Toxic [WooSan] CORRIGIENDO

4.

San tomó la margarita que el barman le había ofrecido, Wooyoung hizo lo mismo con su baso de Vodka.

—Salud... —dijo el rubio para tomar un trago de aquel líquido ambarino que sostenía.

Por otro lado, San terminó el contenido de su copa en menos de 3 segundos.

—Bien, nos tomamos un trago, he cumplido mi parte del trato— dijo el pelinegro poniéndose de pie— buenas noches señor.

—¿Podrías dejar de ser tan amargado? —preguntó Wooyoung, sujetándolo de la muñeca y obligándolo a darse la vuelta— vas a envejecer prematuramente.

—¿Qué más quiere? Ese fue el trato ¿Por qué no me deja en paz?—le reclamó el menor.

—Aún me debes una disculpa por lo del restaurante— dijo el rubio alzando una ceja. San suspiró y volvió a tomar asiento al lado de él, entrelazó sus manos sobre la barra y volvió a suspirar, está vez luciendo cansado.

—Mira... No me caen bien los tipos como tú, son una patada en el hígado... y lo que te hice estuvo bien, a mi parecer— comentó el menor, mirando al rubio con ojos entrecerrados— y no me arrepiento de haberlo hecho, los tipos como tú merecen que les pongan en su sitio... ahora bien... Me disculpo. Perdón por haberte arrojado el vino a la cara— permaneció mirando al mayor, en espera de alguna respuesta.

—No te perdono — dijo finalmente el rubio.

—¡Eres un hijo de...!

—¡San! —las palabras del pelinegro se vieron interrumpidas por cierto castaño que se acercó hasta donde estaba— Minho me dijo que ya acabó tu turno ¿Quieres vol...? Oh... lo siento ¿interrumpo? —preguntó Yeosang al percatarse de la presencia del rubio al lado de su amigo.

—Claro que no — dijo el menor poniéndose de pie— Ya me iba de todas formas —Tomó la muñeca de su amigo y empezó a caminar alejándose de la barra.

—¡Hasta la próxima ocasión, lindura!

Escuchó la voz del rubio a sus espaldas y bufó con molestia.

—¿Quién era ese tipo? —Preguntó Yeosang.

—El imbécil que hizo que me despidieran en el restaurante— contestó el pelinegro entre dientes.

—Oh, ya veo.... Espera ¡¿Qué?!