoyaba la bandeja sobre la cama con cuidado de no tirar nada.

—Mal que se yo, un poco mejor quizás pero no voy a sentirme bien de acá a varios meses mínimo—conteste sin ganas, estaba deprimida.

—Bueno Mica te prepare el desayuno como tanto te gusta—dijo con una sonrisa desviando la conversación.

—Gracias Manu, posta que no se que haría sin vos boludo—se acercó a dejar un beso en mi frente.

—No me tenes que agradecer nada, para esto estoy, para acompañarte siempre que lo necesites—le regale una media sonrisa y me puse a tomar el café con leche con las galletitas.

—Te quedó muy bien eh—dije saboreando.

—viste, estuve practicando—Manuel antes de conocerme a mi no sabía ni que era el café con leche, el toda la vida tomo chocolatada o té, y desde que nos hicimos amigos empezó a practicar hacer el café con leche, al principio era un asco pero con el paso del tiempo le fue agarrando la mano.

Pasamos todo el día juntos, no se separó de mi ni un momento, bueno hasta ahora, se acababa de ir a su casa, ya eran las 22:30 y mañana me esperaba un largo día de colegio. Todavía no sabía cómo iba a hacer para ver a Mateo y no romper en llantos, como iba a hacer para aguantarme las ganas de ir a abrazarlo y mandar todos mis sentimientos a la mierda, pero aunque duela iba a tener que ignorarlo porque eso es lo que él iba a hacer conmigo.

Con la cabeza sin dejar de dar vueltas me acosté en un intento fallido de dormir. Las horas pasaban y no podía pegar un ojo, y cuando pensaba que finalmente me iba a dormir volví a quebrarme, volví a vaciarme por dentro sacando todo lo que sentía con lágrimas, volví a sentirme la peor persona del mundo por enamorarme de quien no debía y por dejar que los estupidos sentimientos me hagan perder al pibe que más amaba en esta y en todas las vidas.





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Ahora si el último por hoy! Ya las hice sufrir demasiado así que hasta mañana no vuelvo a actualizar.

Lo que busque con estos capítulos es hacer que sientan como los personajes, poder ponerse en su lugar y pasar por las emociones qué pasa, y creo que lo logre porque varias me pusieron que estaban llorando 😢

Espero que les hayan gustado aunque las haya hecho sufrir💖

Todavía queda mucha historia por delante así que no se desanimen y prepárense para cualquier cosa🤭

Nos leemos mañana, las amo❤️

Enséñame //Mateo Palacios//Trueno Where stories live. Discover now