Santiago es un hombre cerrado a su vida, dueño de una de las haciendas más importantes de café en Colombia y en el mundo,dedicado desde niño a la tierra que lo vio nacer, su temperamento fuerte hace que todo el mundo le guarde respeto y admiración...
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Me quede estática en aquella esquina esperando lo que Santiago fuera a decir.
Y algo muy dentro de mí me advertía que lo fuera a decir me iba a hacer sufrir.
- ¡Tu fuiste la que compro los boletos de avión, fuiste la que me lleno de mentiras! - Santiago en medio de su ira estaba destrozando la cocina, estaba salido de sí. Lorenza temblaba de verlo tan enojado.
- Natalia envió esa carta, quería mas dinero de tu parte, no iba a permitirselo más. Hijo, yo solo quería que las cosas para ti......
- Lo que hiciste mamá es inhumano, ¿Como puedes sentirte bien después de causarle daño a una persona? ¡De alegrarte del dolor de tu propio hijo! ¡¿Como?! - Santiago pasaba sus manos una y otra vez por sus cabellos despienandolos, le costaba respirar.
- Santiago.....
- No sabes lo que sentí cuando pensé que Luciana iba a morir en mis brazos, cuando la vi a punto de irse de mi lado para siempre. Oh Dios... ¿Que hice?¡Perdimos a nuestro hijo! y todo ha sido mi culpa, ese pecado me atormentara por el resto de mis días. ¿En que clase de hombre me he convertido? - se derrumbó en una esquina llorando-. Un imbécil al que manipulan a su antojo.
Mis lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas, Lorenza estuvo detrás de todo esto. Ella era la responsable de aquellas mentiras sembradas en la cabeza de Santiago.
- ¡¿Que clase de personas son ustedes?! - grité en medio de mis lágrimas-. ¿Que clase de persona consumida por el odio y la venganza hace esto? por sus acciones egoistas perdí a mi hijo, mi hijo inocente pagó por los pecados de otro. ¿Qué mas quieren de mi? ¿Que más? Si desean matarme, háganlo de una vez por todas, porque justo ahora soy una mujer vacía.
Me aleje de allí sintiendo que en cualquier momento iba a explotar, que mi corazón ya no soportaría más, estar en esa casa se había convertido en un martirio para mí.
- Luciana, mi niña tranquilizate - me arrullo la voz de Ignacia mientras me tomaba de los hombros. Gire mi rostro con las mejillas aún humedecidas por las lágrimas.
- ¿Como pudo hacernos eso? ¿Cómo?
- Ay mi vida...
- Ya no sé quien es peor de todos, si Natalia, Lorenza o el mismo Santiago. ¿Que clase de seres sin corazón son?
- Entiendo tu dolor hija, pero hay algo que debes entender, Santiago fue utilizado por esas dos mujeres para hacerte daño, fue envenenado desde niño por Lorenza y su historia de odio hacia esa mujer, puedo ver el arrepentimiento en sus ojos y al igual que tú sufre. Ambas mujeres buscaban separarlos y lo consiguieron.
- Estas en lo cierto Ignacia, Santiago siempre ha sido utilizado para hacerme daño, pero eso no cambia las cosas de que no me creyera aún cuando se lo suplique, no cambia la idea de que nadie me regresará a mi bebé, no cambia la idea y sensación de querer odiarlo por arruinarme una vez mi vida y hacer mi alma añicos. No puedo perdonarlo, y menos puedo seguir en esa casa en donde sólo hay monstruos y no personas.
