Toxic [WooSan] CORRIGIENDO

21

-Veo que tu sabes mi nombre... pero yo no sé el tuyo- comentó San. Él y la pelinegra habían caminado hasta un parque infantil que se ubicaba a una esquina del edificio. Se quedaron en una zona un poco alejada, con las risas y ruidos que hacían los niños sonando a lo lejos.

-Soy Solar- respondió la pelinegra.

-¿Qué tienes que decir sobre Wooyoung? -inquirió el pelinegro.

-Pues que quiero que te alejes de él, estás interviniendo entre nosotros- habló la joven con las manos en las caderas- déjalo en paz, no vuelvas a acercarte a él.

-¿Disculpa? Lo que sea que tengas con Wooyoung resuélvelo con él, a mi déjame fuera... en todo caso no sé en qué, según tu, estoy interviniendo, Wooyoung nunca te ha mencionado.

-¿Sabes en qué intervienes?- la joven se levantó la blusa, dejando ver su vientre que ya se notaba abultado- estoy esperando un hijo suyo... pero no quiere estar conmigo por tu culpa.

San observó el vientre de la chica, sin poder creérselo. Luego recordó la discusión que rubio había dicho que tuvo con su madre, de seguro esa era la razón.

-¿No te produce cargo de conciencia dejar a un niño sin su padre? No permitiré que mi hijo se convierta en un bastardo... y mucho menos por un ofrecido como tú... - Le miró de pies a cabeza, como si el pelinegro fuera algo desagradable.

-Tú no tienes ningún derecho a insultarme, no me conoces... y los asuntos que tengas con Wooyoung a mi no me conciernen, ve a reclamarle a él.

-¡Tengo el derecho de hacer lo que quiera! No te creas la gran cosa por lograr meterte en la cama de un hombre como Wooyoung... Entiende que soy mejor que tú y apartarte de mi camino.

-Si eres mejor que yo... ¿Entonces por qué está conmigo y no contigo?- preguntó San entre dientes, la pelinegra se quedó en silencio- ¿Qué? ¿No supiste ser buena puta?

La pelinegra hizo un intento de golpear a San, pero este detuvo el golpe.

-Aléjate de Wooyoung por las buenas... de lo contrario yo me encargaré de hacerlo por las malas.

San le soltó la muñeca sin ninguna delicadeza.

-Lo volveré a repetir porque veo que no entendiste... Resuelve tus problemas con Wooyoung, a mi, déjame en paz.

No espero a que la chica dijera algo, se giró y empezó a caminar a pasos rápidos, casi trotando.

Sus ojos ya se habían cristalizado y luchaba para no dejar que las lágrimas salieran de estos.

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-Vine lo más rápido que pude... -habló Yeosang entrando en el departamento de forma estrepitosa- ¿Qué ocurrió? Sonabas muy mal por teléfono.

El castaño observó a su mejor amigo, sobre el sofá, quien le devolvió la mirada con ojos rojos e hinchados, se acercó a él y le rodeó con los brazos, San correspondió el abrazo aferrándose al castaño con todas sus fuerzas.

-¿Quieres contarme lo que sucedió?- el pelinegro asintió separándose del castaño, sorbió su nariz antes de hablar.

-Todo es un desastre Yeo... - el pelinegro le narró la historia a su amigo, con lujo de detalles, citando toda la conversación que había mantenido con la chica. Yeosang sólo se limitaba a asentir de vez en cuando, sin querer interrumpir al pelinegro.

-Esa maldita... No tenía por qué hablarte así... - dijo el castaño cuando San terminó de hablar- ¿Qué le dirás a Wooyoung? ¿Su contrato termina este mes verdad?

-Si... en dos semanas... Él me había dicho que quería que estuviéramos juntos aún sin el contrato de por medio... yo en estos últimos días me he debatido entre sí aceptar o no... -sus ojos volvieron a cristalizarse- de verdad que estaba considerando esa posibilidad, no me sirve de nada negar la verdad, me gusta Wooyoung... pero ahora, no es una opción... hay un bebé en medio de esto, un bebé Yeosang... una criatura inocente que no tiene culpa de nada, ni responsabilidad por las acciones de sus padres.... ¿Cómo puedo luchar contra eso? No hay manera... - la voz quebrada de San, hizo que el castaño también quisiera llorar. Jamás le había visto de esa forma, y tenerle tan vulnerable frente a él le partía el corazón.

-San... estamos en el siglo XXI, ya no es tan necesario que un padre y una madre tengan que estar juntos para hacerse cargo de sus hijos- dijo Yeosang- Yo al principio tenía mis dudas sobre Wooyoung... pero si estar con él te hace feliz, no tienes por qué renunciar.

-No es lo mismo Yeosang... Tú no lo entiendes porque tus padres siempre se han querido... creciste dentro de un matrimonio feliz... No sabes lo que es vivir con un padre que no te quiere...

-Tienes razón... No lo sé pero...

-Exacto - le interrumpió San- No lo sabes, pero yo si... lo viví durante largos años y créeme que no fue una buena vida... y no se la deseo a nadie... mucho menos a un pequeño niño que nisiquiera ha llegado al mundo aún.

-No te precipites a la situación, San por favor... primero tienes que escuchar lo que Wooyoung tenga que decir...

-Ya tengo una idea sobre lo que me dirá, pero de todas formas mi percepción no va a cambiar... Por muy mal que me haya caído la tal Solar y por mucho que quiera fastidiarla... No puedo pasar por alto el hecho de que está embarazada, ese niño no tiene la culpa de nada.

-Entiendo lo que dices San... y te comprendo perfectamente... pero tu tampoco tienes la culpa de nada.

- No la tengo pero la vida no es un sol para todos... - el sonido del móvil hizo que San se detuviera. Estaba sobre la mesita de centro. Yeosang lo tomó y miró la pantalla.

-Es Wooyoung.

-Déjalo... No quiero hablar con él en estos momentos...

-Tú no, pero yo sí... -Yeosang se levantó del sofá y salió hacía la habitación del pelinegro como un rayo, cerrando la puerta con seguro.

-¡Yeosang! ¡No! -gritó San en cuanto llegó a la puerta.

-¿Hola? ¿Wooyoung?

-Si... ¿San?

- Soy Yeosang...

-¡Kang Yeosang! ¡Cuelga esa llamada ahora mismo! -seguía gritando San desde afuera de la habitación.

-¿Qué es ese alboroto? ¿Qué ocurre?

-Escucha bien Jung, si en verdad quieres a San vendrás a su departamento y resolverás las cosas- Wooyoung permaneció en silencio por unos segundos.

-Bien... iré en seguida -colgó.

El castaño abrió la puerta, San le arrebató el móvil en cuanto entró a la habitación.

-¡¿Por qué hiciste eso?!

-Solo te hice un favor, ya me lo agradecerás después.

El castaño salió de la habitación, dejando sólo al pelinegro.

-Espero no estar equivocado respecto a ti, Wooyoung... -habló el castaño para sí mismo mientras salía del departamento.

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