Capítulo 27

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Capítulo 27:-

"Pero qué ven mis ojos... No, debo estar alucinando ¿señor qué es esto? ¿será que el golpe de Armando me afectó más de lo que creía?"

Mario Calderón observó curioso la escena frente a él, con los ojos bien abiertos y la boca sin cerrar, contempló a la pareja que caminaba frente a él por el extensa parque. No podía creer lo que veía ¡Beatriz y Daniel juntos! Todas sus sospechas, teorías y alucinaciones habían sido ciertas, se preguntó si Armando ya se había enterado de la novedad y cómo habría reaccionado.

"¿O debería decirle yo?" Cuestionó seriamente con una mano en su barbilla. "De todos modos debo volver a Ecomoda a buscar mis cosas. Ay Armandito, las sorpresas que te esperan" tomó su maletín y salió del local.

La pareja llegó al final de la plaza, justo donde se encontraban sus autos estacionados. Había llegado la hora de despedirse.

"Gracias por darme su tarde, Doctora. Aunque no lo crea, me sentí muy bien compartiendo con usted" admitió mirándola a los ojos.

Betty sonrió de forma tímida, "Igualmente Doctor"

"Espero que me dé muchas más" comentó con una sonrisa "Nos vemos luego, debo volver a la oficina".

Sin que pudiera hacer nada, le dio un rápido beso en los labios y caminó a su auto. Cuando entró, lo encendió para tocarle la bocina a Beatriz, quién se había quedado de pie en la vereda, con la mirada pérdida. La economista despertó cuando sintió el motor del auto, y de forma instantánea agitó su mano para despedirse. Daniel le correspondió y se fue de allí.

Beatriz estaba en las nubes. No podía concentrarse en otra cosa o persona que no fuese Daniel, negó con la cabeza intentando ahuyentar sus pensamientos pero era inútil.

Estaba por subir a su auto cuando sintió que la llamaban al celular. Aceptó la llamada sin ver quién era, podía ser algo urgente de la oficina.

"¿Aló?" Contestó extrañada, ya que casi nadie la llamaba.

"Hola Jefa, ya sé que ya no soy su novio pero puedo saber en dónde estuvo toda la tarde y porqué no volvió a la oficina" reconocería esa voz en cualquier parte.

"Hola Nicolás, estuve toda la tarde ocupada en algo muy importante" respondió con una risa.

"Mmm espero que sea algo y no alguien ¿no? De todos modos, hoy pasaré a su casa después del trabajo"

"Ah y ¿cómo a qué?" Preguntó ya subiendo al auto y encendiendo el motor.

"Como que para qué, para ver a don Hermes será" contestó riendo, seguido por la risa de Betty "Extraño la comida de su mamá, y su compañía claro, bueno nos vemos allí"

"Bueno, está bien Nicolás" cortó el llamado y salió del estacionamiento.

Nicolás salió de su oficina con su chaquetón y maletín en mano. Trató de ignorar las miradas curiosas de las secretarias y caminó sigiloso al escritorio de Patricia Fernández, al ver que estaba ella sola celebró internamente.

Carraspateó frente a ella para que notara su presencia, lo cual fue en vano porque la secretaria siguió inmersa en su computador.

"Buenas Patty" saludó sin obtener respuesta alguna "Me preguntaba si necesitas un aventón hoy"

Patricia lo miró con cara de pocos amigos y Nicolás ya no pudo retractarse de sus palabras.

"No gracias, Nicolás" contestó volviendo su vista al computador "Ya tengo quién me lleve" agregó con malicia.

Yo soy Betty, la fea; Betty × DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora