Santiago es un hombre cerrado a su vida, dueño de una de las haciendas más importantes de café en Colombia y en el mundo,dedicado desde niño a la tierra que lo vio nacer, su temperamento fuerte hace que todo el mundo le guarde respeto y admiración...
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Créditos: shy💚
Julia se abalanzó de inmediato sobre Santiago en cuanto pusimos un pie dentro de la casa. Estaba bastante claro que ambos se guardaban un gran cariño a pesar de que habían pasado más de dos años separados, ella en España con su madre y Santiago en la hacienda.
- ¡Hermano! – Julia sonríe mientras lo abraza y Santiago le devuelve el gesto y despeina sus cabellos.
- A mi también me alegra verte Julia – la vista de ella se centra ahora en mí.
- ¿Quién es ella? – a pesar de que se lo ha preguntado por lo bajo la he logrado escuchar.
- Es Luciana – responde Santiago con una sonrisa mientras me toma de la mano.
- ¿Luciana? – enarca una ceja-. ¿Almeida?
Asiento con la cabeza.
- Hola Julia, ¿como has estado? – pregunto y ella abre la boca incrédula.
- ¿Quién iba a decir que me iba a encontrar a mi hermano y nada más y menos que con la misma niña que jugaba en la tierra? Mucho gusto en verte de nuevo Luciana – me da un abrazo fuerte.
- Es suficiente, la asfixias – responde Santiago mientras la aleja de mi
- ¡Mamá! Ven a ver esto – grita hacia el comedor.
Santiago rueda los ojos.
- Basta, pareces una cría – refunfuña él.
- ¿Que son esos gritos? – la madre de Santiago, Lorenza sale de allí y fija su vista en su hijo-. Santiago... - susurra mientras le da un beso en la mejilla-. Ya conoces a tu hermana.
- Mamá, a que no sabes – se cruza ella de brazos-. Santiago y Luciana están juntos.
Lorenza fija su vista en la mía y justo ahora quiero que un enorme agujero en la tierra se abra para que pueda comerme.
- ¿Eres Luciana?
- Así es.
- Eres toda una mujer – susurra ella-. Muy hermosa por cierto.
En toda mi vida no había sentido tanta vergüenza junta como ahora la estaba sintiendo. Era como aquellos conejos que incluyen en una jaula para experimentar con ellos a la vista de todos.
- Luciana y yo.... – trata de articular Santiago.
- El almuerzo está servido – agradezco a Ignacia que hubiera aparecido en el momento más adecuado para salvarnos de tal momento aunque la realidad era que tarde o temprano Santiago y yo debíamos admitir lo que estaba sucediendo.
Todos nos dirigimos al comedor para disfrutar en familia, Santiago le ha preguntado a su madre y a su hermana como ha estado su vida en España. Lorenza argumenta que la han pasado muy bien y que entre sus deseos no están el instalarse de manera definitiva en la hacienda. Supongo que sus razones vienen relacionadas con lo que hace años sucedió en la hacienda con el padre de Santiago y esa mujer misteriosa. Nadie habla del tema y tampoco se toca. Es como si estuviera prohibido hacerlo.
