cuatro.

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o4.| HÍBRIDA.

      Kol Mikaelson llamando era lo único que nadie esperaba que pasara. Nadie excepto la híbrida que estaba en la silla, sonriendo. Todos intercambiaron miradas entre ellos antes de volver a mirar a Azaelia. Stefan fue la última persona en mirarla, no queriendo encontrar sus ojos, sabiendo que solo encontraría una mirada presumida. Pero cuando se giró a mirarla, ella le guiñó un ojo, solo antes que Damon se parara frente a ella con una estaca de madera en mano. Azaelia empujó sus hombros hacia tras mientras observaba al Salvatore mayor, torciendo su cabeza a un lado.

      — ¿Por qué te está llamando el lunático de Mikaelson?—, demandó Damon, pero ella no respondió. Ella presionó sus labios mientras miraba en una dirección diferente, no dándole a Damon lo que quería. Él ni siquiera se molestó en mirar a los demás por permiso antes de atravesar su mano con su estaca de madera. Su gemido ahogado llenó el aire mientras ella alzaba su cabeza para mirarlo —. ¿Ustedes dos siguen teniendo algo? ¿Huh?

      — ¿Por qué te importaría, Damon? La última vez que me fijé, te odiaba y tú me detestabas por rechazarte—, sus hombros de encogieron mientras Azaelia se removía en su asiento antes de continuar —. Además, deberías estar feliz porque no sigo tras Stefan. No soy tan horrible como Caroline como para forzarlo a ser un asesino—, Caroline arrugó su rostro, enojada, mientras los ojos azules de Azaelia se desviaban a ella —. Nunca lo haría volver a eso. Realmente me importa.

      —No te importa nadie—, replicó Matt Donovan, lo que provocó que una sonrisa se colocara sobre los labios secos de la chica —. Ese es el punto de apagar tu Humanidad, Azaelia. No te importa. Nada. Ni siquiera te preocupas por quiénes no se detendrían por nada para ayudarte.

      —Ustedes no entienden, así que creo que deberé meterlo en sus testarudos cráneos—, ella se estiró hacia delante, el veneno derramándose de su lengua —. No quiero que me salven. Vine a Nueva York para alejarme de todos ustedes—, Elena se tensó cuando los ojos de su hermana se posaron en ella. Los ojos de Azaelia cambiaron de azules a los blancos de una Banshee, a rojos sedientos por sangre —. Especialmente de ti.

      En ese momento, como en señal, el teléfono de Azaelia comenzó a sonar nuevamente. Ella sonrió mientras miraba a Caroline, quién seguía sosteniendo su teléfono entre sus manos. Todos se giraron a Caroline mientras ella mantenía sus labios pegados, sosteniendo el teléfono para todos los vieran. Un gemido colectivo llenó la habitación, y todo lo que hizo Azaelia fue permanecer sentada en su lugar. Sus ojos se entrecerraron sobre el teléfono mientras comenzaba a preguntarse por qué Kol la estaba llamando, pero ella sabía que podría estar relacionado con su medio-hermano mayor.

      El infame Klaus Mikaelson, uno de los primeros híbridos del mundo, el hombre que había arruinado la vida de Azaelia y la de su familia por quiénes eran. Porque Azaelia era un Doppelgänger Petrova, al igual que Elena. Klaus tenía un plan para las dos de ellas y, ya que había una escapatoria en la sangre de Azaelia, ella era a la única que él quería mantener como una aliada. Y cuando la había llamado semanas atrás, ella había apagado su Humanidad inmediatamente, algo que Klaus nunca había esperado.

      Pero ahora que Kol la estaba llamando, ella no sabía qué estaban preparando los Mikaelsons para ellos. Y sabía que no podía dejarlos responder el teléfono porque, si lo hacían, Kol vendría a Nueva York y posiblemente arruinaría todo lo que Azaelia había logrado. Ella presionó firmemente sus labios, y eso fue algo que Bonnie notó al instante.

      La bruja Bennett se levantó y se acercó a Azaelia Gilbert, quitándole el teléfono celular de la mano. Ella se paró frente a la Banshee, sosteniendo el teléfono frente a ella con una expresión sería —. Hay algo que estás escondiendo, ¿qué es?

      —Eso es lo que siempre odie sobre este pequeño grupo—, espetó Azaelia, cambiando el tema mientras miraba a todos a su alrededor. Su teléfono se rompió mientras hablaba, sus ojos se entrecerraron —. Cada vez que había algo distinto conmigo, o sabía algo que ustedes no, todos me acosaban. No me dejarían tener mis propios secretos. Para ser honesta, me sorprende que ustedes, idiotas, me hayan dejado venir a Nueva York sin alguien que intente cambiar mi perspectiva de la vida.

      —Azaelia—, habló su hermano menor mientras él se paraba al lado de Bonnie, y ella no lo miró de inmediato. Observó a la bruja por un par de segundos más antes de que sus ojos se desviaron a él. Jeremy observó a su hermana mayor, acercándose y colocando su mano sobre la de ella. Sus ojos bajaron a sus manos antes de volver a su hermano. Ya sabía lo que estaba intentando hacer, y no iba a funcionar —. Solo cuéntanos y te desatarán.

      —Eso es una completa mentira—, explotó, sus ojos entrecerrándose en dirección a Stefan —. Estás horriblemente callado, Stefan. Al menos, la última vez estuviste más involucrado para recuperar a tu preciosa y pequeña Azaelia del infierno. Parece que finalmente te rendiste.

      Stefan negó mientras se levantaba del sofá, doblando sus brazos por sobre su pecho —. No me he rendido, solo estoy intentando descifrar cómo recuperarte.

      Azaelia soltó una carcajada —. Buena suerte con eso.

Survival Instinct: stefan salvatore.Where stories live. Discover now