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Bariloche día 2

Nos acabábamos de levantar todos, eran las 10 de la mañana por lo que no habíamos dormido casi nada pero si no íbamos a perder la excursión.
Bajamos todos a desayunar y cuando llegamos vimos que éramos los únicos que faltaban. Nos dirigimos a sentarnos a una de las mesas del fondo ya que era la única que estaba desocupada.

—Es el segundo día y ya quiero faltar a la excursión—dijo Jazmín dejando caer su cabeza sobre la mesa.

—yo también boluda pero no pienso perderme ninguna actividad—dije y me paré de la silla—voy a buscar algo para comer ¿ustedes quieren algo?—pregunté mirando a mis cinco compañeros.

—¿me traes unas medialunas?—pregunto Agustín bostezando.

—Sisi ¿alguno más quiere algo?—todos negaron.

Camine hasta el bufete donde había bastante gente eligiendo su desayuno. Me acerqué al sector de las medialunas y en un platito serví cuatro, dos para mi y dos para Agustín.
Con una mano ocupada me acerque a servirme el café con leche pero se me empezó a complicar, no tenia donde apoyar en plato de medialunas.

—¿te ayudo?—la voz de Mateo apareció a mi lado. Estaba con una mano estirada para agarrarlo el plato.

—Ehh bueno—dije un poco dudosa.

Le di el plato y ya con las dos manos vacías me serví el café con leche en un vaso descartable. Cuando termine lo agarre con una de mis manos y la otra la estiré para agarrar las medialunas.

—Veo que la costumbre de comer mucho no la perdes—dijo sonriendo y señalando las cuatro medio. No hace hasta donde quería llegar con esto, venir a hablarme de la nada después de cinco meses.

—No son todas para mi—respondí seca—y hay cosas que nunca cambian—respondí y me di la vuelta para volver a la mesa.

Volví a la mesa donde estaban los demás y me senté a desayunar, nos quedaban diez minutos antes de irnos así que me apure bastante.

—Chicos vamos—hablo Lucas llamando la atención de todos.

Con mucho sueño nos fuimos parando y dirigiéndonos al micro que nos iba a llevar al Cerro Campanario donde haríamos aerosillas.
El viaje no fue muy largo pero de todas formas lo aproveche para dormir un poco.

Una vez que llegamos nos hicieron bajar del micro y caminar bastante hasta llegar a las aerosillas y estas nos subirían por el Cerro Campanario, con vistas al lago y la montaña, hasta llegar a la cima donde hay una confitería.

Ya estábamos arriba, nos encontrábamos todos tomando un café y algunos desayunando ya que no habían tomado nada en el hotel. Yo por mi lado me compre un sándwich de miga y con eso ya estaba.

—Jaz—llame a mi amiga que se estaba durmiendo en la mesa—¿me sacas una foto ahí afuera?—asintió bufando y salimos.

—Jaz—llame a mi amiga que se estaba durmiendo en la mesa—¿me sacas una foto ahí afuera?—asintió bufando y salimos

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Enséñame //Mateo Palacios//Trueno Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu