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13.| ADALINA PETROVA.
— ¿Qué estás haciendo?—, ladró Elena a Katherine y Adaline mientras las gemelas Petrova arrastraban a las gemelas Gilbert por el pasillo de la escuela. Azaelia gruñó, molesta, mientras Adaline tiraba de ella por su cuello antes de ambas Gilbert fueran arrojadas contra los casilleros.
— ¿Ustedes dos creerían que estamos teniendo un mal día?—, cuestionó Adaline mientras las hermanas eran levantadas del suelo y, entonces, sus espaldas fueron presionadas contra otro par de casilleros. Elena y Azaelia se levantaron, y no pasó mucho antes que las Petrovas tuvieran sus botas de diseñador sobre sus gargantas.
—Comenzó cuando Bonnie evitó que tuviéramos nuestra inmortalidad como la de Silas—, espetó Katherine, lo que hizo a Azaelia rodar sus ojos.
—Por supuesto, porque las hermanas Petrova no podían estar felices con la inmortalidad de calibre vampiro—, la vampira híbrida gruñó a ambos, y fue entonces cuando las hermanas se las arreglaron para lanzar a sus antepasados al suelo. Azaelia fue hábil para tomar un casillero y lanzarlo contra Adaline, pero Katherine logró frenarla.
—Nos lo merecemos—, siseó Adaline entre dientes —. Nunca tuvimos una graduación, o un baile, o, ya saben, una vida.
—Ustedes dos tienen todo, y no es porque son dos niñas buenas que se merecen la felicidad—, se unió Katherine, sus venas de vampira apareciendo debajo de sus ojos y, entonces, regresó a la normalidad —. ¡Es porque se robaron la nuestra!
Katherine arrojó la puerta de un casillero contra Elena, quién la esquivó antes de que se estampara contra los casilleros que se encontraban detrás de ella —. ¿Nosotras robamos su felicidad? ¡Ustedes mataron a nuestro hermano!
Adaline y Katherine usaron su velocidad mejorada para correr contra sus versiones más jóvenes, pero fueron bloqueadas y arrojadas al suelo. Katherine se quitó el pelo de la cara mientras les sonreía —. Lo admitimos, eso fue sucio.
Gritando con furia, Azaelia se lanzó contra la sombra de sí misma y la golpeó contra un casillero, su mano alrededor de su garganta. Sus ojos comenzaron a brillar en un azul pálido, antes de volverse blancos por su lado Banshee. Una sonrisa siniestra apaarecio en los labios de Azaelia mientras ella atravesaba el pecho de Adaline con su mano y la cabeza de Katherine se giró en su dirección. La mayor de las dos hermanas Petrova jadeó adolorida mientras miraba a Azaelia, lo que le dio tiempo a Elena para arrojar a Katherine al suelo.
El corazón de Adaline fue lanzado al suelo mientras la sangre de su ancestro manchaba las manos de Azaelia, y ella no pudo evitar sonreír cuando el cuerpo muerto y disecado de Adalina Petrova colapsó al suelo —. Adiós, Addy.
Las visiones que nublaban la mente de Azaelia comenzaron a crecer con más y más fuerza mientras ella gruñía, sus ojos se abrieron y se encontraron con Damon. Era extraño verlo allí, sabiendo que ambos nunca parecían estar de acuerdo. Claramente no ayudaba el hecho que ellos compartían un pasado, el cual ninguno de los disfrutaba recordar. La relación que el Salvatore mayor y la Gilbert mayor ni siquiera esperaban tener, pero la tuvieron. Los dos se habían amado el uno al otro, incluso si fue por un breve período, y Azaelia no estaba orgullosa de sí misma.
Lo que fue por qué ella rió al verlo sentado allí, sus ojos se entrecerraron sobre ella —. Esa mordida es bastante fea, Azy.
—No me llames así—, ladró Azaelia amargamente, lo que hizo reír al Salvatore mayor mientras bajaba su barbilla. Ella entrecerró sus ojos y negó, antes de torcer su cabeza hacia el respaldo de la cama —. Sabes que a ninguno de nosotros nos gusta revivir la monstruosidad de la relación fallida que tuvimos. Así que, ¿por qué no vas a lidiar con mi preciosa hermanita y te aseguras que está bien?
Damon se levantó de su lugar y posó una mano sobre su hombro, antes de colocarla sobre su mejilla. La híbrida frunció el seño, y alzó su cabeza para mirarlo antes de que él volviera a sentarse en la cama —. Sé que me odias, créeme, tienes toda razón para hacerlo, teniendo en cuenta lo que te hice pasar. Pero, lo creas o no, me las arreglé para conseguir todos los lobitos necesarios para el gran lobo malo por ti.
— ¿Por qué?—, cuestionó Azaelia, alzando una ceja.
—Tengo una debilidad por las morenas testarudas—, Damon le guiñó un ojo, lo que la hizo gruñir en disgusto. Él juntó las cejas mientras la miraba, antes de señalar con su cabeza la mordida —. ¿Qué visión te mostró esa cosa ésta vez?
Azaelia presionó sus labios por un momento, antes de soltar un suspiro pesado —. Yo matando a la doppel-perra Adalina Petrova—, Damon asintió, y no pudo evitar sonreír —. Fue genial revivir el recuerdo que me trajo tanta... satisfacción—, antes que ella pudiera terminar con la idea que corría su mente, los ojos de Azaelia se desviaron hacia el marco de la puerta y Caroline Forbes se encontraba allí. Ella rodó los ojos al volver a mirar a Damon, negando —. Nos vemos, Damon.
El hermano Salvatore mayor palmeó su hombro al pararse y permitió que Bonnie y Caroline ingresaran, lo que la hizo mirarlas ligeramente. Esperó a que Damon saliera de la habitación, a pesar que sabía que él igualmente podría oírla —. Bueno, ¿no es esta una sorpresa encantadora?
