Toxic [WooSan] CORRIGIENDO

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-Voy a matar a esa maldita con mis propias manos... -Habló el de cabello gris de forma atropellada, arrastrando las palabras.

-Tú no vas a matar a nadie... -Respondió Seonghwa poniendo los ojos en blanco- dame eso... - se puso de pie y fue hasta el rubio con intenciones de quitarle la botella que sujetaba entre sus manos, pero este la apartó negando con la cabeza.

-¡No!

-Vamos Jung, ya has bebido demasiado, estás ebrio- El mayor volvió a intentar tomar la botella pero el contrario se negó, se levantó del sofá bruscamente, tropezó con sus propios pies y cayó al suelo, derramando de paso un poco de vino sobre la alfombra.

Ambos se encontraban en la casa del menor. Este último se había dedicado a consumir alcohol encerrado en su despacho. Ya habían pasado dos días desde la última vez que había hablado con San, desde entonces no se encontraba en el mejor de los estados.

-San no me quiere... Seonghwaaaaaaa ¡San no me quiere! ¡Y todo por la maldita de Solar! - El rubio gritó a todo pulmón, mientras se revolcaba en el piso.

-Ven, ya es suficiente -Seonghwa sujetó al rubio y le obligó a ponerse de pie, a duras penas, y tropezando cada dos metros, le llevó hasta el baño de su habitación.

A la fuerza le despojó de sus ropas y le metió a la regadera, donde abrió el grifo, dejando que el agua helada cayera sobre el rubio.

-¡Ay! ¡Ay! ¡Está fría! - se quejó Wooyoung, intentando salir de la ducha, pero rápidamente el mayor se lo impidió de un empujón.

-Escúchame bien Jung, yo iré a prepararte un café bien cargado y tu te vas a quedar aquí y más te vale que me hagas caso, sabes que no me va a importar pegarte una jodida paliza- Seonghwa habló de forma autoritaria y amenazante. El rubio bajó la mirada y se echó hacia atrás, quedándose parado justo debajo del chorro de agua.

El mayor salió del baño murmurando improperios, se fue directo a la cocina y como dijo preparó una buena cantidad de café, negro y sin azúcar.

El timbre de la entrada sonó llamando su atención.

Caminado con pasos rápidos se dirigió hacia la misma y la abrió.

-Buenas noches Chae Ra, que bueno que haya podido llegar tan rápido- saludó el rubio con una pequeña reverencia. La mayor entró la estancia, dándole un fugaz abrazo al menor.

-Me alegra verte querido- saludó la señora de forma amable, luego frunció su ceño- Permíteme adivinar... Está borracho y le obligaste a tomar una ducha fría ¿Tengo razón?

-Absolutamente.

-¿Preparaste café?

-Bien cargado y sin azúcar.

-Perfecto, si gustas puedes irte, yo me haré cargo de él por esta noche.

-Está bien - El rubio asintió- si tiene algún inconveniente puede llamarme y yo vendré enseguida.

-Gracias mi niño.

Seonghwa tomó su abrigo y salió de la casa, subió a su auto pero antes de encenderlo tomó su móvil. Su llamada fue contestada al segundo timbrazo.

-Hola chico bonito ¿Puedo pasar por tu departamento?

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La mujer entró en la habitación con una bandeja en las manos. Una taza de café, un vaso de agua y unas pastillas. Dejó la misma sobre la mesita de noche y se encaminó al cuarto de baño, donde encontró al rubio sentado en el piso de la regadera, temblando bajo el grifo.