Toxic [WooSan] CORRIGIENDO

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Las manos del mayor vagaron por la cintura del pelinegro sin vergüenza alguna. San pegó su espalda al pecho del mayor y alzó un brazo colgándolo de su cuello, su otra mano libre se posó sobre una de las de Wooyoung, anclada con fuerza a su cintura.

El pelinegro movió sus caderas al ritmo de la música, restregándose descaradamente contra el mayor. Desde antes de llegar al club se había percatado del gran bulto que se había formado entre los pantalones del rubio, justo en ese momento podía sentirlo golpeando duro contra su trasero.

Sabía que estaba sonrojado, el calor en su rostro se lo confirmaba, pero no tenía tiempo de sentir vergüenza, no cuando Wooyoung le tocaba de aquella forma.

-¿Se puede saber que celebramos? -preguntó San, levantando la vista hacia el rubio, intentando mirarle.

-Pues... descubrí que Solar no sólo se acostó conmigo previo al embarazo... También estuvo con otros dos hombres... ¿Sabes lo que significa eso dulzura? -San se liberó del agarre del mayor y se giró para poder mirarlo de frente.

-¿Q-qué?- San le miraba con la sorpresa danzando en sus ojos y quizás hasta un poco de alivio, una pequeña sonrisa amenazó con posarse en sus labios- Eso quiere decir que ellos... que ese bebé puede que sea de uno de ellos...

-Puede no pequeño... Es, de uno de ellos- San se lanzó a los brazos del rubio y se alzó en busca de un beso.

Wooyoung correspondió y en seguida se hizo cargo, dominando al menor, sus manos hicieron un camino por su espalda y bajaron a su trasero, el cuál apretaron con fuerza, haciendo que San gimiera en medio del beso.

-Deberíamos... irnos de aquí... -habló el pelinegro contra los labios del mayor.

-¿No quieres tomarte unos tragos antes? - dijo Wooyoung, pegando más sus cuerpos. El rubio era un gran bailarín y San le seguía los pasos perfectamente.

-¿Tragos? -San tomó las manos del mayor y las alejó de su cuerpo- Quiero que me des... duro.

El menor no le dió oportunidad a Wooyoung de reaccionar, dió unos cuantos pasos hacia atrás y empezó a bailar al ritmo de la música.

Se movía increíblemente bien, demasiado de hecho. Algunos de los que se encontraban al rededor notaron al pelinegro y empezaron a prestarle atención. San no se percató de las miradas curiosas, sólo tenía ojos para Wooyoung, el mayor parecía un lobo listo para atacar en cualquier momento.

La lengua de San se paseó lentamente por su labio inferior, el cuál mordió un par de segundos después, sin quitar su vista de los grises ojos contrarios en ningún momento. Wooyoung no soportó mucho más, recorrió la distancia que había entre ambos y volvió a tomar el cuerpo del menor entre sus brazos.

-¿Acaso pretendes volverme loco?- preguntó el mayor, con voz ronca.

San sonrió y negó con la cabeza, llevó sus manos a los anchos hombros del rubio listo para responder algo. Pero se vió bruscamente tirado hacia atrás.

-¡¿Qué significa esto?!- gritó una joven enfurecida parándose entre ellos dos- ¡¿Cómo puedes hacerme esto Wooyoung?! Querer rechazarme por esta cosa... -miró a San con desprecio.

-¡A San lo respetas Solar! - le gritó Wooyoung con enfado- y vete enterando, ya sé que también te estuviste acostando con Sehun cuando se supone que estabas conmigo, también un tal Hoseok... ¿Y cuantos más? ¡Dime Solar!

-¡Eso es mentira! -El ceño de la pelinegra ya no podía estar más fruncido- Yo no sé quién te dijo eso pero te juro Wooyoung, yo...

-¡Ya basta! ¡¿Si quiera debes estar aquí?! Se supone que estás embarazada, no puedes tomar ni estar en un lugar como este... - le reclamó el mayor- escúchame bien, la próxima semana iremos a un laboratorio, cuando la prueba resulte negativa no quiero que se te ocurra volver a parecer frente a mi, te olvidarás de que existo ¡¿Entendido?!- Wooyoung habló con furia, la pelinegra tembló ligeramente y sus ojos se cristalizaron.