veinticuatro.

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24.| VINE A SALVAR A NUESTRA FAMILIA.

      Prácticamente era una prisionera. Estaba atada a una silla de madera en la oficina de Klaus. Sabía que él maniático híbrido quería que le diera tanta sangre como fuera posible, pero ella creía que él iba a drenarla, dejarla sanar, y entonces continuar con el proceso; una y otra, y otra vez. La híbrida podía sentir su lado banshee temblar en el interior de su alma mientras descansaba sobre la silla, y ella comenzó a respirar con pesadez.

      Tantas cosas pasaban en su mente al pensar en todo lo que Klaus iba a poder hacer con su sangre. Iba a crear tantos malditos híbridos que no sabía qué hacer con ellos, que Nueva Orleans iba a estar repleto de ellos. Klaus no iba a poder controlarlos, a pesar que creyera que sí, ya que se hacía llamar el Alfa.

      Azaelia mordió su labio inferior mientras sus ojos se dirigían a la aguja en su brazo que extraía la sangre de sus venas. Ella miró a todos por un par de minutos antes de girar su cabeza hacia la enfermera que Klaus tenía allí para hacer todo el trabajo sucio. Ella la observó con su mandíbula tensa, antes de girar su mentón para ver a Rebekah Mikaelson ingresar a la oficina, negando.

      —Qué desafortunado, creí que eras la inteligente de las hermanas Gilbert—, habló la rubia al ingresar a la oficina y miró a la enfermera —. Puedes irte. No repitas ninguna palabra de esta conversación o voy a arrancarte el corazón a través de tu estómago—, la enfermera asintió y salió del cuarto, antes de que Rebekah se volviera a girar a a Azaelia —. Aunque sigue siendo increíble. Que te arrojes a la boca del león para salvar la vida de tu hermana.

      — ¿Qué más se suponía que hiciera?—, cuestionó Azaelia, atontada, apenas pudiendo levantar la cabeza para mirar a la vampira frente a ella —. Tú y tu familia loca tienen esa mierda de "por siempre y para siempre", ¿así que, por qué no debería arriesgar todo por salvar a mi hermana?

      —Porque todo era una trampa, idiota—, reveló Rebekah, descansando sobre el escritorio que Klaus tenía en la habitación, lo que hizo que Azaelia comenzara a entrecerrar sus ojos hacia ella.

      — ¿Qué?—, inquirió Azaelia cuando un pequeño ladrido salió de sus labios mientras la miraba.

      —Klaus sabía que no podrías decir que no cuando se tratara de salvar a tu familia. No importa si no tienes tu Humanidad, nunca dejas a tu familia pagar—, continuó Rebekah explicándole, observando a la Gilbert frente a ella con una pequeña sonrisa —. Nicklaus supuso que si iba a tenerte bajo su pulgar por el resto de tu existencia, él iba a enviar a uno de sus híbridos a Mystic Falls para que mordiera a tu hermana.

      —Él solo necesitaba tener un estúpido acuerdo—, gruñó Azaelia y Rebekah asintió.

      —Exacto—, asintió Rebekah, volviendo a colocarse de pie y cruzando sus brazos por sobre su pecho —. La familia es lo único que nos hace cuestionar todo lo que hacemos, y es por eso que nunca puedo darle la espalda por completo a mis hermanos. Puede que sean una completa mierda algunos días, pero los amo. Y así eres tú con tus hermanos. Lo que es por qué inyectaste esa jeringa con verbena en la garganta de Stefan.

      Antes que Azaelia pudiera decirle algo a Rebekah, la mujer se le acercó y clavó una jeringa de verbena en su garganta, causando que su visión se nublara y su cabeza cayera. La rubia observó a Azaelia, percatándose de que todo lo que su hermano le había hecho era solo para crear más híbridos. Llevándolo a enfocarse en su sueño de tener un ejército imparable, en lugar de en su familia. Sabía que iba a ser lo mismo en esta ocasión, y solo podía esperar que su hermano encontrara un balance.

      Mientras Azaelia permanecía inconciente en la silla de madera, la enfermera volvió a la habitación cuando Rebekah se fue, volviendo a sus tareas. Observó su piel comenzar a secarse, y su cuerpo se deslizó lentamente hacia abajo al aceptar la idea de que no iba a volver a despertar. Pero eso no era algo que Klaus quería. No quería que ella muriera cuando tenía todo un plan. Y esa fue la razón por la que, cuando ella comenzó a disecarse, la enfermera dejó de sacarle sangre y le permitió comer.

      Y cuando Azaelia despertara, ella encontraría que el territorio de los Mikaelson estaba envuelto en caos.

Survival Instinct: stefan salvatore.Where stories live. Discover now