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o6.| BANDERA ROJA.
Elena y Damon permanecieron ausentes por un rato, lo que dejó a Azaelia con los demás. La híbrida tenía varios trucos bajo la manga, y tenía al grupo exactamente dónde los quería. Había algo que ninguno de ellos sabía, especialmente con la llamada relacionada a un Mikaelson en particular. Sus ojos viajaron por la habitación antes de posarse sobre la herida en su muslo que estaba comenzando a curarse.
Caroline y Bonnie estaban hablando entre ellas sobre la situación actual, y Azaelia utilizó su audición vampírica para escucharlas. Por supuesto, era el rumor usual que las dos tenían cuando pasaba algo con la gemela Gilbert. Azaelia ignoró su conversación y miró a su hermano y Matt Donovan, antes de mirar a Stefan Salvatore.
Ella tenía un plan para los Salvatores, y lo iba a comenzar. Pero todo lo que necesitaba era que su hermana volviera con Damon para poder poner su plan en acción. Porque no quería que Kol Mikaelson entrara y viera que ella estaba en la misma posición en la que había estado años atrás. Así que, ella apretó su mandíbula mientras permanecía sentada en silencio en la silla a la que la habían encadenado, y fue entonces cuando escuchó la puerta de su apartamento abrirse y cerrarse.
Los ojos de Elena aterrizaron en su hermana y se preguntó qué estaba pasando por su mente. A la menor no le gustaba en lo que ella se había convertido y quería hacer todo lo que pudiera para recuperarla, pero no encontraba la forma. Azaelia estaba decidida y era cuidadosa con las decisiones que tomaba. Porque al final del día, Elena sabía que Azaelia obtenía lo que quería o nadie lo hacía.
Azaelia podía escuchar el sonido de alguien acercándose, y a partir de la fuerte esencia floral que emanaba, supo que era su hermana. Ella lentamente levantó la cabeza, sus ojos entrecerrándose sobre su hermana. Una sonrisa apareció sobre sus labios mientras observaba a su hermana, un bajo ronroneo vibrando en su garganta mientras observaba a su hermana sentarse frente a ella.
Eso fue suficiente para alzar un par de banderas rojas al resto del grupo.
— ¿No eres una pequeña tonta?—, siseó Azaelia a su gemela, preguntándose cuándo le habían crecido las bolas para siquiera acercársele. Ella arrojó su cabeza a un lado para quitar el cabello de frente de sus ojos, antes de colocar su atención sobre su hermana. Elena tenía una mirada seria sobre su rostro mientras la miraba, lo que solo hizo que la sonrisa de Azaelia creciera —. ¿Qué te hace creer que voy a revelarte algo a ti?
—No creo que vayas a hacerlo, solo quiero hablar con mi hermana—, le habló Elena, lo que hizo a Azaelia torcer su cabeza a un lado y alzar una ceja.
—Repito... una tonta.
—Elena, tal vez deberías alejarte de ella--, Bonnie intentó convencer a la gemela más joven, pero Elena le envió una mirada antes de volver a girarse a su hermana. La bruja Bennett miró a los demás, observando a Elena acercarse a su hermana aún más.
—Azaelia, eres mi hermana y siempre quiero lo mejor para ti, y esto no es bueno para ti—, dijo Elena calmadamente, presionando sus labios mientras la miraba —. Por favor, enciende tu Humanidad y olvida cualquier asunto que tengas con Kol Mikaelson. Él no es bueno para ti.
Azaelia rió al escuchar el fútil llanto de su hermana por atención —. Elena, Elena, Elena. Siempre usando la carta de la hermanita buena. ¿Cómo se siente robar la atención de todos y colocarla sobre ti?—, Elena tensó su mandíbula mientras su hermana le hablaba —. Después de todo lo que hemos pasado, todo lo que recuerdo es tú demandando la atención de todos. Me pregunto, ¿siquiera te duele la moral cuando usas tu narcisismo para tu ventaja?
Por un segundo, Ella no supo qué decir. Y estaba a punto de responderle a su hermana, pero le tomó demasiado tiempo. Porque nadie esperaba que sucedería lo que pasó después.
Azaelia liberó sus muñecas y piernas de las sogas que la sostenían a la silla y tomó a su hermana. Los otros vampiros en la habitación intentaron correr hasta Azaelia, pero la gemela Gilbert sostuvo a su hermana, quitando su cabello del camino para revelar su cuello. Los colmillos de la vampira aparecieron en su boca mientras sus ojos comenzaban a parpadear entre el rojo vampírico y el blanco de la Banshee. Todos sabían de lo que Azaelia era capaz, y ninguno quería presionarla mientras ella tenía a su hermana bajo su poder.
La híbrida volvió a mirar la garganta de su hermana antes de a los demás —. Ahora, esto es lo que vamos a hacer. Si quieren que Elena viva, sugiero que todos se sienten. En cuanto a ti—, los ojos de Azaelia aterrizaron sobre Damon, una siniestra sonrisa en sus labios —, ve a buscarme una bolsa de sangre. O...—, sus ojos se dirigieron al cuello de su hermana —, la pequeña Elena va a donar un poco de su sangre para su hermana.
