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21.| CONTRATO.
Ella sabía no iba a poder contarle a los Salvatores sobre el acuerdo que había hecho con Klaus, porque sabía lo que harían. Azaelia sabía qué le iban a pedir que hiciera, y si eso significaba que iba a poder salvar la vida de su hermana, ella iba a hacerlo. No importaba cuánto odiaba ser la hermana mayor que tenía que hacer todo para salvarla, era su trabajo. Era su responsabilidad como hermana mayor, y era algo que iba a tener que aceptar.
Entonces, cuando ella y los hermanos Salvatore volvieron a la residencia Salvatore, ellos se dirigieron a la habitación de Damon. El Salvatore mayor aseguró que Elena estaría más cómoda en su propia cama, y allí era dónde ella estaba. Respirando con dificultad, sudando profusamente, y alucinando como si no hubiera un mañana. Azaelia observó a su hermana gemela por un par de segundos mientras se le acercaba, sosteniendo el vial con la sangre de Klaus. La hermana mayor y los hermanos Salvatore no eran los únicos en la habitación, también estaba su hermano menor, Jeremy.
Jeremy observó a Azaelia, sabiendo que ella había permanecido tanto tiempo en su estado sin emociones. Quería decirle algo a su hermana, sintiendo que no la había visto por tanto tiempo, pero no sabía qué decir. Jeremy no quería decir algo que fuera a alejar a su hermana, sabiendo que normalmente eso sería lo que sucedería. Azaelia era una persona muy temperamental, y sus hermanos lo sabían perfectamente. Sus emociones habían sacado lo mejor de ella, justo como lo habían hecho con Elena. Los hermanos sabían lo que significaba ser la hermana mayor, pero sus emociones siempre sacaban lo mejor de ella. Y eso era por qué Azaelia siempre era la que tomaba el camino más sencillo, incluso si fuera más sangriento.
Elena giró su cabeza para mirar a su hermana, y ella presionó sus labios juntos mientras la miraba. La gemela menor no pensó que su hermana realmente volvería a salvarla, ya que Azaelia la había dejado atrás más de una vez, pero entonces, sus ojos aterrizaron sobre Stefan y supo la verdadera razón. Stefan siempre había sido el que traía de vuelta a su hermana de la oscuridad, y por eso Azaelia se encontraba allí. Si no fuera por Stefan, Azaelia no habría aparecido, incluso si era para salvar a su hermana.
—Az, estás aquí—, soltó Elena con dificultad, mirando a su hermana gemela, mientras la chica sostenía el vial entre sus manos —. No creí que vendrías.
Azaelia le dio una pequeña sonrisa mientras tomaba asiento a su lado en la cama, sosteniendo el vial en su mano. Se miraron la una a la otra, antes de que la mayor balanceara el vial frente al rostro de su hermana —. Escuché que te mordió un perro que te advertimos que no debías acariciar—, respondió, lo que hizo a Elena reír ligeramente. Azaelia le dio una pequeña sonrisa mientras abría el vial y lo acercaba a sus labios, ayudándola a beber la sangre —. Eso es.
Elena presionó sus labios e inhaló profundamente, observando a su hermana antes de sonreírle —. Gracias, Azaelia. Agradezco que estés aquí—, Elena observó a su hermana por un par de segundos, antes de fruncir el ceño —. ¿Qué tuviste que hacer para conseguir esta cura, Azaelia?
—Déjennos solos—, dijo Azaelia, dirigiéndose a los hermanos Salvatores. Ella miró por sobre su hombro por un omento, antes de volver a mirar a su hermana —. Necesito hablarle a mis hermanos por un momento. Y no se atrevan a espiar, lo sabré—, Stefan y Damon intercambiaron una mirada antes de salir de la habitación. Azaelia esperó hasta que ellos se encontraran escaleras abajo antes de girarse a Jeremy y asentir para que se les uniera. Una vez que Jeremy se encontró con sus hermanas, ella empezó a hablar —. Hice un trato con Klaus.
— ¿Qué?
— ¿Por qué creerías que eso era una buena idea?
Los hermanos la cuestionaron al instante, pero Azaelia negó, bajando la mirada a sus manos antes de volver a mirar a sus hermanos. Ella inhaló profundamente, antes de asentir —. Para conseguir la sangre, él dijo que le debía un favor, y cuando me llamé, debería responder. Les quería decir esto a ustedes dos porque son mi familia. Quería que lo escucharan de mí, y no de alguien más. Los hermanos no saben que hice este trato, y necesitamos que mantengan el secreto.
—Azaelia--.
—Necesito que me prometan que no le dirán a nadie, ¿sí?—, los interrumpió Azaelia, y después de un par de segundos de mirándose el uno al otro, ellos asintieron a su hermana mayor —. Los amo, e hice esto por ti. Así que, por favor, cuando llegue el momento, solo déjenme ir.
Los dos se miraron el uno al otro antes de asentir a su hermana. Sabían que Azaelia solo hacía lo que hacía para asegurarse que ellos dos sobrevivieran. Azaelia los amaba más que a nada, y eso exactamente eso lo que ellos harían. La escucharían si ella les pedía que hagan algo, y a pesar que iba a ser difícil mantener el secreto, sabían lo que tenían que hacer.
Azaelia había hecho un acuerdo, y era algo con lo que los hermanos Gilbert deberían lidiar.
